En la región desértica del norte de México y en el sur de USA, se encuentra el correcaminos grande. Este pájaro pertenece al orden cuculiforme, que reúnen a poco más de 160 especies, y es miembro de los cucúlidos. Aunque es de poco volar, puede alcanzar de 24 a 40km/h cuando se propone cazar a sus presas.
Cuco chaparral es otro de los nombres que recibe el correcaminos (Geococcyx californianus). Alejado de la imagen inocente de las caricaturas de Warner Bros, es un fiero cazador del desierto. Ataca a su presa con su pico, hasta que queda hecha puré.
hábitat del correcaminos
Se encuentra en la llanura de la costa del Pacífico, así como del Golfo de México. A excepción de las elevaciones que superan los 2700 metros sobre el nivel del mar. Al correcaminos se le relaciona con la presencia de arbustos xerófitos, chaparrales y matorrales espinosos. También vive en la zona desértica de Sonora, donde se conjugan las áreas con vegetación plana y el campo abierto. La zona sur de México la “domina” el Geococcyx Velox o correcaminos menor.
CAracterísticas
Partiendo de los árboles, el correcaminos hace breves vuelos y planeos hasta arbustos bajos. Sus plumas son castañas suaves o grises con negro, coloración que le ayuda a camuflarse con la arena.
Su abdomen también es castaño suave con motas negras, mientras que su cabeza está coronada por una cresta maciza. En general, tiene una apariencia menuda, a pesar de sus fuertes patas.
El correcaminos mide alrededor de 60 centímetro de longitud. La mitad de ello, lo representa su cola. Gracias a ella puede cambiar en un tris la dirección de su trayecto, o alcanzar toda su velocidad.
Comúnmente, estos pájaros poseen un dedo ubicado hacia la parte trasera, que les permite aferrarse a las ramas. En su anatomía es tan funcional como el pulgar en el ser humano, y recibe el nombre de hallux.
De igual manera, el correcaminos cuenta con una pata zigodáctila puesto que su cuarto dedo también “mira” hacia atrás. Su canto se asemeja a un lamento bajo.
comportamiento
En las horas de sol, es frecuente que el correcaminos se refugie entre el follaje para aliviar la sensación de calor. Si encuentra algún animal corriendo por los alrededores, no dudará en competir con él. También compite contra los coches que recorren de cerca su hábitat. De hecho, el espécimen debe su nombre a esta actitud advertida por los primeros colonos.
alimentación del correcaminos
Estas aves corren para encontrar su cena. Al detectarla, se abalanzan para herirla con su pico. También caza colibríes o bichos en pleno vuelo. ¿Qué animales componen su menú? Puede comer ciempiés, tarántulas, escorpiones, salamanquesas, víboras, gorriones, caracoles, codornices, pequeñas ardillas, semillas, etc. Asimismo, devora algunas frutas.
Uno de sus productos favoritos son las serpientes. Es común que tenga parte del reptil sobresaliendo del pico. Esto se debe a que su estómago es muy pequeño para engullirlo de una vez.
Reproducción del correcaminos
Tiende a ser monógamo. La pareja se une para proteger su hogar a lo largo del año. Su cortejo es muy curioso. Un correcaminos le lleva al otro una brizna de césped o rama, y la deja cerca de sus patas.
Existen más formas en que se conquistan entre sí. Por ejemplo, algunos machos se distancian de las hembras levantando tanto su cola como sus alas, para bajarlas lentamente. Otros ladean la cola haciendo simultáneamente una reverencia con calma.
Construyen sus nidos dentro de algún arbusto denso, de cactus o árboles pequeños. Siempre asegurándose que esté a 60 cm o máximo 3.5 metros del piso.
Lo “amueblan” con plumas, hojas, pieles de víboras, bosta vacuna, césped o ramas. La hembra del correcaminos puede poner máximo seis huevos, que resultan de un color crema o pajizo.
Ambos papás incuban por 20 días a los huevos, aunque los machos se dedican más a este cuidado. De igual manera, entre los dos alimentan a los hijos. Las crías salen al mundo pasados los 21 días. Sin embargo, siguen siendo alimentados por sus papás otro mes.
¿Qué amenaza a la especie?
El mapache, zorrillo, gato y, por supuesto, el coyote, destacan como depredadores naturales del correcaminos. El coyote busca incluso comerse los huevos.
Su defensa principal radica en su velocidad, para alejarse de las amenazas. De igual manera, apela a la vegetación para ponerse a salvo. No obstante, el crecimiento de las urbes se traduce en un territorio más limitado para la especie.
También se les cazó de forma ilícita. Asimismo, los insecticidas usados en sembradíos los perjudica, porque los ingieren a través de sus presas. De igual forma, la presencia de carreteras hace que muchos mueran atropellados por los coches.
Entre mito y realidad
A diferencia de lo representado en el popular programa infantil, el coyote alcanzaría sin muchos esfuerzos al correcaminos. Éste corre a una velocidad de 60 km/h en comparación con los 40 km/h del ave.
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