Conocido científicamente como Corvus corax, el cuervo grande o cuervo común, es una especie del orden paseriforme, que abarca poco más de 5.700 variedades de pájaros. Pertenece a la familia de los córvidos (Corvidae), y se caracteriza por tener una alimentación variada (polífagos) y ser carroñero.
Existen más de 40 tipos de cuervos, pero los Corvus corax conforman la población más grande en todo el hemisferio norte del planeta. Los miembros más jóvenes suelen desplazarse en grupos, mientras que los adultos, cuando forman parejas, permanecen en determinados territorios por el resto de su vida.
En ciertos países, donde hay mayor concentración de estos córvidos, son considerados una plaga. Acaban con las siembras de cereal y atacan a los animales más pequeños, especialmente al ganado.
Características del cuervo
El cuervo alcanza los 69 centímetros de longitud. Con las alas abiertas supera los 160 centímetros. Es el ave más pesada de los córvidos. Puede ostentar hasta 1.7 kilos en su etapa adulta.
Su pico es fuerte, negro y un poco encorvado. Tiene ojos marrones y al detalle se notan reflejos iridiscentes azulados en su plumaje negro. Un cuello grueso y una cola larga, son otras características morfológicas del cuervo.
Puede confundirse con la corneja negra, pero ésta es más chica. Además, el cuervo grande tiene un pico más robusto y ancho. Las plumas de la garganta y la cola también son diferentes.
En zonas frías como el Himalaya y Groenlandia, este animal alcanza su mayor tamaño. Según estudios, vive unos 15 años, aunque se conocen casos de cuervos que mueren a los 40 años.
Hábitat y migración del cuervo
Los cuervos abundan en áreas costeras y bosques extensos. También en aquellas ciudades donde hay gran densidad poblacional, por la cantidad de basura que se genera. Ésta es una fuente segura de comida para ellos.
La especie se desarrolla en diversos climas, tanto en el Ártico como en las islas del pacífico y los desiertos africanos. También en Norteamérica y Europa.
Difícilmente migra. Cuando escoge su hábitat, por lo general anida allí durante toda su existencia. Excepto en el Ártico.
Alimentación del cuervo
Se sabe que el cuervo sigue una dieta omnívora, necrófaga (cadáveres), depredadora y carroñera, que depende del territorio donde estén asentados. Si vive en grandes ciudades, busca la basura. Cuando el nido está cerca de carreteras, se inclina por los restos de animales atropellados.
Caza reptiles, anfibios, invertebrados, pequeños mamíferos y pájaros. En invierno orientan a los cánidos (lobos, coyotes, entre otros) para que atrapen a sus presas y así quedarse con la carroña. Es común también que consuman restos de comida no digerida que encuentran en heces fecales. Todo aquello que no comen al momento, lo almacenan.
Reproducción
Desde jóvenes los cuervos inician sus rituales de emparejamiento con acrobacias aéreas: bajan en picada y dan vueltas para impresionar a su potencial pareja. Es normal que presuman de su inteligencia y habilidad para conseguir comida, pues son cualidades fundamentales para su supervivencia, que además los vuelven más atractivos.
Una vez logrado el propósito, proceden a buscar territorio para instalar su nido, el cual es hecho de ramas, barro y cortezas, con un surco en el centro que rellenan con musgo y pelo de animales. Allí permanecen por el resto de sus días.
Los cuervos anidan en prominentes árboles o salientes rocosas. Pero en ciudades, prefieren edificios antiguos y postes eléctricos.
En las últimas semanas de febrero, las hembras comienzan a poner huevos en países cálidos. Éstos son de color verdoso y parduscos. La incubación es exclusiva de la madre y dura de 18 a 21 días. Durante los primeros 42 días de alimentan a sus pichones. Luego de eso, ellos dejan el nido.
Convivencia con el hombre
Los cuervos coexisten con los humanos desde tiempos remotos, de hecho, el incremento de la población Corvus corax es directamente proporcional al crecimiento de las urbes, donde la acumulación de basura es común. Durante los últimos 25 años, los vertederos de desechos se han convertido en los «hogares» de las aves carroñeras.
Sin embargo, la concentración de cuervos en ciertas localidades se ha convertido en un riesgo para los cultivos de nuez y cereal. Productores se han visto en la obligación de perseguir y exterminar a muchas de estas aves, porque también atacan al ganado, específicamente a los animales recién nacidos.
Comportamiento del cuervo
Estos córvidos son sumamente inteligentes. Son capaces de imitar el sonido de otras aves como el gorrión y el ruiseñor. Estudios revelan que además tienen una intuición muy desarrollada. Son capaces de resolver complejas situaciones para conseguir su comida, e incluso orientan a otros animales para cazar y de este modo conseguir su parte del alimento.
Son conocidos por detectar los espacios donde otros cuervos almacenan su comida, para poder robársela. También son curiosos ante piezas redondas y de lustre brillante, que sustraen y ocultan en muchas ocasiones. No obstante, cuando alcanzan su etapa adulta, se vuelven neófobos (pierden el interés por lo inusual).
Los cuervos producen un graznido ronco, seco, casi gutural. Pueden reproducir sonidos similares al de ciertas cosas que le rodean, incluso la voz humana. Si desaparece su pareja, imitan su sonido para que regrese.
Asimismo, investigadores aseguran que al morir un cuervo, los demás investigan cuál fue la causa. Si ven el cuerpo en manos de un humano, memorizan su rostro como mecanismo de defensa.
Leyendas y literatura
Abundan las referencias de cuervos en mitos, leyendas y literatura Norteamericana y nórdica. En muchos textos se le considera un ave de mal agüero por su color negro, sonido gutural y su hábito de ingerir cadáveres.
Precisamente por estas características tienden a considerarlo como un mediador entre la vida y la muerte. En la mitología griega, se le asocia con los campos de batalla. En la nórdica, los vikingos estampaban la silueta de estos córvidos en sus velas.
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