Aunque los dinosaurios son por excelencia los animales prehistóricos más notables, existen muchos más, en su mayoría mamíferos, que no se extinguieron y aún permanecen en la Tierra. Buena parte de estos seres vivos atravesaron un proceso de adaptación a su nuevo ambiente para sobrevivir en distintas condiciones atmosféricas y evolucionar hasta nuestros días.
Para establecer una diferencia entre los animales prehistóricos y los ejemplares modernos, es importante definir que los primeros han poblado el planeta desde sus orígenes y desaparecieron durante la época prehistórica, lo que sucedió hace 3500 años a.C. Sin embargo, también comprende a aquellos especímenes que aparecieron en algún punto de este periodo y continúan con vida en la actualidad.
Una peculiaridad distintiva de las especies prehistóricas eran las longitudes que podían alcanzar, aunque habían diferencias entre una y otra. Lo cierto es que a pesar de la gran cantidad de estudios geológicos y arqueológicos que se han llevado a cabo para conocerlos a fondo, la humanidad aún cuenta con escasa información.
Características de los animales prehistóricos
Más allá de tener certeza sobre el comportamiento que tenían los animales prehistóricos, se han interpretado sus formas de vida según la posición de cada fósil hallado, tomando como referencia a las criaturas de la actualidad. Las teorías científicas apuntan a que sus conductas eran muy parecidas a las de las aves y reptiles, debido a semejanzas evolutivas.
Como en la mayoría de los ecosistemas, se cree que los animales prehistóricos vivían en una estructura jerárquica, en la cual el más grande tenía el poder. En cuanto a los dinosaurios, el Tyrannosaurus tenía el primer lugar entre los carnívoros depredadores y solía cazar en solitario. Algunas teorías apuntan a que este ejemplar era carroñero, es decir, comía de los restos de animales muertos.
Los más pequeños, también depredadores, acostumbraban a capturar presas en manada, pues resultaba más sencillo. Aunque están relacionados con los pájaros y lagartos, los voladores emplumados eran demasiado grandes, lo que los convertía en víctimas fáciles, debido a que no volaban tan rápido y su peso entorpecía su agilidad.
Fisiología
Las comparaciones de los animales prehistóricos con respecto a los lagartos tienen razones de peso. Gracias a esta proximidad, investigadores asumen que fueron capaces de adaptarse al ecosistema que habitaban y sobrevivir largos periodos sin agua y alimentos, aún en climas adversos. Esto los diferenciaba considerablemente de los mamíferos.
Se estima que las especies que se localizaban en zonas frías o con muy bajas temperaturas, contaban con una estructura corporal dotada de filamentos como los del pelaje de un oso polar. En otros casos, a pesar de no pertenecer al agua, tenían aletas que les permitían moverse en sitios acuáticos según lo requerían.
Son miles los descubrimientos interesantes realizados a partir del hallazgo de fósiles. Uno de ellos está relacionado con las crías de los seres vivos que habitaron la tierra en la prehistoria. Estas podían crecer aceleradamente, en un proceso muy parecido al que atraviesan los mamíferos y las aves. Sin embargo, requerían mayor cantidad de oxígeno.
animales prehistóricos en el pasado
Los estudios realizados a especies antiguas han permitido avanzar en el entendimiento de muchas teorías evolutivas, pero los indicadores apuntan a continuar la investigación sobre los reptiles. Algunos de los animales más célebres que coexistieron en la prehistoria son:
- León de las cavernas: carnívoro que habitó la tierra finalizando el Pleistoceno, en la región de Norteamérica y Eurasia. Está emparentada con los leones modernos y las panteras. Se extinguió hace 10.000 años, pero se tiene poca información sobre él.
- Mamut: Herbívoro de grandes cuernos, vivió en el periodo Cenozoico y desapareció hace 3700 años. Aunque existen diversas variedades de este animal, el más conocido es el mamut lanudo, el cual se ubicó en África, Norteamérica y Eurasia.
- Nautiloidea: Molusco dotado de concha, que pertenece al Paleozoico. Fue un gran depredador y está relacionado con el nautilus actual.
Ejemplos de Animales prehistóricos vivos
Entre los animales que vivieron en la prehistoria y que aún nos acompañan destacan:
- Tortuga caimán: tiene casi 66 millones de años, pesa unos 80 kg y mide alrededor de 75 cm. Este carnívoro se mueve en agua dulce y come casi cualquier cosa. Si se encuentra en libertad, se alimenta sobre todo de pescados.
- Pelícano: Con casi 30 millones de años, es casi imposible que no hayamos visto uno alguna vez. Ahora no luce que igual que hace unos años, básicamente por su pico, pero existen ocho especies adicionales de este pajarraco.
- Esponja de mar: Animal invertebrado, que habita en todo el globo terráqueo desde hace 760 millones de año. Puede estar tanto en agua dulce como salada. A ella se le suman los pepinos de mar, erizos, gambas, caracoles de mar, langostas, cangrejos y almejas.
Existen muchos otros animales prehistóricos que vale la pena conocer, pues nos dan luces de lo que fue su paso por la tierra. Conforme la ciencia avance, será mucho más fácil definirlos y clasificarlos.
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