El bulldog francés es un perro pequeño, musculoso, compacto, fuerte y de pelo corto, originario de Francia. A pesar de su baja estatura, es un animal potente, activo, con una estructura ósea bastante sólida, y muy inteligente.
Su cabeza es fuerte, cuadrada y ancha. La piel forma arrugas y pliegues casi simétricos. Su cráneo tiene mayor tamaño de ancho que de largo, debido a una contracción del complejo maxilo–facial.
La cola del bulldog francés es de pocas dimensiones, gruesa al principio y anudada al final. Se le conoce popularmente como “orejas de murciélago”, ya que es la raza que muestra mayor pabellón auricular cuando mira hacia el frente.
Para ser considerado saludable, su peso no debe estar por debajo de los 8 kilogramos, pero tampoco por encima de los 14 kg, pues debe ser proporcional a su tamaño corporal.
El hocico de esta mascota es amplio, profundo y de implantación notablemente trasera. Sus labios y trufa son negros, mientras que la mandíbula es profunda, ancha, cuadrada, y con un ligero cierre retrasado.
Otras características del Bulldog francés
El bulldog francés tiene el cuello corto, con una ligera curva, y carece de papada. Los ojos suelen ser oscuros, en sintonía con el color de la capa. Son medianos y redondeados.
Su cuerpo consiste en una línea dorsal que se eleva de manera progresiva hasta el nivel del riñón, para bajar rápidamente hasta la cola. Su dorso es musculoso y largo. El pecho es amplio y redondeado, las costillas son también redondeadas, y el vientre es recogido.
Las patas traseras de este perro son musculosas, fuertes y de mayor tamaño que las delanteras, lo que hace que el riñón esté por encima de la cruz. Las patas delanteras son separadas, resistentes, cortas pero musculosas, y con osamenta recta.
Comportamiento del bulldog francés
Sociable, alegre, alerta y juguetón son algunos de los aspectos que definen el carácter del bulldog francés. Al ser pequeño, afable, cómico, y ansioso de afecto, sirve perfectamente como perro de compañía.
Estos perros pueden comportarse muy bien con niños. De hecho, suelen ser muy protectores, especialmente las hembras. Son pacientes, afectuosos y dulce.
El bulldog francés ladra en raras ocasiones, solo lo hace cuando necesita algo, cuando se encuentra contrariado, o para llamar la atención.
Es un perro muy tranquilo, le encanta dormir mucho, y tiende a acumular gases y a roncar. Convive a la perfección con otros perros, principalmente con los de sexo opuesto.
Resulta muy buen guardián para el hogar, ya que ladra cuando siente ruidos. Es leal con sus dueños y con el hogar, y siempre estará alerta frente a posibles peligros.
Al bulldog francés se le considera un perro inteligente, pero también es bastante testarudo, por su remanente de perro de presa. Por ello, se debe educar de forma concienzuda.
Cuidados
Gracias a su tranquilidad, adaptabilidad y poco afán para ladrar, el bulldog francés es ideal para la vida en apartamentos y espacios pequeños. No requiere de mucho ejercicio, pero si se recomienda sacarlo a pasear diariamente.
De igual modo, se adecúa bastante bien a los climas fríos. Suele ser muy sensible a las temperaturas altas, por lo cual no conviene exponerlos al calor intenso. Se le debe hidratar constantemente ya que es propenso a sufrir golpes de calor.
Al bulldog francés se le debe alimentar de forma responsable, ya que si tiene sobrepeso puede padecer problemas en las articulaciones y de respiración.
Si se desea obtener cría de este perro, se debe considerar que el parto es sumamente complejo, debido a que su cabeza es muy grande en relación al cuerpo, lo que dificulta el proceso de expulsión de la cría.
Es normal que esta raza ronque, tanto de noche como de día, pero hay que asegurarse de que los sonidos no sean exagerados y de que respire correctamente, ya que este defecto podría ocasionarle dificultades graves de salud.
Las complicaciones más frecuentes son desproporciones en el tamaño, exceso de peso, afecciones cardíacas, problemas de la columna y dificultad respiratoria.
Estos problemas no se pueden prevenir fácilmente porque forman parte de la naturaleza del animal. De allí la importancia de vigilar su crecimiento y peso. Pese a que los cachorros puedan aparentar estar sanos, es probable que presenten patologías en el futuro.
La tendencia es a desarrollar malformaciones congénitas, cáncer, y alergias en la piel.
Historia del Bulldog francés
El bulldog francés es una raza originaria de Francia, establecida oficialmente a finales del siglo XIX. En principio, fue criado por encajeras en Inglaterra, y posteriormente en Francia, cuando se desplazaron debido a la Revolución Industrial.
Se cree que esta raza haya resultado del cruce entre los toy bulldogs, de Gran Bretaña, y los perros locales de Francia, propiciado por los criadores de los barrios populares en París, a finales del siglo XIX, con el objeto de obtener una raza atlética y ágil, que fuera buena en los combates de caninos.
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