Además de la muy popular cigüeña blanca, existe la cigüeña negra, científicamente conocida como Ciconianigra. Pertenece a la familia Ciconidae, orden ciconiforme, y es una de las siete variedades del género Ciconia, que se encuentran en el Viejo Mundo y en África tropical. Está en riesgo de extinción.
Son muy pocas las personas que han podido ver a una cigüeña negra, por ello se dice que es el ave más rara del mundo, endémica de Nueva Zelanda.
Características de la Cigüeña negra
En forma y tamaño, la cigüeña negra es parecida a la blanca común, pero se diferencia de ésta por su plumaje oscuro que-curiosamente-es blanco en su parte inferior.
El pico y las patas son rojo vivo, aunque algunas las tienen de color rosa. Los ojos son marrones con un parche negro alrededor, y rodeados de un gran anillo rojo.
Estas aves no presentan diferenciación sexual. Sin embargo, se puede notar que el macho es levemente más grande y en algunos ejemplares, el pico llega a ser más robusto y curvo.
La cigüeña negra es muy esquiva y necesita tranquilidad para el desarrollo de sus funciones vitales.
Alcanza una longitud entre 95 y 100 cm, y una altura de 185 a 205 cm. Su peso aproximado es de 3 kg.
En contraste con la cigüeña blanca, emite cantos variados, un melodioso y bisilábico silbido, que se ha llegado a descifrar como un jadeo ronco, o como el sonido de una sierra.
Hábitat de la Cigüeña negra
La cigüeña negra es un ave migratoria, que se vale de las corrientes de aire caliente para ganar altura. Reserva energías en vuelos de larga distancia e inverna en África tropical y la India. Se agrupa junto a otras aves planeadoras en sitios cercanos al continente Africano, para cruzar el Mediterráneo por el Estrecho de Gibraltar o el Bósforo.
En primavera y verano, la cigüeña negra se congrega en una franja que va desde Asia oriental hasta Europa central, llegando a Estonia por el norte, Francia por el oeste e Italia y Grecia por el sur, con una población apartada en la península ibérica.
Vuela de 100 a 250 km diarios, con el cuello extendido en línea recta. Se ubica en los bosques mediterráneos pocos alterados, y en peñones y rocas de ríos y embalses. Requiere zonas tranquilas próximas al agua, siendo las charcas su sitio preferido para pernoctar.
No es tan popular como la cigüeña blanca, por sus hábitos solitarios y su escasez. Es un ave típicamente montañera y huraña.
Alimentación de la Cigüeña negra
La cigüeña negra es carnívora, consume de preferencia pequeños vertebrados. Son de su predilección los peces, así como los anfibios, reptiles e invertebrados. También ingiere insectos, ranas y mamíferos pequeños.
Acostumbra a disfrutar de los encharcamientos de agua, bien sea superficiales, pantanos o praderas húmedas. Generalmente caza al acecho, aunque a veces se desplaza con las alas abiertas para atrapar a su presa.
Reproducción
Las cigüeñas negras permanecen unidas la mayor parte del año y efectúan extensos vuelos matrimoniales. No anidan cerca del hombre. Suelen invadir nidos anteriores o- en pareja- erigir uno grande con ramas, musgo, hierbas y granos. Lo hacen sobre árboles como robles, alcornoques, pinos o cornisas de declives, siempre cerca del agua.
Ponen de 2 a 5 huevos de color blanco, que pueden tomar un color oscuro si se ensucian mientras se incuban. La incubación es de 30 a 35 días y la desarrollan ambos padres.
Los polluelos permanecen en el nido, alimentados por los padres, un lapso de 65 a 70 días. Nacen con el plumón blanco y el pico amarillo. Con el paso de los días su plumaje va cambiando hasta tomar la coloración oscura que la caracteriza. Cuando son jóvenes, pueden mostrar reflejos claros en la punta de sus alas.
Al finalizar la reproducción, la cigüeña negra abandona la zona de cría y se une a grupos numerosos, en zonas seguras que utilizan como dormideros.
Amenazas de la cigüeña negra
La cigüeña negra está clasificada en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, como especie en peligro de extinción, condición que conserva en todas las comunidades donde está presente. En 1981, la población se había limitado a sólo 23 aves adultas. A partir de allí, se inició un control intensivo de la especie.
La población de cigüeñas negras en Europa Oriental alcanza-más o menos- unas 500 parejas; en Dinamarca casi han desaparecido y en Alemania se cuentan tan solo con 50 parejas. En Portugal tiene el estatus de variedad en peligro.
Los factores de amenaza destacados son:
Alteración de hábitats: se considera en este aspecto el detrimento y los cambios del hábitat de nidificación, por la fabricación de nuevos embalses y carreteras. También han influido los incendios y la sustitución de árboles viejos por especies de crecimiento rápido, al igual que las variaciones en las ciénagas donde se alimentan.
Molestias humanas: causadas por actividades recreativas como la pesca, la navegación, los escalamientos, las acciones agrícolas y forestales e incluso la incursión de curiosos en los nidos.
Mortalidad: el fallecimiento de la cigüeña negra se deben mayormente a choques y electrocución, destrucción de nidos y detonaciones con armas de fuego.
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