Si tuviéramos que definir un símbolo que representa la identidad de los Estados Unidos de América, ese es, ni más ni menos que el águila calva. Ave nacional de ese país y que puede ser reconocida en su escudo nacional. Es la segunda ave de mayor tamaño en el país solo superada por el cóndor californiano. Su nombre científico es Haliaeetus leucocephalus y pertenece a la familia Accipitridae. Su majestuosidad y su comportamiento la identifican con los idearios de libertad. Al águila calva se la conoce también como águila americana o águila de cabeza blanca.
Características del águila calva
Su nombre se desprende del particular plumaje blanco que exhiben los ejemplares adultos en su cabeza. Tanto el macho como la hembra son difíciles de distinguir y cuentan con plumas de color marrón que recubren todo su cuerpo a excepción de su cabeza y su cola. Los ejemplares jóvenes del águila calva son enteramente marrones lo que lleva en muchas ocasiones a confundirlos con el águila real. Recién cuando alcanzan su madurez sexual – a los 4 o 5 años – adquiere su plumaje vistoso y definitivo.
Se destacan en estos animales su gran pico de color amarillo. Este mismo color es apreciable en las patas y en el iris de sus ojos.
Las dimensiones del águila calva ponen en evidencia su majestuosidad. La envergadura de sus alas desplegadas alcanza los 180 a 230 centímetros y llegan a pesar 6 kilogramos. Esto en líneas generales, ya que comparativamente, las hembras son de mayor tamaño que los machos como ocurre en la mayoría de las especies de águilas.
¿Cómo se comporta el águila calva?
Estos animales son posibles de observar en Alaska, Canadá, Estados Unidos y, ocasionalmente, norte de México.
Sus procesos migratorios son bastante estrechos. Los ejemplares que habitan en Canadá y Alaska realizan migraciones hasta el sur de los Estados Unidos. Mientras que los que habitan en las áreas de Yellowstone, lo hacen dentro de la misma región.
El águila calva habita en áreas boscosas y montañosas, donde haya presencia de ríos y lagos. Prefiere los lugares con árboles de gran altura y alejados de la presencia de seres humanos.
Realiza sus actividades durante el día y es un animal solitario. Sólo en los períodos de anidación, previos a la reproducción, puede conformar grupos que en ocasiones alcanzan los 400 ejemplares.
El águila calva se caracteriza por su vuelo excepcional, para ello se eleva por encima de las corrientes térmicas que la ayudan a mantenerse por largos períodos en el aire y llega a alcanzar velocidades de 70 km/hora en vuelo.
Alimentación y reproducción
El águila calva es un ave rapaz y carnívora. Su dieta principal se compone de peces que atrapa en ríos y lagos. Estos animales no se sumergen para la captura de sus presas, sino que se posa sobre el agua y los atrapa con sus poderosas garras. Por lo general, sus víctimas son truchas, salmones, anguilas y caballas. También, ante la ausencia de peces puede capturar mamíferos pequeños y otras aves como gansos, ardillas y ratones. Durante la temporada invernal, el águila calva suele alimentarse de carroña de grandes animales muertos. Se dice que es un ave oportunista ya que suele obtener muchas de sus presas, quitándoselas a otros animales.
El águila calva es un ave monógama. Se apareará con la misma pareja a lo largo de toda su vida, salvo que uno de ellos muera o desaparezca. En ese caso será reemplazado.
Previo al apareamiento el macho realizará toda una ceremonia de cortejo para atraer a la hembra. Este cortejo consiste en vuelos y persecuciones. Una vez formada la pareja y realizado el apareamiento, el macho y la hembra construirán el nido juntos.
La hembra pone, en promedio de 1 a 3 huevos y el período de incubación se extiende por 35 días. Ambos integrantes de la pareja estarán a cargo de los pichones y los alimentarán. Éstos permanecerán junto a sus padres hasta cumplir las 18 semanas.
Estado de conservación
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el águila calva estuvo a punto de desaparecer. Esto se debió a su baja tasa de fecundidad, la caza indiscriminada, la pérdida del hábitat y la extensión en el uso de plaguicidas.
Los gobiernos de América del Norte, en especial el de los Estados Unidos viene desarrollando intensas actividades para la recuperación de la población de estos animales. Las acciones han resultado exitosas y el águila calva ha sido retirada de la lista roja elaborada por la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza. En la actualidad es considerada por los organismos conservacionistas como una “preocupación menor”.
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