Las chinches son insectos que pertenecen al orden de los Hemípteros, una palabra compuesta que significa “hemi” medio y “ptero” ala. Su familia se subdivide en Heterópteros y Homópteros. Los Heterópteros o de alas desiguales son los más comunes e incluyen a las chinches de campo, las chinches de cama (CimexLectularius), los zapateros y los escorpiones acuáticos. En la segunda clasificación, los Homópteros, se ubican los pulgones y las cigarras.
Al igual que los ciempiés y las arañas, las chinches son artrópodas, es decir, animales invertebrados con el cuerpo segmentado y recubierto por un resistente esqueleto de quitina y sales minerales, con patas articuladas.
Aunque sea difícil de creer, las chinches son insectos sumamente antiguos. Se han descubiertos fósiles, tanto de Heterópteros como de Homópteros, que datan del Carbonífero (era que inició hace 2,5 millones de años A.C y finalizó 0,8 millones de años A.C) y el Jurásico (período geológico que comprende la Era Mesozoica). Muchas de las especies descritas en esas eras, subsisten dentro de los géneros actuales.
Morfología general de las Chinches
Una de las principales características de las chinches, es que la mayoría poseen un aparato bucal de tipo chupador perforante. La estructura de esta parte de su cuerpo está conformada por piezas modificadas que forman un pico, que vendría siendo el rostro.
Sus mandíbulas tienen forma de aguja, están envueltas por los labios y varían de longitud de acuerdo a la especie. El aparato bucal está plenamente adaptado para succionar la savia de las plantas y la sangre de los animales.
Sus ojos son compuestos y están ubicados a los lados de la cabeza. Hay chinches que también tienen ojos simples u ocelos sobre la frente, justo en el medio de los compuestos.
Sus largas antenas poseen al menos 10 segmentos y están situadas en lo alto de la cabeza, que además tiene músculos retractores y extensores.
Se distinguen igualmente por tener tres pares de patas de tipo locomotor, con las cuales pueden andar, saltar, agarrarse y nadar. Las patas medias son las que menos modificaciones sufren, en cambio las posteriores se van adaptando para cumplir la función de su tipo: nadadoras o saltadoras.
Su anatomía se completa con cuatro alas desiguales. Las anteriores suelen ser más endurecidas en los Heterópteros, y más suaves en los Homópteros.
Hay chinches sin alas (ápteras), con alas muy cortas (braquípteras) y con alas atrofiadas (subápteras).
Comportamiento y reproducción
No hay lugar en el planeta donde no haya chinches. Suelen estar en lugares de climas variados, pero no soportan las bajas temperaturas.
Las chinches cuidan la puesta de sus huevos. Las hembras, en particular, son muy celosas con sus crías.
Para entender su dinámica reproductiva, es necesario saber que estos animales son hemimetábolos, es decir que pasan por tres fases de desarrollo a lo largo de su vida, la cual se puede extender a 300 días.
Van de huevo a ninfas (chinches jóvenes) y luego a adultas. En esta última etapa ya muestran sus genitales desarrollados, por lo que están listos para aparearse.
La hembra puede poner hasta seis huevos por semana y 500 durante toda su vida.
Las puestas de las chinches suelen pegarse en grupos o anillos a las plantas y a sus presas, mediante la secreción de las glándulas de su aparato reproductor.
Hay otras, específicamente las de la familia de los coreidos, que ponen los huevos encima del dorso de los machos. Independientemente de donde estén alojados, siempre están protegidos por una estructura que se crea por acción de las glándulas de los genitales o por fluidos de las hembras que contienen tierra.
Cabe destacar, que algunas utilizan el mimetismo o camuflaje como método de protección, es decir, adoptan el color y la forma de flores, semillas, hormigas y cortezas de árboles. Asimismo, tienen un sistema de defensa llamado tanatosis, que consiste en hacerse las muertas para despistar a sus potenciales depredadores.
Alimentación de las chinches
La gran mayoría de las chinches subsisten devorando líquidos, como la savia de las plantas y vegetales, o la sangre de vertebrados. Otras se dedican a cazar presas para alimentarse de sus tejidos, que trituran con sus secreciones salivares.
Las que se nutren de la vegetación pueden convertirse en una verdadera plaga para los cultivos y plantaciones forestales, generando pérdidas económicas, puesto que dañan plantas herbáceas, frutales y forestales. Al chupar su líquido, les transmiten enfermedades que terminan deteriorándolas.
Existen las que prefieren las semillas y otras que escogen los detritos y algas del mar.
Las chinches hematófagas son las que chupan la sangre de los humanos y demás animales, y un pequeño número de ellas, encabezada por la Triatominae, son las responsables de transmitir el Mal de Chagas.
Pero no todo es negativo para esta especie, ya que las chinches carnívoras depredadoras de otros insectos, son valoradas por su efectividad para controlar plagas potenciales.
chinches que afectan a los humanos
Las hematófagas son causantes de grandes molestias. Las Cimex Lectularius, mejor conocidas como “chinches de cama”, se anidan en estos espacios porque tienen mejor acceso a la carne de las personas. También se pueden encontrar en maletas, sofás y otros objetos que permanecen guardados. Las edificaciones superpobladas como los hoteles y hospitales, son sitios de común albergue para ellas.
Se les puede ver hurgando en los orificios y grietas de habitaciones, en los dobleces, resortes y ranuras de los colchones, y en las tapicerías de los muebles.
Estas chinches suelen ser de color caoba, con cuerpo plano y ovalado, del tamaño de una semilla de manzana. Después de alimentarse su aspecto puede variar un poco. Llegan a medir hasta cinco milímetros.
Cuando se les imposibilita hallar sangre humana, las chinches de cama buscan animales como perros, gatos, aves domésticas y ratones para cubrir sus necesidades alimenticias.
Este tipo de chinches, oriunda de Asia, África, Europa, América Central y Sudamérica, se ha propagado con gran rapidez. Se dice que son transportadas por los viajeros en su equipaje.
Cuando hay chinches de cama suele manifestarse sangre en las sabanas, olor desagradable, así como puntos oscuros y oxidados en la lencería y en las paredes, que pueden ser porciones de su excremento.
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