Si nadamos en las profundidades del mar es posible que nos topemos con estos animales que, por su aspecto se parecen mucho a una planta. La anémona de mar es antozoo, es decir un animal con forma de pólipo que se adhiere para vivir a su sustrato, el fondo marino o piedras. Otras especies conocidas de antozoos es el coral. Si buscamos la raíz etimológica del término antozoo nos encontraremos que significa “animales flor” y por ello, estas especies han sido bautizadas como anémonas, el nombre de una conocida flor. Las anémonas de mar pertenecen al orden de los Actinarios y existen unas 1.200 especies corroboradas.
anatomía y características de la anémona de mar
Por su forma de desarrollarse en la naturaleza, las anémonas de mar presentan una conformación anatómica muy particular. Cuenta con un cuerpo central de forma cilíndrica en cuya base se encuentra un disco plano que le sirve como pie y para adherirse al sustrato donde luego se desarrollará.
En el extremo superior, otro disco denominado disco oral es el que contiene la boca de la anémona de mar, ubicada justo en el centro de éste. Alrededor de la boca se disponen de manera radial una serie de tentáculos en anillos concéntricos. Por lo general cada anillo cuenta con una cantidad de tentáculos en múltiplos de seis.
Principalmente en sus tentáculos – pero en otras partes de su cuerpo también -, las anémonas de mar poseen unos orgánulos llamados nematocistos que en su interior contienen cnidocitos, unas células que poseen una neurotoxina paralizante con la que estos animales repelen a sus predadores y atrapan a sus presas.
La boca está conectada al sistema gastrovascular de la anémona por medio de un tubo conocido como actinofaringe. En estas especies cumple la doble función de esófago y faringe.
El cuerpo de la anémona de mar es una columna central que pude ser lisa o con algunas protuberancias en las cuales es posible detectar la presencia de nematocistos. A epidermis de estos animales, así como la gastrodermis está formada por una capa gelatinosa conocida como mesoglea que le otorga una enorme plasticidad.
Toda la conformación de la anémona está constituida por fibras contráctiles que no guardan relación con el tejido muscular de los animales más evolucionados.
Reproducción de la anémona de mar
El proceso de reproducción de las anémonas de mar puede variar según la especie. Algunas variedades poseen sus sexos separados y otras son del tipo hermafrodita. La reproducción puede ser sexual o asexual.
Para la reproducción sexual la anémona macho libera el esperma en el mar y esto estimula a que sean liberados los huevos por parte de las hembras, luego de ello se produce una fecundación externa. En algunas especies la fecundación puede ser interna y la incubación de las crías se produce en la cavidad central, posteriormente son liberados por la boca al exterior.
Una vez liberadas las crías se asientan en el suelo y comienzan su desarrollo como pólipos.
Otras variedades de anémonas de mar pueden reproducirse de forma asexual, donde pequeñas porciones del disco pedal o de base se desprenden y dan lugar a un nuevo ejemplar.
Curiosidades de la anémona
Las anémonas de mar se valen de sus tentáculos para liberar las neurotoxinas que contienen y de esta manera atrapan pequeños animales que nadan en las inmediaciones de estos animales y de los cuales va a alimentarse.
Por otro lado, mantienen una relación simbiótica con un tipo de algas conocidas como zooxantelas que viven adheridas a las anémonas. Estas algas realizan el proceso de fotosíntesis y proveen al animal de oxígeno y azúcares. Por su parte, las plantas reciben de las anémonas de mar fósforo y nitrógenos esenciales para su desarrollo.
Estos animales se encuentran en la mayoría de las cuencas oceánicas. Desde las frías aguas de Ártico hasta la Antártida, pasando por las aguas templadas y calidad de las zonas tropicales. Se pueden hallar a estos animales en aguas tan profundas donde la luz solar no llega.
Muchas variedades viven en zonas costeras donde existen mareas y bajas, pero tienen una importante capacidad para sobrevivir fuera del agua. Para ello, repliegan sus tentáculos y sus cavidades se llenan de agua de mar, esto impide que la anémona se seque hasta la llegada de la marea alta.
Algunas especies de peces y de crustáceos han desarrollado una inmunidad a las neurotoxinas de las anémonas de mar y logran vivir entre sus tentáculos. De esta manera se protegen de sus predadores y a la vez la anémona se beneficia de la limpieza de sus tentáculos y disco oral debido a los constantes movimientos que se producen. Esto representa una forma de mutualismo entre especies.
Muchas variedades de anémonas de mar han desarrollado atractivos colores tanto en su disco oral como en sus tentáculos que dejan la agradable sensación de estar presentes frente a hermosas flores.
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