El blastocisto es un elemento embrionario. Éste se desarrolla en la etapa temprana del embarazo de mamíferos (embriogénesis) entre los cuatro o cinco días después de la fecundación y antes de ser implantado en el útero.
Cuando está en la etapa de blastocisto, el embrión tiene una estructura celular bastante compleja. La misma está compuesta por unas 200 células aproximadamente llamadas blastocitos.
Entre estas células están las del trofoectodermo, que formarán la placenta; y las de masa celular interna que le darán vida al feto. También tiene una cavidad central llena de una sustancia llamada blastocele. Todo esto reposa en una capa protectora denominada zona pelúcida.
Las células del blastocisto o también llamado blástula, son pluripotentes. Esto quiere decir, que las células de la masa interna pueden convertirse en cualquier tipo de tejido, menos en placenta.
Clasificación del blastocisto
Según la expansión que realiza el blastocisto se puede clasificar en temprano, cavitado, expandido y eclosionado.
Blastocisto temprano: cuando inicia la cavitación, es decir, apenas comienza a formarse el blastocele para dar lugar a la estructura completa del blastocisto.
Cavitado: en esta etapa ya se ha formado el blastocele, pero debe seguir llenándose de líquido para que el blastocisto pueda crecer.
Expandido: es más grande y la zona pelúcida más fina, lo que da paso a la eclosión, lo que significa que puede salir de la zona pelúcida.
Eclosionado: ya se puede realizar la implantación en el útero.
Desarrollo del blastocisto
Luego de las divisiones mitóticas del cigoto, lo cual produce un incremento celular, se forma una estructura redondeada y compacta llamada mórula.
Poco tiempo después de la formación de la mórula, las más de 12 células que la conforman, llamadas blastómeros, se movilizan por la aparición de un líquido que forma la cavidad del blastocisto, llamado blastocele. De allí que la mórula se forma como una cavidad llena de esta sustancia, transformándose en blastocisto.
Varios blastómeros se ubican en el centro de uno de los extremos del blastocisto para formar una masa de células internas que darán vida al embrión y se define embrioblasto.
De allí el embrioblasto se proyecta al centro del blastocele, mientras que el blastocisto llega al útero y flota en sus secreciones por unos dos días.
Cuando llega el día cinco, poco a poco la zona pelúcida va desapareciendo hasta eliminarse por completo. Al desaparecer da paso a la implantación a través de procesos de expansión y contracción. Este proceso es reforzado por enzimas que disuelven la zona pelúcida del lado del polo no-embrionario. Y es entonces cuando ya se puede hablar de embrión.
Una observación diaria de los embriones para su estudio morfológico permite escoger el embrión de mejor calidad para darle vida a un bebé sano.
Factores que influyen en el desarrollo del blastocisto
No siempre todos los óvulos fecundados llegan a ser blastocistos para luego ser fecundados en el útero de la mujer. Varios son los factores que pueden influir para que esto suceda:
- El estrés al que se someten los embriones durante los cinco días que están en el laboratorio, un entorno que puede llegar a debilitarlos o deteriorarlos e impedir el desarrollo de los más débiles.
- En los primeros tres días de desarrollo el embrión depende de la genética y nutrientes que pueda aportar el óvulo, por lo que se puede ver afectada su calidad, la cual también depende de la edad de la paciente.
- A partir del tercer día también se activan en el embrión los genes paternos, por lo que la calidad del espermatozoide influye. En el caso de una FIV con donación de esperma el banco de semen debe realizar controles muy exigentes para garantizar la calidad de la muestra a utilizar.
Transferencia de blastocistos
Cuando se trata de un tratamiento de fecundación in vitro (FIV), la transferencia de blastocisto se realiza en un momento determinado, cuando el especialista lo indique porque ya se puede ejecutar el proceso.
Para realizar el proceso de transferencia de blastocistos es necesario disponer de suficientes embriones de cada paciente. Esto permite que exista la posibilidad de que algunos lleguen a blastocistos en perfectas condiciones para la implantación.
Con la transferencia de blastocistos se puede controlar mucho mejor la gestación múltiple. Es una técnica que puede ser de mucha utilidad para pacientes que deseen evitar un embarazo múltiple.
En un embarazo natural el blastocisto es la etapa de desarrollo donde el embrión llega al útero tras recorrer la trompa de Falopio. De allí que se considere el momento ideal para la transferencia del blastocisto.
Cuando se intenta lograr un embarazo mediante la fecundación in vitro, es necesario que los embriones obtenidos luego de la fecundación sean de alta calidad para que lleguen a la fase de blastocisto en un cultivo embrionario.
Cuándo se recomienda la transferencia de blastocistos
- Mujeres que por la edad avanzada, respuesta a la estimulación ovárica, número y calidad de embriones conseguidos pueden beneficiarse de la selección embrionaria cuando están en la fase blastocisto.
- Parejas que han tenido repetidos fallos de implantación, o por lo menos dos transferencias con embriones de buena calidad en el tercer día de evolución y no se haya logrado el embarazo.
- Parejas que sufrido abortos en varias ocasiones.
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