Blatta orientalis es el nombre científico de la cucaracha común. Pertenece a la clase Insecta, del orden Blattodea, género Blatta, y familia Blattidae. Es un insecto cuya evolución se remonta a más de 300 millones de años. En la actualidad, existen unas 4.600 especies y más de 460 géneros, pero solo unas 30 viven en hábitats humanos.
Blattodea proviene del latín Blatta, que significa insecto que huye de la luz; de allí sus hábitos nocturnos que le permiten pasar desapercibida. La mayoría de las cucarachas prefieren correr antes que elevarse. Aunque muchas poseen aletas sin capacidad para volar; otras tienen alas hábiles, pero prefieren correr. Las que vuelan, lo hacen cuando hay tiempo de lluvia o peligro de inundación en su hábitat.
Características de la cucaracha
Morfología
Su forma ha permanecido sin cambios significativos durante millones de años. El cuerpo es plano, ancho, ovalado y de aspecto correoso, con una placa plana unida al tórax que cubre parte de la cabeza. Todo está protegido por un duro exoesqueleto recubierto con una sustancia cerosa.
La cucaracha posee alas incorporadas al tórax; primeramente un par, las terminas, que son duras y sirven para proteger. Le siguen las membranosas, que son usadas para volar. Se observan tres pares de patas robustas que están unidas a los segmentos torácicos y terminan en garras.
Cabeza
La cabeza de las cucaracha esta oculta y resguardada. Es pequeña y posee unas antenas delgadas, largas, flexibles, filiformes y articuladas, donde se localizan órganos sensoriales y sustancias químicas, que le ayudan a identificar el clima, olores, ruido y depredadores.
Presenta un par de ojos grandes, que solo distinguen entre la luz y la oscuridad. Sus partes bucales están adaptadas para morder, masticar y sorber alimentos líquidos. Sus glándulas salivares producen sustancias químicas que facilitan el desmenuzamiento y ablandamiento de los comestibles en conjunto con la labor mecánica de los dientes. Así mismo, posee en la cabeza el cerebro, que aunque diminuto, coordina las funciones del su cuerpo.
Tórax
El Tórax de la cucaracha está formado por tres segmentos: el protórax o pronoto, que es bastante perfeccionado y constituye un escudo preservador de la cabeza. El mesotórax y el metatórax, ostentan dos pares de alas, uno cada uno. El par del mesotórax es de naturaleza quitinosa y dura. En reposo se cruzan, cubriendo el otro par de alas y protegiendo el abdomen.
También porta un par de patas espinosas con múltiples y diminutos pelos, tarsos pentámeros y cinco uñas. Esta última característica permite a la cucaracha caminar o correr casi sobre cualquier tipo de superficie; en el techo, suelo paredes o sobre materiales tan lisos como el vidrio.
Abdomen
El abdomen de la cucaracha posee diez segmentos. Uno de ellos, el último, llamado cerci (cercos), se diferencia porque está especializado como órgano sensorial con funciones y características morfológicas diferentes en el macho y la hembra. El cerco se proyecta en dos segmentos, que a modo de ganchos flexibles, permiten que el macho sujete a la hembra durante la copula, y ésta los utiliza en el proceso de ovo posición.
Hábitat de la cucaracha
Como huyen de la luz, las cucarachas viven en alcantarillas, zonas oscuras y donde sean capaces de encontrar materia orgánica en descomposición. Raramente habitan al aire libre. Prefieren un hábitat tranquilo y sombrío donde puedan estar solas o en grupo.
Alimentación DE LA CUCARACHA
Es omnívoroa (come carne y vegetales). Gusta de alimentos que contengan harina y azúcares. También ingiere leche, queso, carne, grano, papel, cartón, plafones de techo que contengan almidón, telas, sangre fresca o seca, esputo, uñas y excrementos. La cucaracha come prácticamente cualquier cosa que encuentre.
Reproducción
La reproducción de las cucarachas es sexual y ovípara, aunque algunas variedades presentan partenogénesis (reproducción sin machos).
Amenaza y salud pública
Rara vez se les relaciona con epidemias mortales o benignas. No hay estadísticas relacionadas con daños causados en salud pública. Sin embargo, su tipo morfológico y fisiológico le confiere capacidad de ejercer función de vectores de numerosas y variadas enfermedades. No solo de las relacionadas con la descomposición de alimentos y desechos orgánicos, sino también de virus como gripe y otras patologías infecciosas. Las cucarachas transportan los patógenos en sus patas, contaminando el ambiente, los alimentos y la utilería de su preparación y consumo.
La cucaracha alberga microorganismos en su tracto digestivo: bacterias, protozoos y helmintos (gusanos), condicionados por su presencia en el medio en el que se desarrolla. Implica que si en su entorno hay presencia de heces humanas infectadas con un helminto de los que parasitan al hombre, y la cucaracha las consume, ella diseminará este parásito con el sucio que transportan sus patas y cuerpo. Asimismo, el parasito se quedará viviendo en el interior de su organismo, para ser esparcido posteriormente en el ambiente humano al depositar sus excrementos, y en los residuos de su digestión.
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