Basta una picada de su aguijón para dejarnos un mal recuerdo. Sin embargo, las abejas son de gran importancia para la polinización en las plantas, y la producción de miel y cera.
Características de las abejas y datos de interés
Su nombre científico es Apis mellifera y son los únicos insectos que pueden producir alimentos para el hombre. Están adaptados para vivir del néctar, como fuente de energía, y del polen que le proporciona nutrientes.
Emparentadas con las avispas y las hormigas, aunque son herbívoras, pueden comerse a su propia familia bajo situaciones de estrés. Poseen seis patas, dos ojos, dos pares de alas, siendo el posterior el de menor tamaño, así como una bolsa de néctar y un estómago.
Tienen una larga lengua, que les permite extraer el “jugo” de las flores. Sus antenas están segmentadas en 13 partes cuando se trata de los machos y 12 en las hembras.
El ruido característico de las abejas se produce cuando baten sus alas. Esto sucede a una rapidez de 11.400 veces por minuto y pueden volar hasta 15 millas por hora. Para lograr una libra de miel requerirían volar alrededor de 90.000 millas (tres veces la vuelta al mundo).
Debido a que su pequeño aguijón termina en un arpón, que se engancha al cuerpo de la víctima y está unido al abdomen, ciertas especies mueren por el desgarre. Son el aperitivo favorito del pájaro abejaruco, los tiranos, sinsontes, abejas lobos y libélulas.
Extensa variedad de abejas
Existen aproximadamente 20.000 especies conocidas de abejas en todo el mundo y hasta nueve grupos identificados. Se esparcen por todos los continentes excepto la Antártida, y en cada lugar donde haya plantas para polinizar.
La Trigona mínima es considerada la más pequeña. No posee aguijón y mide cerca de 2,1 mm de largo. La abeja más grande es la Megachile plutón, cuyas hembras alcanzan una longitud de 39 mm.
También está la familia Halictidae o abejas del sudor, que son las más comunes en el Hemisferio Norte, frecuentemente son confundidas con avispas o moscas por sus dimensiones.
La especie de abeja más conocida es la Melifera europea, puesto que produce la miel. Su manipulación por parte de los humanos se le denomina apicultura.
Estos insectos viven en colonias y existen tres jerarquías: la abeja reina, la abeja obrera y el zángano. Tanto las obreras como la reina son hembras, aunque sólo esta última se puede reproducir. Los zánganos son machos.
La abeja reina puede vivir hasta tres años y pone hasta 2.500 huevos por día, en total unos 200.000 al año. Los que son fertilizados serán descendencia femenina, mientras que los no fertilizados se convertirán en machos.
La reina puede aparearse hasta con 17 machos en dos días. Ella almacena el esperma de estos encuentros en su espermateca, por lo que tendrá un suministro de por vida y nunca se juntará de nuevo.
Una característica particular de la abeja trabajadora es que tiene el tejido neuropila más denso de cualquier animal. En el transcurso de su vida, producirá 1/12 cucharadita de miel.
Este tipo de abeja guarda su veneno en una bolsa unida a su aguijón. Sólo las abejas obreras pican y lo suelen hacer cuando se sienten amenazadas. Aunque las reinas tienen un aguijón, no salen de la colmena para ayudar a protegerla.
Entre las tareas de las abejas obreras está mantener aseada la colmena, recoger el polen y el néctar para alimentar a la colonia y cuidar de las crías. La única obligación del zángano es aparearse con la reina.
Se estima que 1100 picaduras de abejas de miel podrían matar a un ser humano.
Proceso de polinización de las abejas
La acción polinizadora de las abejas de miel es fundamental para el medio ambiente, pues permite a las plantas multiplicarse. Curiosamente, este ejemplar puede ver todos los colores, excepto el rojo, y su olfato es ideal para encontrar las flores. Se posa en aproximadamente 100 brotes durante su trayecto de recolección, y el proceso se llama simbiosis.
Se mantienen sincronizadas a través de un “baile” que les indica la dirección y distancia de las flores. Al contrario de lo que se piensa, no nacen sabiendo cómo hacer miel, las de mayor experiencia enseñan a las más jóvenes.
La cera de abejas es producida a través de ocho pares de glándulas colocadas en la parte inferior de su abdomen. Deben consumir hasta 20 libras de miel para producir cada libra de cera.
Colmena de abejas
En una colmena de habitan hasta 80.000 abejas y una reina. Este hábitat cuenta con un olor distintivo que identifica a sus miembros. Está compuesto por celdas hexagonales, con paredes de dos pulgadas de espesor, que aguantan 25 veces su propio peso.
En el invierno, comen la miel que reúnen durante la temporada de calor.
Todos los integrantes de una colonia de abejas de la miel sufren metamorfosis: Pasan por huevo, larva y pupa antes de convertirse en adultos.
Las obreras nacidas en otoño se mantienen hasta la primavera, mientras que las de verano duran solo seis semanas. Los zánganos aparecen en abril o mayo y viven hasta agosto. Si no mueren, son arrasados por las obreras.
Las abejas son los insectos más organizados del mundo animal y esto se debe a la distribución de sus tareas. Todas trabajan y cooperan para formar su enjambre.
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