Entre las diferentes especies del reino animal, encontramos una particular forma de reproducción, que marca toda una manera de evolución de las especies en este aspecto. Nos estamos refiriendo a los animales ovovivíparos. Éstos, son animales cuya reproducción guarda rasgos comunes entre los animales vivíparos – aquellos que nacen vivos de su madre – y los animales ovíparos – nos referimos a los que nacen a partir de huevos. Al referirnos a animales ovovivíparos, estamos haciendo referencia a aquellos cuyos huevos crecen y se desarrollan en el interior de hembra y dan lugar al nacimiento de ejemplares vivos.
Especies ovovivíparas
Entre los animales ovovivíparos, encontramos algunas especies de peces, reptiles y diversos invertebrados. Los estudios científicos dan cuenta que esta forma de reproducción suele ser consecuencia de una evolución adaptada a diversos factores externos, como por ejemplo el clima, la presencia de numerosos depredadores, etc.
En la reproducción de los animales ovovivíparos, la fecundación es interna al igual que el desarrollo embrionario, con la particularidad que éste se produce en un huevo, que se mantiene a resguardo el interior materno. En el caso de los animales vivíparos, el embrión se alimenta de la madre a través de diversas formas, como por ejemplo por medio de la placenta y el cordón umbilical. En cambio, en el ovoviviparismo, el embrión se alimenta de manera directa de los nutrientes que puede suministrar el mismo huevo. Con la madre sólo existe un intercambio de fluidos y de gases con el embrión.
Existen diversos grados, por denominarlo de alguna manera, entre los animales ovovivíparos. En algunos casos, los huevos eclosionan dentro de la hembra y luego nacen vivos y completamente funcionales. En otros, la hembra desova para que la eclosión se produzca fuera de ella y las crías deben permanecer junto a su madre por un período para lograr su completo desarrollo.
Algunos científicos concluyen que el ovoviviparismo no es siempre un carácter hereditario, sino que suele estar influido por el clima y la temperatura. El beneficio que se obtiene con esta forma de reproducción está bien claro: los huevos son incubados más rápidamente y con mayor seguridad en el interior materno, por eso es común ver a especies de animales ovovivíparos en las regiones de climas frescos de la zona templada, tanto boreal como austral.
El tiburón, un ejemplo de animal ovovivíparo
La mayor parte de las variedades de tiburones son animales ovovivíparos. Resulta interesante analizar el proceso de reproducción en estos animales. Los tiburones machos cuentan con 2 abrazaderas por medio de las cuales introduce el semen en la hembra. Es decir que, en esta primera etapa, podemos ver que la fecundación, en los tiburones, es interna.
Previamente a ello, existe un proceso de cortejo, por medio del cual la hembra deja un rastro a partir de sustancias químicas que atrae al macho para el apareamiento. Luego del apareamiento, los huevos se desarrollan y hacen eclosión en el interior de la madre. A partir de ese momento, las crías se alimentan de las yemas de los huevos y de algunos fluidos proporcionados por la madre. Las crías de estos tiburones nacen vivas y completamente funcionales, lo cual es sumamente importante ya que las hembras no cuidan de los jóvenes tiburones que, ni bien nacidos, deben enfrentar las dificultades de la supervivencia.
Se han registrado casos de ejemplares hembras de tiburones que, mantenidas en cautiverio y sin contacto con machos de su especie han parido crías, confirmando que estos animales ovovivíparos pueden llegar a adaptarse a una reproducción asexuada.
Otros animales ovovivíparos
Entre los reptiles encontramos varias especies conocidas que forman parte de los animales ovovivíparos. La boa constrictora y la anaconda son ejemplos entre víboras y serpientes. El camaleón también forma parte del conjunto de estos animales. Y, por último, el sapo de Surinam, es la única especie de sapos que se conoce con estas características.
Entre los peces, además del ya mencionado tiburón, la mantarraya es un ejemplo de ovoviviparismo.
Entre los insectos e invertebrados, existen varias especies que podemos mencionar, siendo la más conocida, la mosca.
Finalmente, debemos señalar, que en lagunas especies como, por ejemplo, los tiburones y las serpientes, se encuentran presentes los tres modos de desarrollo temprano – gestación y nacimiento – poniendo, de esta forma, en evidencia que la ovoviviparidad no es patrimonio de un tipo determinado de especie, sino que son el resultado de adaptaciones y procesos evolutivos, condicionados por factores exógenos a cada una de ellas.
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