Uno de los animales que mayor atención y curiosidad concitan, por parte de curiosos y hombres de ciencia, es el camaleón. Su capacidad de cambiar de color como forma de adaptarse al medio y que contribuye, también, a evadir el posible ataque de depredadores es objeto de admiración. El camaleón es una familia de pequeños reptiles escamosos, la familia de los Chamaelonidaes. Reúne a 160 especies reconocidas, todas ellas con similares características. La mayor parte de estas especies se concentran en África, en las regiones ubicadas al sur del Sahara. Son animales que transitan la tierra desde hace casi 50 millones de años, durante el Paleoceno.
Morfología del camaleón, sus características
Dentro de las 160 especies que componen la familia de los camaleones, existe una gran variedad de tamaños. Una de las 2 subfamilias en la que se divide la familia del camaleón, es la conocida como Brookesia, constituida por distintas especies de camaleones enanos, que no llegan a superar los 3 centímetros de longitud. La especie más pequeña es la Brookesia minima que apenas llega a media un centímetro y medio.
Dentro de la subfamilia de los camaleones típicos – cuyo nombre es igual al de la familia – encontramos al Calumna parsonii que mide unos 80 centímetros. Pero ya sea las grandes especies o la de ejemplares muy pequeños, todas comparten una serie de rasgos comunes.
Todas las especies de camaleón poseen las patas divididas en 2 dedos. Cada dedo está provisto de poderosas garras que le permiten al animal contar con una gran tracción para trepar árboles y peñascos. Las patas delanteras presentan 2 garras en la parte exterior y 3 en la parte interior. Lo llamativo es que sus patas traseras presentan una disposición contraria.
Muchas especies presentan protuberancias y otros elementos distintivos en su cabeza, como por ejemplo cuernos. Estos adornos que, en ocasiones, son de llamativos colores, suelen constituir un mecanismo de defensa para ahuyentar a sus atacantes. Los camaleones presentan un marcado dimorfismo sexual, siendo las hembras menos llamativas que los machos.
Los atributos únicos del camaleón
Los ojos del camaleón, son también un elemento distintivo. Un párpado recubre cada ojo, dejando libre un área circular donde pueden verse el iris y la pupila. Son grandes y de una apariencia globosa. El camaleón puede mover cada uno de sus 2 ojos de manera independiente, eso le proporciona una visión de 360° con, apenas, un punto ciego detrás de la cabeza. Cuando el camaleón detecta una presa, sus 2 ojos se fijan en la misma dirección que le permite al animal contar con una noción de profundidad.
Para alimentarse, los camaleones se valen de su lengua. Este órgano se encuentra enrollada en la boca y pude alcanzar el metro de longitud. Cuando el camaleón ha identificado una presa – generalmente insectos – lanza a gran velocidad su lengua que, con su punta pegajosa, atrapa la presa e inmediatamente la atrae hacia su boca.
Los movimientos de la lengua del camaleón sólo se han podido estudiar a partir del uso de equipos de filmación y fotografía de alta velocidad, lo que nos da una dimensión de los movimientos.
El camaleón carece de órgano auditivo, pero puede detectar vibraciones y ondas de baja frecuencia.
¿Por qué cambia de color el camaleón?
La capacidad que el camaleón tiene de cambiar de colores es su atributo más destacado, pero lejos de los muchos piensan, estos cambios no son sólo un mecanismo de defensa. Los cambios de colores de estos animales están vinculados a diversos factores.
La temperatura, la incidencia de la luz solar y sus condiciones psicológicas son algunos de los disparadores que pueden provocar que la piel mude de color.
La presencia de una pareja, en tiempos de apareamiento puede provocar estos cambios. Lo mismo ocurre cuando 2 ejemplares están en lucha, el color puede expresar agresividad o miedo. Estas especies poseen células pigmentarias en las diversas capas de la piel que actúan conforme a estas circunstancias. En su capa superior existen cromatóforos que varían entre el rojo y el amarillo. En una capa más profunda encontramos los guanóforos, capaz de reflejar el color azul de la luz. Y por último, los melanóforos que contienen melanina que le dan a la piel una tonalidad más oscura. Todas estas células se distribuyen y actúan según el estímulo que reciban.
Reproducción
Entre la tercera y la sexta semana, luego de la fecundación, las hembras del camaleón – que es un animal ovíparo – descienden de los árboles para depositar sus huevos. Esto lo hacen enterrándolos en un hueco que excavan con este propósito.
El tiempo de la incubación varía según la especie. El promedio va desde los 4 a los 12 meses, aunque hay especies como el Calumna parsonii que demanda un tiempo de incubación de 24 meses.
Una vez que eclosionan, las crías deben valerse por sí mismas. El camaleón alcanza la madurez sexual en menos de un año y pude llegar a vivir entre 4 y 5 años.
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