En las aguas de los hemisferios norte y sur habita la ballena franca austral. Durante un tiempo sus poblaciones estuvieron en riesgo, pero a partir de 1937 se tomaron iniciativas para su protección y, gracias a ello, hoy en día se puede decir que se han recuperado satisfactoriamente. En la comunidad científica se refieren a ella como Eubalaena australis, pero su mote vulgar (ballena franca austral) proviene del inglés “Right whale” (ballena franca), utilizado por los cazadores que se disponían a matarlas para hacerse con su carne, huesos y aceite.
¿Por qué la preferían? Sencillamente porque son lentas nadadoras, frecuentan las zonas costeras y, al morir, flotan. Por si fuera poco, de su cuerpo pueden extraerse 7200 litros de aceite.
Características de la ballena franca austral
La ballena franca austral pertenece a la familia Balaenidae. El macho puede medir alrededor de 15 metros de longitud. mientras que la hembra suma unos dos metros más. Un ejemplar adulto fácilmente pesará cerca de 40 toneladas.
Su testa constituye cerca de la cuarta parte de su longitud total. Su mandíbula tiene un arco pronunciado, y en los laterales del maxilar superior penden unas 270 barbas. Éstas son alargadas y estrechas. Miden unos tres metros cada una, comienzan a desarrollarse cuando el animal es solo un feto, y les sirven para retener su alimento. Cuando se sumerge, esas barbas se aprecian pajizas, níveas, rosas o naranjas. Mientras más joven sea el individuo, más suave será esa coloración.
La ballena franca austral cuenta con un par de orificios exteriores de respiración, que forman un ángulo agudo. Por ello, su soplido-que alcanza los cinco metros de altura-se aprecia como una “V”.
Vale decir también, que este animal goza de una complexión robusta y carece de aleta dorsal. En cambio, posee aletas en el pecho, que son dilatadas y espaciosas, y una aleta caudal que alza en cada inmersión. La pigmentación de su dermis varía entre negra y parda, siempre con motas blanquecinas en la zona ventral.
¿Huellas dactilares?
En diversos estudios se ha determinado que la ballena franca austral cuenta con callosidades de unos cinco centímetros de grosor. Se hallan en diferentes partes de la cabeza y tienen consistencia córnea. Su forma, tamaño y ubicación varían de un animal a otro y se mantienen con el crecimiento, por lo que funcionan como una especie de huellas dactilares que permiten identificar al animal.
Su formación inicia en la etapa fetal y toman un color gris oscuro. Allí se congregan los llamados piojos de las ballenas y unos crustáceos marinos que le dan sus tonalidades características. Se suelen ver en el labio inferior, en la mandíbula, en los ojos y en el átra dorsal de la cara. La callosidad más prominente se llama bonete y está en el hocico.
hábitat y alimentación de la ballena franca austral
Hay un par de variedades, las oriundas de la región norteña y sus homólogas sureñas. Nunca se encuentran entre sí, porque respetan el área ecuatorial. Según sea la especie, se le puede hallar en aguas argentinas, australianas, uruguayas y neozelandesas. En la época invernal, cuando atraviesa por su fase reproductiva, viaja a climas más cálidos.
Sus alimentos predilectos los representan el kril y el zooplancton. Su barba filtra el agua que entra en la boca y retiene su menú. La ballena franca austral busca su comida en la superficie o a una profundidad de 50 metros, donde más abundancia exista.
Comportamiento
A este animal le gusta mucho saltar. De hecho, una ballena franca austral puede dar una decena de saltos consecutivos. Cuando eso sucede, toma una postura vertical e inclina su cabeza. Estando en el aire, su cola contrasta con el azul del cielo, un espectáculo visual digno de admirar si se presenta la oportunidad.
Sin lugar a dudas resulta curioso que lo primero que se avista sea su cola. Y es que a diferencia de otros mamíferos de su clase, no saca a primera instancia su cabeza. Agitando las aletas de su pecho y la caudal, golpetea el agua efusivamente. En época de apareo es frecuente que brame o gimotee junto a este movimiento.
Sus vainas pueden estar compuestas por una docena de ejemplares. Sin embargo, en promedio se integran por dos o tres. Migran entre los meses de mayo a noviembre.
Reproducción de la ballena franca austral
Resulta básico destacar que sus órganos sexuales tienen las mayores proporciones entre todos los animales. Cada testículo del macho tiene un peso aproximado de 525 kilogramos. Cerca del 1% del peso de su cuerpo radica en ellos, pues miden dos metros y tienen 78 centímetros de ancho. En cuanto a su pene, puede medir 2.7 metros. Los científicos consideran que así produce la cantidad oportuna de esperma para incrementar la posibilidad de gestación.
Al nacer, una ballena franca austral puede medir entre tres y cinco metros, y pesar 2-5 toneladas. Se dice que bebe alrededor de 380 litros de leche por día, algo que favorece considerablemente a su desarrollo. Entre los siete y 12 años alcanza su madurez sexual, y la gestación de la hembra conlleva un año entero. No obstante los partos se producen una vez cada tres o cinco años.
Esfuerzos para su preservación
Actualmente, se considera que existen entre tres mil y ocho mil ejemplares de ballena franca austral. En territorio argentino se ubican 20% de ellas. Partiendo de esta realidad, en septiembre del 84 se les declaró monumentos naturales en aguas argentinas. Esto como una manera de garantizar su protección.
Deja una respuesta