La cochinilla es una de las plagas de mayor propagación en los jardines. Su presencia suele ser muy peligrosa, ya que puede debilitar las plantas y hacer que pierdan sus hojas, desarrollen hongos o mueran. De allí, la necesidad de saber identificarla y eliminarla para evitar daños que pudieran ocasionar la pérdida completa de las matas.
El nombre científico de la cochinilla es Dactylopiuscoccus, y forma parte de la familia Dactylopidae. También se le conoce como grana cochinilla, cochinilla del carmín, nocheztli y rueda de la muerte. Existen más de seis mil especies de esta plaga, la mayoría de las cuales, son parásitos de las plantas.
Efectos de la cochinilla
La cochinilla es capaz de chupar la savia de las plantas, para luego expulsarla sobre las hojas, dejándolas pringosas y brillantes. Sin embargo, posteriormente esa sustancia se transforma en un hongo conocido como negrilla, que cubre con un manto fino de color negro toda la superficie de las hojas, y le causa serios problemas. Pero no es solo ese su modo de acción.
La hembra de la cochinilla puede llegar a poner hasta 400 huevos, y cuenta con un saco que fácilmente puede compararse con el de un canguro, donde puede almacenar entre 5 y 80 crías a la vez, lo que genera un riesgo mucho mayor para las plantaciones.
Además de absorber la savia de la planta, la cochinilla suelta una sustancia algo dulce, que atrae a hongos como la fumagina. Este proceso causa el debilitamiento generalizado de la mata, la muerte de los frutos y otras complicaciones que no son fáciles de atender, debido a la potencia con la que actúan, a la fisonomía del animal y la repercusión que pudiera traer la aplicación de ciertos químicos a los sembradíos.
Características de la cochinilla
La hembra de la cochinilla mide 6 milímetros, mientras que el macho es mucho más pequeño, con una longitud aproximada de 2,5 milímetros. Otra diferencia es que la cochinilla masculina tiene alas y la hembra no.
El ciclo de vida de la cochinilla macho es huevo, ninfa I, ninfa II capullo, pre-pupa, pupa y adulto, y el de la hembra huevo, ninfa I, ninfa II y adulta. Si se encuentran a una temperatura promedio de 18 °C, pueden vivir 30 días, pero si es de 30 °C, este tiempo se reduce.
Esta plaga puede reproducirse dos o tres veces cada año. Tras la puesta, la hembra muere.
Las cochinillas jóvenes son sumamente ágiles, al punto de que se desplazan fácilmente por todas las partes de la planta, para situarse en el mejor lugar para su alimentación, y por ende, causan el debilitamiento general. Donde se ubican dejan su huella.
¿Cómo eliminar la Cochinilla?
Antes de intentar eliminarla, debe saberse identificar, y eso se logra conociendo los signos que genera.
Cuando una planta está siendo afectada por esta plaga, las hojas se tornan pegajosas al tacto, por la sustancia que expulsa. La presencia de hormigas también puede ser un indicio, ya que éstas se nutren de ese líquido. Conviene entonces realizar una revisión exhaustiva para descartar ambas situaciones.
Su eliminación no es fácil, ya que al madurar se le forma una especie de caparazón, que le permite protegerse de los insecticidas. Por esto, lo mejor es combatirla desde su nacimiento, ya que sus larvas son mucho más sencillas de erradicar.
Las cochinillas suelen colocarse en el envés de las hojas, ya que es la zona más porosa y la que más facilidad le brinda al momento de chupar la savia. Algunas de mayor tamaño pueden consumir los tallos jóvenes de las plantas.
Existen dos formas de combatirla: a través de químicos (cuando son jóvenes) y usando a sus enemigos naturales.
La Cryptolaemusmontrouzieri, por ejemplo, es una mariquita depredadora, que tiene la capacidad de eliminar focos de la especie conocida como cochinilla harinosa. Otra solución efectiva puede ser la utilización del himenóptero parásito Leptomastixdactylopii, que también atenta contra estos individuos.
Si se opta por la lucha biológica, no se pueden fumigar los jardines con insecticidas, pues se estaría matando al agente atacante.
La cochinilla es muy sensible al alcohol y al jugo de limón, así que ambos compuestos podrían ayudar a que vayan desapareciendo.
Si se escoge un tratamiento químico, existen insecticidas especiales para las cochinillas, entre ellos Piriproxifen, aceite de parafina y VegexFosSoap.
Recomendaciones
Para prevenir la aparición de cochinillas, resulta efectivo emplear técnicas de fertilización que no ameriten una carga nitrogenada excesiva, ya que el rápido crecimiento de tejido nuevo, puede hacer que se desarrollen estas plagas.
Uno de los puntos claves para lograr disminuir los riesgos de la cochinilla es retirar las ramas que se encuentren más afectadas, haciéndolo con sumo cuidado para no propagar la especie y contagiar al resto de las plantas del jardín.
Se debe tomar en cuenta que generalmente estas plagas proliferan en áreas de aireación escasa, por lo cual es recomendable aclarar la masa vegetal de los arbustos y árboles llevando a cabo una poda.
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