Una de las especies más conocidas en el reino animal es la araña lobo (Lycosidae), no sólo por su particular nombre, sino también por las características que la definen. Este artrópodo debe su nombre al parecido de su cara con la de ese mamífero cazador. Posee ocho ojos, de distintos tamaños, y sus sentidos están siempre activos, en especial el del tacto, por lo que detecta fácilmente a sus victimas.
Características de la araña lobo
Esta araña puede medir de uno a dos milímetros cuando está pequeña, y de dos a cuatro centímetros en la adultez. Tiene una gran potencia muscular que le ayuda escapar de los peligros y a camuflarse en el entorno para protegerse de sus enemigos. Generalmente es marrón oscuro, pero su coloración varía según la zona en que habita. De allí que se pueden encontrar ejemplares negros, grises y naranjas.
La hembra es más grande que el macho. Sus ojos tienen una ubicación muy peculiar. Se distribuyen en tres filas. Los dos más grandes están al frente, con marcada separación. Luego vienen otros dos, de proporciones medianas, y detrás de éstos otros cuatro que forman una ligera curvatura.
En el área del abdomen refleja unas marcas de matiz oscuro, que dan un patrón distinto según el sexo. Cuenta con patas largas, cubiertas de vellos que le sirven para detectar elementos exteriores. Se habla de la existencia de unas 2.300 especies, algunas de las cuales se distinguen por una brillante tonalidad salmón.
Aspectos interesantes
A la hora de cazar, la araña lobo corre muy rápido, por lo que es casi imposible que sus presas (grillos, hormigas, moscas y hasta pequeñas ranas) logren escapar. Pese a que sus ojos son fijos, tiene una excelente visión periférica que le permite ubicar muy bien a su objetivo. Al verla realiza un salto extraordinario para posarse sobre éste, inmovilizarlo hasta matar, y luego ingerirlo.
La araña lobo habita principalmente en Estados Unidos, específicamente en Oklahoma, Florida, Maine y Texas. Su territorio ideal para vivir son los compuestos por sabanas, desiertos, praderas y otras áreas boscosas provistas de rocas u hoyos donde pueda esconderse.
Reproducción del araña lobo
Se sabe que la araña lobo hembra tiene muy mal carácter, al punto de llegar a ser bastante agresiva. Cuando el macho desea aparearse, se acerca a su pareja atraído por el olor, pero es ella quien decide si acepta o no la copulación.
Una vez que se aparean, la hembra produce una especie de saco con su propia seda para colocar a sus huevos. Los carga en su abdomen hasta que las crías nacen. Cuando lo hacen se trepan sobre el lomo de su madre y se mantienen allí un par de semanas hasta que estén listas para independizarse. Pueden mudar unas cinco veces antes de desprenderse del cuerpo de la madre. Luego de eso ni crecen, ni mudan más.
Un animal inteligente
La necesidad de protegerse obliga a la araña lobo a aplicar su inteligencia. ¿Cómo? Frecuentemente cava hoyos de hasta 25 centímetros de profundidad, se mete allí y coloca piedras en las entradas para impedir el acceso a sus enemigos. También de esta forma es capaz de atraer a sus presas, mientras se esconde. Las rocas sirven asimismo para mantener seca su guarida cuando llueve, logrando resguardarse del agua.
Aunque para muchos la araña lobo represente un animal aterrado, la verdad es que no representa un gran peligro para el hombre. Si bien es cierto que su mordida es dolorosa, produce un intenso picor y acarrea una ligera inflamación, la sustancia que emana no es venenosa ni mortal.
Algunas otras reacciones que presenta el hombre al ser mordido por la araña lobo son: oscurecimiento de la zona afectada, náuseas, mareos, pulso acelerado e hinchazón de los ganglios linfáticos.
Si estás en tu casa y alguien es mordido, no vendes o cubras la herida, y lávala con jabón y agua tibia inmediatamente.
Coloca hielo para reducir la hinchazón y espera la evolución del paciente. Si no se ve mejoría, lo más recomendable es buscar ayuda médica urgente, a fin de aplicar las medidas necesarias para evitar complicaciones en la salud.
más datos sobre la araña lobo
Diversas investigaciones han permitido conocer que la araña lobo tiene ocho patas, sus ojos destellan luz en medio de la oscuridad y llegan a alcanzar velocidades de hasta 0.6 m/s, una cifra bastante buena para un animal de su tamaño.
Pese a que tiene mayor presencia en Estados Unidos, se han detectado poblaciones de esta especie en todo el mundo, principalmente en Sudamérica. En general es un espécimen muy solitario y a diferencia de otros de su tipo, no teje telarañas para cazar. Su táctica es permanecer inmóvil hasta hallar el momento para oportuno para atacar.
Al alimentarse de insectos, la araña lobo favorece la erradicación de animales peligrosos. Un aspecto particular, es que se adapta a cualquier tipo de clima. Sus principales enemigos son los perros, gatos y serpientes.
Protección
Es importante trabajar en la conservación de la araña lobo, debido a que no representa ningún riesgo para el ser humano. Mientras no se le moleste y no se sienta amenazada, no atacará. Al contrario, su acción en huertos o campos productivos, es una alternativa natural para mantener a raya a los depredadores. Eso sí, es preciso considerar que la araña lobo muchas veces es confundida con la araña parda, que sí tiene un veneno altamente tóxico.
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