Los bosques y praderas de Europa conforman el hogar natural de un animal cuyo pelaje ha sido apreciado desde tiempos muy remotos, nos estamos refiriendo al armiño. Este pequeño mamífero, que fue perseguido durante siglos para obtener su piel, es considerado una de las especies más dañinas del continente. El armiño pertenece a la familia Mustelidae y su nombre científico es Mustela erminea. A pesar del parecido físico del armiño con el hurón, con quien comparte familia, no es aconsejable adoptarlo como mascota por sus características peligrosas. Estos animales no poseen una tradición de convivencia con los seres humanos.
¿Cómo es un armiño? Sus características
Son los más pequeños representantes de la familia Mustelidae. El armiño es un animal carnívoro. Su cuerpo es pequeño y alargado, dotado de una extraordinaria flexibilidad. Apenas llega a medir entre 20 y 30 centímetros de longitud – sin contar su cola -. Su peso varía entre los 100 y los 300 gramos. Entre las hembras y los machos de esta especie existe una leve diferencia de tamaño, siendo los segundos, algunos centímetros más grandes.
El pelaje del armiño – una de sus cualidades más apreciadas – es corto y de una extrema suavidad. Como característica particular, el pelo del armiño cambia bruscamente de color de acuerdo a la estación del año. Durante el verano, el pelo es pardo o marrón, sobre el lomo del animal y blanco amarillento en la zona del vientre. En el invierno, el pelo se vuelve completamente blanco, luego de una muda que comienza en el otoño. Sólo un pincel de pelos negros en el extremo de la cola, se mantiene inalterable en estos animales.
Los ejemplares que habitan en regiones con prolongadas épocas frías, pueden presentar la coloración blanca de su pelo durante todo el año.
Hábitat del armiño
Los armiños habitan las zonas boscosas y las praderas del continente europeo. Sus territorios se extienden hasta las zonas frías. Estos animales viven en madrigueras que establecen entre las piedras o bajo matas de arbustos espinosos para evitar el ataque de otros depredadores.
Alimentación
El armiño es un animal carnívoro. La base de su dieta está constituida por roedores que, gracias a su gran agilidad puede perseguir hasta su propia madriguera. También puede alimentarse de aves. La técnica de cacería es bastante agresiva, ya que el armiño ataca a sus presas mordiéndoles el cuello y sujetándolas con sus garras, hasta que se desangran.
Reproducción del armiño
Según se sabe, el armiño alcanza su madurez sexual a los 6 meses de vida en el caso de las hembras y al año los machos.
Los machos se encuentran activos sexualmente durante la primavera y el verano, mientras que en las hembras la ovulación es inducida por la cópula que, normalmente se produce en la primavera.
Una vez producido el apareamiento, las hembras disponen de un sistema natural de implantación diferida, es decir que luego de la fecundación y de un período de desarrollo, el blastocito se implanta en el útero 9 meses después de la fecundación. El período de gestación varía entre los 223 y 378 días.
De esta manera, las hembras que han sido fecundadas en primavera, darán a luz sus crías en la primavera siguiente. Las camadas van desde los 4 a los 13 ejemplares, que al nacer pesan entre 2,7 y 4,5 gramos. Las crías permanecen junto a su madre por espacio de unas 12 semanas. A partir de allí, los jóvenes ejemplares aprenderán junto a la madre a cazar y a valerse por sus propios medios.
La piel del armiño
Durante siglos este animal fue duramente perseguido por su extraordinario pelaje. La devoción de los armiños por mantener su pelo siempre limpio y reluciente permitió que los cazadores de pieles desarrollaran técnicas innovadoras para atrapar a estos ágiles animalitos. Al salir de cacería, acompañados por sus perros, los cazadores tapaban las madrigueras con barro fresco. Los armiños al llegar a ellas, no se animaban a trasponerlas para no ensuciar su pelaje y eran atrapados por los perros.
Por otra parte, la cría de estos animales en cautiverio para su uso en la industria peletera ha tenido resultados diversos, debido a que los armiños no soportan el cautiverio y tienden a auto mutilarse y provocarse serios daños.
Las distintas campañas que, a nivel mundial, se desarrollan combatiendo el uso de pieles naturales para la confección de prendas de vestir ha dado excelentes resultados en la preservación de estas especies.
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