Tener un ave como mascota requiere prestar atención a ciertos aspectos como sus dimensiones, comportamiento y cuidados. Si tienes niños en casa o te agrada la algarabía en tu hogar, puedes elegir un agapornis. Se trata de un animal pequeño, de temperamento juguetón, inteligente y voluntarioso.
El agapornis tiene su origen en África y pertenece al género de las aves psitaciformes, de la familia psittaculidae. Frecuentemente se le llama “inseparables”, debido a un particular vinculo con su pareja, con la cual acostumbra pasar mucho tiempo, acurrucado o hurgando entre sus plumas.
El término deriva de la combinación de dos vocablos griegos: “ágape”, que se traduce en “afecto” y “ornis”, que significa ave. De esta especie se desprenden nueve coloridas subespecies, que pueden medir entre 13 cm y 16 cm.
Este loro de cola corta, suele alimentarse de semillas, frutas y yemas. Su esperanza de vida es de unos 15 años en promedio y tiende a anidar en cavidades como la mayoría de las aves que pertenecen a su género.
tipos de agapornis
Existen dos grandes grupos de agapornis que se diferencian por un anillo ocular blanco y por el colorido de sus plumas. Las más conocidas son:
- Agapornis sin anillo ocular blanco o Agapornis Cana: oriunda de Madagascar. Los tonos de la hembra y el macho difieren. Son difíciles de hallar en el mercado.
- Agapornis Pullarius: sus plumas son verde intenso, tiene el pico naranja, mientras que el rostro y cuello son rojos. Las hembras son de colores menos fuertes que los machos y la cara interna de sus alas es verde. Por lo general, se reúne en grupos de hasta 20 ejemplares y se les dificulta reproducirse en cautiverio.
- Agapornis Abisinio: provienen de Eritrea y Etiopia.
- Agapornis Swinderniana: tan sólo una de las tres subespecies que hoy están en cautividad se han reproducido.
- Agapornis Roseicollis: Viven en el suroeste de África. Su cuerpo es verde y su cabeza rosado salmón. Algunos pueden ser amarillos, azules o grises y es difícil diferenciar entre machos y hembras. Es de las especies favoritas para la cría.
- Agapornis con anillo ocular blanco o Agapornis Personata: este particular ejemplar viene de Kenia y Tanzania. Es conocido como el “enmascarado” porque su color le hace parecer que tiene un antifaz. Puede vivir en parejas aisladas o en grupos de 100 individuos.
- Agapornis Fischeri: su lugar de origen es Tanzania y el Lago Victoria. El verde predomina en su pecho, espalda y alas. Su cuello es amarillo, y su rostro anaranjado. Está en peligro de extinción.
- Agapornis Nigrigenis o “mejillas negras”: detesta el ruido y le disgusta el contacto con los humanos. Sus colonias han mermado debido a constantes capturas ilegales.
- Agapornis Lilianae: con gran parecido al Fischeri, vive en el sur de Tanzania y Mozambique.
Entrenamiento del agapornis
Los criadores recomiendan que el agopornis sea tratado como una cotorra. Es posible que esta ave desarrolle cierta territorialidad y dominio en su jaula, incluso, es posible que pique a su cuidador si éste no toma las medidas adecuadas.
Es fundamental iniciar el entrenamiento del agapornis en el momento que llegue a casa de su amo. En este sentido, tener mucha paciencia es vital. Estas sugerencias pueden funcionar:
- Háblele a su pájaro de modo gentil y respetuoso.
- Es importante mantener el contacto visual de forma fuerte y directa, especialmente si le da una orden.
- La recompensa debe ser parte de su entrenamiento. Conforme las reciba, aprenderá con mayor entusiasmo.
- Realice sesiones cortas de entrenamiento pues en caso contarario perderá el interés.
- Jamás golpee a su agapornis en el pico.
- Nunca deje caer a su ave contra el piso. Aunque algunos criadores utilizan esta técnica, es inhumana y absolutamente inefectiva.
- No sacuda su jaula. No es una manera adecuada de disciplinarlo.
- Las actitudes negativas hacia su ave harán que le pierda la confianza. En vez de obediencia, tendrá un ave asustada, que tarde o temprano dejará de prestarle atención.
Jaula adecuada
Se recomienda que la jaula del agapornis sea espaciosa, de unos 70 cm de largo por 70 cm de ancho. Es un pájaro enérgico que requiere ejercitarse. Tome en cuenta la separación de los barrotes, ya que son aves escurridizas y querrán escapar.
Es mejor si le provee una jaula cuadrada o rectangular, pues suele volar de un lado a otro y de esta forma tendrá referencia. En cuanto a la limpieza de la misma, es fundamental recoger los desechos de alimentos diariamente.
Tal vez le resulte exagerado, pero una jaula sucia puede provocar epidemias. Al menos una vez por semana retire la bandeja de excrementos del agapornis. Ésta debe ser lavada con rigurosidad, usando abundante detergente y agua. Permita que se seque al sol por alrededor de dos horas.
Asimismo, mantener su agua limpia le proporcionará un ave saludable. Pueden ensuciarla con regularidad, por lo que debe cambiarse todos los días.
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