La abubilla es un ave que habita en las regiones cálidas de Europa, África y Asia. Es reconocida por sus características particulares que la destacan de otras de su misma clase. Su vuelo errático, que al verlo nos recuerda al de la mariposa, el penacho que luce en su cabeza y el sonido especial que emite. La abubilla, cuyo nombre científico es Upupa epops, pertenece a la familia de las Upupidaes y está considerada un ave migratoria, aunque en aquellas regiones donde encuentra climas adecuados, como por ejemplo en las costas mediterráneas de España, habitan de manera permanente.
¿Cómo reconocer una abubilla? Sus características
La abubilla es fácilmente reconocible por su plumaje color canela, que en algunas ocasiones puede ser pardo rosado o rojizo, en su cuerpo, mientras que en sus alas y en la cola sus plumas son listadas, de color blanco y negro. En su cabeza porta un destacado penacho de plumas eréctiles, que se abren en forma de abanico, aunque generalmente se encuentra replegado. Es un ave pequeña, que no supera los 30 centímetros de largo y la envergadura de las alas alcanza los 50 centímetros.
Su pico es largo, fino y ligeramente curvado, se encuentra adaptado para escarbar la tierra y desenterrar larvas e insectos que constituyen su principal alimento. También pueden usarlo en los intersticios de los árboles, con el mismo fin.
La abubilla posee como característica particular que puede acumular grandes cantidades de heces, esto hace que emane un olor muy desagradable. Esto constituye un mecanismo de defensa contra depredadores, sin embargo, el fétido olor de la abubilla ha significado que esta ave sea estigmatizada desde la antigüedad. El Antiguo Testamento habla de ella como un ave no limpia.
El vuelo de la abubilla es, también, una particularidad que la distingue, ya que se presenta de manera errática. Vuela de forma ondulante y cambia de dirección con mucha rapidez, por eso se lo ha comparado con el de una mariposa.
¿Dónde habita la abubilla?
Estas aves son originarias de Europa, África y Asia. La abubilla es migratoria cuando habita las regiones septentrionales, en el resto de las regiones que habita es residente, lo que significa que no necesita migrar por razones climáticas. Cuando migran, las abubillas se trasladan desde Europa al norte de África y al sur del Sahara, para invernar. También existe un régimen migratorio de aquellas que habitan en el centro del Sahara, su destino es el área meridional de Asia.
La podemos encontrar en regiones secas, bosques y zonas donde abundan los frutales, viñedos y áreas de cultivo.
Alimentación
A la hora de alimentarse, la abubilla se sirve de insectos, tiene una gran preferencia por los saltamontes y por lo grillos, a estos últimos los consume en gran cantidad. Es común ver a estos animalitos caminando por el suelo y escarbando bajo las piedras y en la tierra, en busca de larvas. Con su pico se valen para recoger crisálidas de las cortezas de los árboles, sobre todo de los pinos.
Por ser aves esteparias, las abubillas se bañan en arena, nunca lo hacen en el agua y su alimentación es la adecuada, no necesitan consumir líquidos.
Reproducción de la abubilla
Durante la primavera, la abubilla comienza a emitir su sonido característico, es sordo, aflautado y sumamente monótono. El mismo puede escucharse durante el día y la noche. De esta manera, esta especie comienza el cortejo para atraer a su pareja y lograr el apareamiento. Cuando el verano se encuentra próximo, estas aves dejan de emitir sonidos, es señal que comienza el apareamiento.
La abubilla construye sus nidos para incubar los huevos en los huecos de los árboles, en las gritas que presentan las rocas, en los techos y en los graneros. También pueden hacerlo en montones de piedras y entre los muros de viviendas y graneros con poco movimiento. Sus nidos son poco elaborados, sólo coloca un poco de ramas secas en los lugares elegidos. La época de cría varía según las regiones, pero los períodos van desde finales del invierno hasta mediados de la primavera.
La hembra pone entre 5 y 10 huevos y se dedica a incubarlos, durante ese tiempo el macho se encarga de alimentar a la hembra y los últimos días de incubación, el macho colabora con la hembra en esa tarea. Todo este proceso lleva. Aproximadamente, unos 20 días. En ciertas ocasiones, la abubilla puede hacer 2 puestas anuales.
Al nacer, los polluelos están casi totalmente desprovistos de plumas. En este período, tanto las hembras como las crías, a través de sus glándulas uropigiales, desprenden una secreción con un olor pestilente. Esto actúa como mecanismo de defensa ante los posibles ataques de depredadores. Además, las crías jóvenes pueden rociar a sus agresores, rociándolos con heces.
Las crías de la abubilla permanecen en el nido durante unos 25 días, siendo alimentados con insectos por ambos padres. Luego comienza el período en que los jóvenes comienzan a aprender a volar, pero aún continuaran durante un corto período compartiendo espacio con su familia. La abubilla adquiere su fisonomía de adulto muy rápidamente.