Entre las maneras de clasificar a los animales se encuentra su tipo de alimentación. Esta puede ser carnívora, herbívora u omnívora. Dentro los herbívoros están otro subtipo denominado animales frugívoros. Éstos son los que comen frutas, ya sea exclusivamente o no.
Son muchas las especies que tienen a las frutas como su menú principal. La razón, es que estos alimentos poseen gran cantidad de vitaminas y nutrientes capaces de satisfacerlos. Incluso hay teorías que señalan que el hombre está diseño para ingerir solo frutas y germinados. Son amplísimas las bondades de su consumo, por que aportan lo necesario para vivir.
La mayoría de los animales frugívoros, como el chimpancé, complementan su dieta con hojas, semillas o insectos. Sin embargo, aves como el tucán solo comen frutos. También estadísticas señalan que de cuatro mamíferos, uno de ellos basa su alimentación en las frutas. El consumo dependerá de la temporada, es decir si hay abundancia o escasez de los vegetales.
Características de los animales frugívoros
El organismo de los animales frugívoros está adecuado para su manera de alimentarse. Es por ello, que el aparato digestivo está diseñado para procesar las frutas. Por ejemplo, las semillas no las digieren, sino que las excretan en sus heces.
Aparentemente los animales frugívoros no se ven distintitos a otros que comen otros productos. Sin embargo, la dentadura si es distinta, por ejemplo de los que consumen carne. Los dientes están adaptados para atravesar la piel o cáscara de sus alimentos, chupar, morder o triturar.
Es entonces, cuando se observa que tiene muelas más anchas y colmillos afilados. Como el resto de sus dientes frontales no los utilizan frecuentemente, suelen estar atrofiados. En los insectos sus bocas están adecuadas para succionar y/o morder. En los pájaros, los picos con forma curva o cóncava sirven para extraer la pulpa.
Especies que comen frutas
Los animales frugívoros están repartidos por todo el planeta. Existe una gran variedad de estas especies. Por ejemplo, entre los primates destacados que ingieren frutos están chimpancé, bonobo, gibón, gorilas, lémures, macacos, mono aullador y titis. Dentro de las aves sobresalen el tucán, calandrias, loros y pericos.
Un pez que se encuentra en la categoría es el llamado pacú. Este animal acuático se halla en ríos y lagos de agua dulce en Sudamérica. Este pez es omnívoro y tiene una mordida fuerte. Come principalmente algas, plantas, frutas y semillas. Es familia de las pirañas y al igual que ellas son comunes en el Amazonas.
Entre los mamíferos que tienen a la fruta en su dieta están el tapir amazónico, zorro volador (frugívoro exclusivo) y lirones. También destacan las musarañas, los murciélagos y las zarigüeyas. De los insectos tienen relevancia los chinches del campo, las moscas de la fruta y los pulgones.
Aporte ecológico de los animales frugívoros
Los animales frugívoros juegan un rol importante dentro del ecosistema. Gracias a un proceso denominado endozoocoria, luego de comer frutas estos seres dispersan las semillas por el suelo cuando excretan. Gracias a esa función nacen plantas nuevas que servirán para generar más alimentos y dar vida al planeta. El beneficio es mutuo.
La energía que consumen los árboles en producir frutas se ve compensada con el mecanismo para propagar la diáspora vegetal. Por su parte, las plantan cuentan con mecanismos para defenderse de animales frugívoros oportunistas. Mediante veneno o sustancias que dan mal sabor, se protegen las frutas de ser ingeridas por quienes no dispersan sus semillas.
El hombre es uno de los catalogados “oportunistas”. Muchas especies del reino vegetal dependen de los animales frugívoros para su conservación. Estos forman parte de un ciclo vital dentro de la naturaleza, por lo que es necesaria su protección y cuidado. Ya hay investigaciones que alertan sobre un desbalance en este proceso.
Peligro de extinción de los animales frugívoros
Recientemente se publicó un estudio elaborado en la Mata Atlántica de Brasil, en el que se indica que en esa área hay animales frugívoros a punto de desaparecer. La prueba, es que una de sus famosas plantas, llamada Euterpe edulis (palmera) está disminuyendo su tamaño.
Las especies grandes que comen frutas eran los encargados de dispersar las semillas, también grandes, de la palmera. Como estos animales están desapareciendo, especialmente los tucanes, se ha registrado una reducción de la planta. El fenómeno se ha ido intensificando en los últimos 100 años.
Conciencia colectiva
La deforestación para sembradíos de café y otros cultivos más comerciales, ha hecho que los frugívoros de la zona no tengan alimento. La consecuencia directa es su muerte o migración. Esto ocurre en ese lugar del sureste brasileño, pero el problema afecta otros lugares del mundo.
La correlación entre la fauna y la flora es un hecho indivisible. Es por ello, que la sobrevivencia de unos está ligada a la del otro. El cambio climático a causa de la mano del hombre es innegable. Mantener el equilibrio es parte de la tarea que numerosos investigadores y ambientalistas realizan. Sin embargo, la conciencia sobre el tema debe ser colectiva.
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