Vamos a conocer a uno de los peces de mayor tamaño de América del Sur, que habita en los ríos de agua dulce, sobre todo en la cuenca del Amazonas. Se trata del arapaima, cuyas características particulares lo han convertido en una especie de estudio permanente. Esta variedad ictícola es popularmente conocida con varios nombres: pirarucú o paiche, pero su nombre científico es Arapaima gigas. Pertenece a la familia Arapaimidae y se lo clasifica como un pez osteoglosiforme, es decir que posee una lengua huesuda. Es posible encontrar al arapaima en todos los países atravesados por el cauce del río Amazonas.
Las raras características del arapaima
El arapaima es un pez de grandes dimensiones, puede superar los 3 metros de longitud y se han encontrado ejemplares de 250 kilogramos de peso. Debido a esto, algunos lo han denominado “pez dinosaurio”.
Su cuerpo es escamoso, de un color grisáceo y se caracteriza por ser delgado. Su aleta caudal posee unos 18 rayos. La cabeza es estrecha y posee una lengua que está provista de una hilera de dientes, de allí que se lo considere un pez osteoglosiforme. Los pueblos de la cuenca del Amazonas utilizan la lengua del arapaima como utensilio raspador.
Una de las características más destacadas de esta variedad de peces, es que posee una respiración combinada, entre branquial y atmosférica. Debido a los ciclos de crecida y descensos de las aguas del río Amazonas, el arapaima se ha ido adaptando a estos cambios. Cuando las aguas bajan, dejan importantes áreas pantanosas, donde la presencia de oxígeno dentro del agua es escaza, por lo que estos animales han desarrollado la capacidad de obtener oxígeno, realizando una respiración atmosférica.
Un pez de agua y lodo
Cuando las aguas del Amazonas crecen – hecho que ocurre durante la mitad del año – producto de las lluvias y los deshielos de la Cordillera de los Andes, toda la cuenca se inunda y el arapaima tiene la capacidad de poder nadar sin ningún inconveniente entre los árboles que han sido alcanzados por la creciente.
Cuando se produce el descenso de las aguas, las zonas que antes estaban inundadas se transforman en pantanos, este pez se entierra en el lodo, dejando fuera sólo su cabeza y practicando su respiración atmosférica, que los científicos describen al pez emitiendo un sonido similar a la tos.
El ciclo reproductivo del arapaima
Los movimientos estacionales de las aguas del Amazonas han influido de manera decisiva en el ciclo reproductivo del arapaima. Cuando las aguas están en pleno período de descenso, estos peces construyen sus nidos en el lecho del río, donde luego la hembra depositará los huevos.
Los huevos harán eclosión coincidiendo con el período de creciente del río. Esto les permite a las crías desarrollarse en un hábitat de abundante agua, propicio para su desarrollo. Durante los primeros tiempos de su desarrollo, las crías serán acompañadas por ambos padres para que se alimenten.
Un dato curioso de estas especies es que cuando el nido se ve amenazado, el macho incuba los huevos en su boca y, si es necesario, los traslada a un lugar más seguro para continuar el proceso de incubación. El macho puede incubar en su boca miles de huevos.
Las crías se alimentan de plancton y pequeños invertebrados, mientras que lo ejemplares adultos lo hacen de peces más pequeños, animales terrestres que capturan en las zonas pantanosas y hasta aves que caen en el agua.
El papel económico del arapaima
El arapaima cumple un papel económico destacado entre las comunidades que habitan en la cuenca del Amazonas. Su gran tamaño permite que un ejemplar pueda rendir hasta 60 kilogramos de carne, a la que se considera sumamente sabrosa. Su presencia en aguas superficiales y su exposición para la respiración atmosférica, facilitan su pesca, por medio de arpones o simplemente golpeándolos con un palo.
Nuevas especies de arapaima
Desde 1847 no habían sido descubiertas nuevas especies de arapaima, hasta que hace algunos años, el profesor Donald Stewart, del Departamento de Biología Ambiental y Forestal, que depende de la Universidad de New York, descubrió una nueva especie con características que la diferencian del resto de los arapaimas conocidos.
Según la descripción dada, el Arapaima leptodoma – tal es el nombre científico que le fue dado – posee la cavidad sensorial dorsal del preopérculo es extremadamente delgada, el margen ventrolateral de la cabeza, donde se reúne la tercera extremidad anterior infraorbital del preopérculo está fuertemente inclinado, tanto que dicha superficie ventral de la cabeza es casi plana, y la base anterior tercera de la aleta dorsal está cubierta con una vaina engrosada y ampliada que esconde la aleta dorsal.
La captura y posterior traslado a un acuario, de ejemplares de arapaima se ve dificultado por las zonas y esto complica estudios más profundos sobre esta nueva especie y sobre las ya conocidas. En cautiverio, un arapaima puede llegar a vivir hasta 15 años.
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