Poco más de 6600 especies se congregan en el género anura. Su nombre obedece a una característica distintiva de los ejemplares adultos, la falta de cola. A este grupo pertenecen los sapos y ranas, anfibios de complexión rolliza y compacta, dotados de unas curiosas patas traseras que les permiten dar saltos precisos y potentes.
Unas 54 familias reúnen los especímenes de este género. La mayoría vive en el agua o en sus alrededores. Sus proporciones oscilan entre los 8.5 mm y los 30 cm, pero se pueden hallar mucho más grandes. La anura de mayor tamaño es la rana goliat, que puede medir 80 cm con las patas estiradas y pesar tres kilogramos. Es capaz de saltar tres metros en un solo impulso. Lamentablemente está en peligro de extinción por la pérdida de su hábitat.
Diferencias entre sapos y ranas
Las ranas son más ligeras y delicadas. Son excelentes saltadores, tienen la habilidad de trepar y aman el agua. Tienen la piel lisa y humedecida, recubierta de moco. Por su parte, los sapos son una clase de anura con la epidermis arrugada y dura. Su complexión es rechoncha, sus movimientos son torpes y prefieren los charcos y el lodo.
hábitat del Anura
Las preferencias de hábitat cambian conforme a la edad del anura. Mientras renacuajo prefiere un ambiente acuático, el adulto opta por la tierra. Cuando están en esa etapa regresan al agua únicamente para el apareamiento.
Algunas especies son autóctonas de climas desérticos. Los climas tropicales se asocian a ejemplares más robustos, de tonos muy diversos. En las zonas donde el frío arrecia, el anuro hiberna refugiándose en la tierra o el lodo. Se hallan ejemplares en cualquiera de los continentes. Sin embargo, el área norteña de África o la península árabe carecen de estos animales, al igual que las zonas congeladas de Asia, Norteamérica y Groenlandia.
Características de los Anuros
Los anuros se caracterizan por tener bocas espaciosas y piezas dentales compactas, aunque algunos carecen de ellas. Un rasgo que sí comparten, son sus lenguas protráctiles, que pueden estirarse mucho fuera de la boca. Cuentan con párpados, pero no con orejas.
Las patas traseras están más desarrolladas y «albergan» cuatro dedos, mientras que las delanteras tienen cinco. Entre cada dedo se ve la conocida membrana interdigital, que los convierte en hábiles nadadores. Su columna vertebral compacta y sólida es denominada urostilo, sirve para facilitar los saltos.
Los ojos de estos animales poseen una singular agudeza. Gracias a ellos detectan bichos voladores que atrapan y engullen con su lengua. Su carácter sigiloso les ayuda a pasar desapercibidos ante sus presas, que pierden la batalla contra la velocidad de su lengua. Allí quedan adheridas y listas para convertirse en su alimento.
El adulto come sólo animales vivos que caza durante el ocaso. Entre ellos se encuentran arácnidos, gusanos y crustáceos. También pueden devorar lagartijas y roedores. Por su parte, el renacuajo se nutre de sobras de animales, plantas y plancton.
Reproducción del Anura
Su apareamiento se denomina amplexus, siendo inguinal o axilar, y ocurre en fechas primaverales. La fecundación es superficial, y para la hembra es vital la presencia de agua.
Se reúne gran número de ejemplares cerca de estanques o en la extensión de arroyos para aparearse. El macho llama a la hembra al coito, siendo ÉStas las que se acercan a ellos.
El macho sujeta a la hembra, pero ella elige dónde se depositarán los huevecillos. Las especies más antiguas se distinguen porque el macho sujeta la cintura desde el lomo, en posición inguinal. Mientras que las más desarrolladas optan por una posición cercana a las axilas.
El grueso de anuros son pacíficos, pero pueden mostrarse agresivos si otro ejemplar invade el territorio de apareo. Lanzarán una advertencia al intruso en forma de llamada. Si el invasor la ignora comenzará la pelea con patadas, golpes y mordidas.
Los adultos de anura ponen los huevos en cordones o paquetes recubiertos de una masa flexible y pegajosa. Esta se abomba al contacto con el agua, sus características varían conforme a la especie. El macho será el responsable de la fecundación.
En diversos casos al fecundarse crecen en abandono. No obstante, en ciertas especies ambos padres cuidan de las crías. El macho del género Pipa reparte los huevos en el lomo de su compañera. La piel de ella posee surcos donde quedan afianzados.
De renacuajo a adulto
En el género anura, los renacuajos pasan múltiples cambios que los distinguen de un ejemplar maduro. Así el renacuajo carece de patas o boca. Destaca su cola semejante a un remo. Utilizará sus ventosas para “pegarse” a los pedazos de huevo. Allí empezarán su metamorfosis para desarrollar seis branquias externas y bifurcadas. El renacuajo perderá cola, branquias y pico.Cambiándolas por sus nuevas extremidades, pulmones e inclusive dientes. Estas adaptaciones pueden llevar entre 3 a 5 meses.
Amenazas y curiosidades
Existen múltiples especies de anura en riesgo. La explotación de los recursos hídricos por parte de la sociedad constituye el mayor riesgo. Porque altera el hábitat de tales animales.
La rana arborícola destaca por tener la parte baja de su cuerpo fino y traslúcido. De manera que pueden verse vísceras y corazón a través de ella. Los miembros del género anura tienen respiración epidérmica que completa el trabajo de los pulmones. A su vez, hay ejemplares que carecen de pulmones así que el oxígeno es absorbido netamente por la piel. Los tonos que los identifican incluyen pajizos, verdosos, grisáceos y marrones.
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