El águila imperial es un ave rapaz que habita en Europa y parte del continente asiático. Su nombre científico es Aquila heliaca, pertenece a la familia Accipitridae y no debe confundirse con el águila imperial ibérica, ya que estudios recientes han permitido establecer, a través del análisis de su ADN, que ésta última constituye una especie separada y no una subespecie del águila imperial. Por su estado de conservación se la considera una especie en estado de vulnerabilidad y se realizan acciones para su conservación.
Características del águila imperial
El águila imperial posee ciertas características, sobre todo las vinculadas con el aspecto y las proporciones, que la asemejan al águila real que surca por los aires de Estados Unidos y Europa. Sin embargo, el águila imperial posee un tamaño un poco menor.
Como en la mayoría de las especies de águilas, el dimorfismo sexual entre machos y hembras sólo es apreciable en cuanto a su tamaño, siendo la hembra más grande que el macho. El águila imperial tiene una longitud, medida desde el pico hasta la punta de la cola de unos 80 centímetros y la envergadura de sus alas desplegadas, alcanza los 2 metros. Un macho de esta especie puede pesar hasta 2,5 kilogramos, mientras que las hembras llegan a pesar hasta 4,5 kilogramos.
Estas aves exhiben un plumaje de color marrón oscuro en casi todo su cuerpo, pero se puede distinguir en sus hombros un plumaje de color blanco. Su cola es negra con una banda blanca en el extremo. La nuca del animal está recubierta de plumas de color dorado. Toda esta combinación le da al águila imperial un aspecto elegante.
Se dice que son animales calzados, ya que las águilas poseen plumas que recubren sus patas, salvo sus pies que están provistos de una piel escamosa y unas poderosas garras ganchudas.
Hábitat DEL ÁGUILA IMPERIAL
Al águila imperial podemos encontrarla en zonas montañosas, pero debido a que requiere de árboles para anidar, no se interna en las grandes alturas. También es posible encontrarlas en praderas que estén provistas de árboles. La elección de praderas no es casual ya que le facilita de la caza de animales para su alimentación.
Reproducción del águila imperial
Las águilas imperiales conforman parejas monógamas que pueden perdurar toda la vida. Cada año, estos animales retornan a sus nidos habituales para el nacimiento de sus crías. Los nidos se ubican, por lo general, en las ramas más altas de árboles de gran envergadura. El tamaño de sus nidos puede alcanzar hasta los 1,2 metros de diámetro y son posibles de divisar a simple vista.
En cada puesta, la hembra pone 2 huevos, aunque se han registrado raros casos de puestas que alcanzan los 3 y 4 huevos. El período de incubación dura 43 días. El macho colabora con la incubación, aunque su labor principal es traer las presas al nido para que la hembra se alimente.
Los polluelos nacen con un suave plumaje blanco que poco a poco va mudando. Al cabo de 2 meses, las crías están en condiciones de abandonar el nido. En la mayoría de los casos, sólo el más apto de los pichones logra sobrevivir, el resto muere en el intento. Cuando llega el invierno, fecha en que estas aves emigran al África, los pichones ya están en condiciones de emprender el largo viaje. Durante el verano, los pichones buscarán su pareja.
El promedio de vida del águila imperial es de 21 años en la vida silvestre y se han reportado casos en que llegan a vivir 44 años en cautiverio.
¿Cómo se alimentan las águilas imperiales?
El águila imperial es una gran depredadora y se encuentra en la cima de la pirámide alimenticia, por lo que no existen depredadores de esta especie. Su alimentación es variada y está constituida, básicamente, por animales medianos y pequeños. Roedores, conejos, reptiles, zorros y otras aves.
Estas aves pueden utilizar, alternativamente, 2 métodos de caza. El acecho y el vuelo. El primero de ellos consiste en divisar la presa, desde las copas de los árboles y lanzarse, de repente, sobre su presa. El otro método consiste en cazar al vuelo, es decir atrapar sus presas mientras sobrevuela el área.
Cuando el águila imperial captura una presa, la toma con sus potentes garras, levanta vuelo y la lleva hasta su nido, donde completa la faena de matarla y comerla.
La situación actual de conservación
La población de águila imperial ha disminuido sensiblemente. Las razones se pueden hallar en la extensión de las áreas de cultivo que han ido eliminando las zonas boscosas donde estas aves anidan. Por otro lado, estos animales son eliminados por los ganaderos que, los consideran una amenaza para sus rebaños.
Además de impulsar la cría en cautiverio de ejemplares de águila imperial, se realizan acciones de seguimientos en los nidos de esta especie. Con ello se busca que allí donde nazca un tercer polluelo – generalmente condenado a morir – se lo traslada a un nido donde la camada de huevos haya sido infértil. Las hembras aceptan a los polluelos sin ningún tipo de inconvenientes.
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