El singular aye aye, es tal vez la única especie del género Daubentonia y la familia Daubentoniidae, que se puede encontrar en la actualidad. Su pariente más cercano era el aye aye Gigante, pero éste desapareció hace casi 1000 años. Algunos autores lo asocian con los lémures, y otros con los primates. Incluso, hay muchos que llegaron a emparentarlos con las ardillas, debido a su larga cola.
Su nombre científico es Daubentonia Madagascariensis. Por su extraña apariencia fue vinculado a la mala suerte y a los espíritus nocturnos. De allí que en muchas regiones preferían llamarlo «heh heh», que traduce «yo no sé». «Hai hai» y «Hay Hay» fueron otros términos empleados para identificarlo en ciertas regiones de Madagascar, de donde es originario. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo protege, por hallarse en peligro de extinción. Todavía hoy hay quien lo mata por su supuesta relación con los malos augurios.
Descripción
El aye aye ha sido identificado como un prosimio, es decir, un suborden de primate de hábitos nocturnos y caracteres primitivos, con un hocico prominente y un olfato desarrollado. El cuerpo de este animal es negro o marrón, aunque su cara es blanca. Tiene mucho pelo y su peculiar cola puede que sea más larga que él, razón por la cual se asoció con la ardilla al momento de su descubrimiento, en los años 1.700.
Cuando crece, el aye aye puede verse del tamaño de un gato. Generalmente alcanza unos 40 centímetros desde la cabeza hasta la cola. Esta última mide unos 50 centímetros más. Pesa de dos a tres kilo y su tiempo de vida es de 23 años o menos.
Tiene unas grandes orejas como las de un felino, pero un poco más circulares. Sus ojos son muy sensibles y grandes, y de un tono amarillo. Su nariz es finita, humeda y rosada. Posee cinco dedos en cada pata, delgados y largos. Cuenta con una sola uña y las demás son garras que le sirven para colgarse de los árboles. Con su tercer dedo puede agarrar su comida. Sus sentidos son agudos, especialmente el oído y el olfato.
Hábitat del aye aye
Al aye aye se le puede ubicar al este de Madagascar, en plena selva tropical. Casi no baja de los árboles, principalmente de bambú y cocotero. En el día duerme en nidos que fabrica con hojas y ramas. Estas guaridas tienen forma de esfera. Son cerradas, con una única «puerta de entrada». Para construirlos eligen las bifurcaciones de árboles prominentes, de unos 12 metros de altura.
Aunque son solitarios, dicen que los machos del aye aye puede compartir su espacio con otros de su mismo sexo.
Alimentación
Su principal alimento son las larvas de los insectos que están debajo de los árboles. En su dieta también incluyen ciertos frutos, semillas y hongos. Aprecian el sabor del coco.
Para conseguir que comer utilizan su tercer dedo. Con él golpean los árboles para oír por dónde están las larvas, y luego las extraen con el mismo dedo. De igual forma, utilizan ese mismo miembro para sacar la pulpa de las frutas.
Es importante precisar que cortan la corteza con sus grandes dientes, que se parecen a los de los roedores, y siempre crecen. Después toman los alimentos con su tercer dedo que es más grande que los demás.
Reproducción del aye aye
Las madres aye aye tienen una sola cría en cada parto, y suelen cargarla en la espalda durante sus primeros meses de vida. Normalmente pasan el día con ella en el nido. El autor Petter and Peyrieras, en el año 1.970, explicó que las aye aye logran su fertilidad a los tres y cuatro años de vida, y quedan en embarazo cada dos o tres años, durando éste unos cinco meses. Eventualmente marca su territorio para defender a sus hijos.
No hay una época específica de apareamiento. Al estar lista para ello llama a los machos, y ellos forman un círculo dejándola a ella en el centro. Posteriormente se emprenden fuertes peleas para determinar cuál se gana el derecho de estar con ella.
Características generales
- Se creía que el aye aye había desaparecido en el año 1980.
- Esta especie fue reconocida como lémur en 1800, pero tienen su propia especie.
- La caza y la desaparición de su hábitat los ha puesto en riesgo de desaparecer.
- Salen muy poco de su zona confort.
- Casi no pisan los suelos húmedos.
- Se presume que en su país de origen existan unos 2.500 aye aye, pero es casi imposible de precisar debido a sus comportamientos nocturnos. Aunque tienden a dejar marcas al desplazarse, pueden pertenecer a un mismo individuo,
- Unos 12 ejemplares se encuentran protegidos en la isla reserva de Nosy Mangabe.
- Utiliza el mismo método de los pájaros carpinteros para conseguir comida. Usa sus dientes delanteros para perforar la corteza, y luego extrae con su dedo los insectos.
- Emplean su olor para delimitar su territorio.
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