El angelote es una especie de tiburón, aunque debido a su aspecto aplanado, en numerosas oportunidades es confundido con una raya. Habita el fondo de los mares, donde ha desarrollado una excelente capacidad de camuflarse. Los angelotes pertenecen a la familia Squatinidae y se los conoce científicamente como Squatina squatina. Se lo conoce también con el nombre de tiburón ángel. La pesca desmedida de estos ejemplares que se desarrolla desde mediados del siglo XX ha redundado en una dramática disminución de la población, por lo que ha sido catalogada como una especie en peligro crítico de extinción.
Descripción del angelote, sus características
En esta especie existe un marcado dimorfismo sexual en cuanto al tamaño. Las hembras son de mayor tamaño que los machos. Las primeras, en su edad adulta, pueden llegar a medir 2,4 metros de longitud, mientras que los ejemplares masculinos alcanzan 1,8 metros. El peso promedio del angelote puede llegar a los 80 kilogramos.
Presenta un cuerpo fuertemente aplanado y con aletas pectorales grandes y desarrolladas. Esta forma les permite moverse con mucha ductilidad en el fondo del mar. Tanto la cabeza como el cuerpo son exuberantemente anchos y fornidos, con ojos demasiado pequeños para el tamaño del cuerpo y están ubicados dorsalmente y seguidos por un par de espiráculo más grandes.
La coloración de la piel del angelote es entre gris y rojiza, en algunos ejemplares es marrón y están provistos, en la parte superior de pequeñas pintas claras y oscuras.
Distribución y hábitat del angelote
El origen del angelote se remonta a las aguas templadas del Atlántico nororiental, desde el sur de Noruega y Suecia hasta el Sáhara Occidental y las Islas Canarias, incluyendo alrededor de las Islas Británicas y en el Mediterráneo y Mar Negro.
Debido a la depredación que esta especie ha sufrido en los últimos años, la población de angelotes ha desaparecido del Mar del Norte y de importantes sectores del norte del Mediterráneo.
El tiburón ángel suele habitar en las plataformas continentales ya que prefiere sustratos suaves tales como lodo o arena, y se lo puede en las zonas cercanas a la costa, a una profundidad de 150 metros. Los angelotes del norte emigran buscando las zonas frías del norte en verano y hacia el sur en invierno.
Comportamiento y reproducción del Angelote
El angelote es un animal de hábitos nocturnos. Durante el día permanece enterrado en el fondo del agua, cubierto por una capa de lodo o de sedimento. Sólo es posible observar sus ojos que asoman por encima de la cobertura.
Durante la noche, estos peces se muestran sumamente activos, llegando a desplazarse algunos metros por encima del fondo.
Para conquistar su alimento, el angelote se valle de su instinto de depredador de emboscada. Su capacidad de mimetizarse con el fondo del agua le permite esperar agazapado la aparición de alguna presa. Estos tiburones se alimentan, fundamentalmente, de animales con estructura ósea como los peces planos que, también, surcan por el fondo del mar. En ocasiones, también integran su dieta algunos invertebrados como moluscos grandes. Se ha podido encontrar, a partir de estudios del estómago del angelote, restos de vegetación marina y hasta algunas aves enteras como el cormorán. Cuando un angelote encuentra un lugar adecuado para la captura de sus presas, puede permanecer durante varios días en el mismo lugar.
Los angelotes son vivíparos pero las hembras carecen de placenta. Las crías, antes del nacimiento, permanecen en el útero y se alimentan de un saco vitelino. Las hembras alcanzan la madurez sexual a partir del segundo año de vida y su período de ovulación comienza en la primavera.
El período de gestación se prolonga por 8 a 10 meses y al nacer, las crías miden entre 24 y 30 centímetros, dependiendo del tamaño de la madre.
El angelote y el hombre
Los angelotes no son, por lo general, agresivos con los seres humanos, aunque sí pueden propinar una severa mordida si se sienten amenazados. En la mayoría de las ocasiones, estos animales permanecen inmóviles en el fondo del mar al percibir la presencia de una amenaza.
De acuerdo a registros de tratados de la Antigua Grecia, el angelote era capturado con fines alimentarios. Los griegos definían a la carne de estos animales como “muy ligera” y “fácilmente digerible”. Su áspera piel era utilizada por los artesanos para pulir la madera y el marfil.
En la actualidad, la captura del tiburón ángel está destinada al consumo de su carne, tanto fresca como seca y conservada en sal. Se lo utiliza para la extracción de aceite de hígado de tiburón y para la producción de harina de pescado.
Estado de conservación
Durante los siglos XIX y principios del XX, el angelote era considerado una especie de presencia abundante, sobre todo en las costas de Europa occidental. Esta situación se vio modificada de manera dramática a partir de la segunda mitad del siglo XX debido a la acción de la pesca comercial.
La captura de estos animales se vio facilitada por su hábito de nadar en las proximidades de las costas. Todo esto ha provocado que la población de esta especie de tiburones se encuentre al borde de la extinción, situación que se combina con su baja tasa de reproducción.
El angelote ha sido colocado bajo protección en varios países vinculados al Atlántico Norte y se desarrollan acciones tendientes a recuperar la cantidad de ejemplares a través de proyectos de cría en cautiverio.
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