Las avispas son insectos voladores de la familia de los artrópodos (animales invertebrados con cuerpo y patas articuladas) de la especie himenóptera. Actualmente se conocen más de cien mil especies de avispas en todo el mundo, siendo las más comunes en Norteamerica las del género Vespula y Dolichovespula, comúnmente llamadas “chaqueta amarilla”.
Por lo general, suelen ser confundidas con las abejas, pero la principal diferencia entre ambas es la delgada cintura que tiene la avispa que separa su abdomen del tórax.
Características de las avispas
Cada especie de avispa tiene sus características particulares, sin embargo, hay rasgos morfológicos entre ellas que son similares, como su anatomía la cual está constituida por cabeza, tórax y abdomen, protegidos por un exoesqueleto duro. Estas partes se identifican como cabeza, mesosoma y metasoma, y por lo general las avispas miden unos 3.8 centímetros de longitud.
Las avispas tienen varios ojos u ocelos con los que pueden diferenciar la luz de la oscuridad, un sentido que lo tienen más desarrollado las avispas nocturnas.
Tienen dos pares de alas, uno grande y otro posterior un poco más pequeño, unidos por unos ganchos llamados frenillos; y hay especies en las cuales las hembras no tienen alas.
Las antenas de las avispas están formadas por los segmentos escapo, pedicelo y flagelo. Tienen como unos dientes con los que muerden y el cuerpo, en algunos tipos, está cubierto por una pelusa gruesa; y tienen tres pares de patas.
Las avispas son de color marrón oscuro o negras, siendo estas últimas las más conocidas, y tienen rayas amarillas.
Las hembras poseen un aguijón, el cual se origina del órgano sexual femenino llamado ovipositor.
Hábitat
Las avispas están presentes prácticamente en todo el mundo y existen dos categorías principales, las solitarias y las sociales. Las primeras cuando son adultas viven y trabajan solas, y la mayoría no hacen nidos y son fértiles. Mientras que las sociales viven en colonias muy numerosas y construyen nidos.
Prefieren vivir en lugares soleados donde construyen sus nidos, los cuales se ubican en montículos al lado de paredes, debajo de los pisos o aleros, en las ramas y troncos de los arboles, en las plantas, en las riberas de los ríos y en los agujeros subterráneos.
Alimentación de las avispas
Las avispas son depredadores o parásitos, por lo general de otros insectos terrestres, y tienen como presa predilecta las arañas, las cuales las usan junto a otros animales arácnidos como anfitriones reproductivos. Se alimentan de larvas y cuando son adultas lo hacen del néctar de las flores.
Biología y reproducción
Las avispas tienen sexos genéticamente diferentes. Las hembras tienen dos cromosomas y se reproducen a partir de huevos fecundados; mientras que los machos son haploides porque tienen un solo cromosoma y se desarrollan a partir de un óvulo no fertilizado.
Las avispas guardan el esperma en su cuerpo para controlar su liberación en cada huevo que ponen. Si una avispa hembra quiere poner un huevo macho, pone el huevo si fertilizar. Significa que las avispas, en cada especie, tienen el control voluntario absoluto del sexo de su descendencia.
En algunas especies el sexo de la avispa se puede definir por el número de divisiones que tienen en las antenas. En el caso de las avispas chaqueta amarilla macho tienen 13 divisiones en cada antena, y las hembras tienen 12. En algunos casos los machos se diferencian por tener un segmento visible adicional en el metasoma.
La avispa reina, según la especie, se diferencia de las avispas hembras obreras estériles porque es significativamente más grande que el resto, incluso que los machos.
Debemos destacar que no todas las avispas pueden reproducirse, en algunas especies solo la reina puede aparearse con la avispa macho, y el resto de la colonia son avispas trabajadoras infértiles.
Diferencias entre las avispas y las abejas
Son color negro o marrón oscuro y amarillo, y dependiendo de la especie, como en el caso de la avispa asiática, es casi toda oscura. Mientras que la abeja es de color pardo medio oscuro y dorado, no amarillo.
Las avispas tienen una cintura bastante visible, mientras que en las abejas no se nota casi.
El aguijón de la avispa y de la abeja, a nivel microscópico, no es igual. El de la avispa es liso y puede picar con él en varias ocasiones sin arriesgar su vida. El aguijón de las abejas tiene unos pinchos que provocan que se les desgarre el estómago cuando se intenta sacar, por lo que después de picar ellas mueren.
La picadura de avispa
Las avispas pican a los humanos porque es su mecanismo de ataque o defensa. Al picar, el insecto inyecta un veneno en la piel, una sustancia de naturaleza variada que causa escozor, dolor, picazón, enrojecimiento en la zona afectada y cambios en la permeabilidad capilar que genera una inflamación, y depende de la especie, hasta puede provocar destrucción del tejido.
En el caso de picaduras de avispas, ellas no dejan aguijón en la piel, por lo tanto lo primero que se debe hacer es limpiar la zona afectada con agua y jabón, aplicar un hielo cubierto con un paño durante unos 10 minutos, retirar y volver a poner, así hasta cumplir una media hora. Suministrar un analgésico para el dolor y observar si hay una reacción alérgica en la persona.
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