Todos los que hemos visto la película “101 Dálmatas” hemos querido un cachorrito igual alguna vez. Y es que esos adorables perritos nos sacaron carcajadas a montón con sus travesuras. Exuberante, cariñosa y enérgica son las tres palabras que mejor describen la personalidad de esta raza, que requiere compartir actividades con su amo para crecer adecuadamente.
Si desea añadir un miembro más a su familia, el dálmata es una buena opción, pero hay que tomar en cuenta algunas consideraciones. Este perro necesita ejercitarse, preferiblemente al aire libre, en un jardín con espacio, y siempre con su propietario. No estará feliz si está obligado a permanecer en un lugar pequeño y encerrado, sin poder corretear.
Realmente es hiperactivo, pero mucho de lo que se dice son exageraciones. Hay quienes aseguran el dálmata es difícil de controlar y posee un comportamiento destructivo dentro del hogar, pero lo cierto es que cualquier can que carezca de entrenamiento lo será, especialmente si cuenta con gran energía, así que la decisión de adoptar o comprar un perro, no debe basarse solamente en lo que se ve en las películas ni en las opiniones de los demás.
El aspecto natural del dálmata es bastante atlético y así debe mantenerse. Que viva como mascota no justifica el sobrepeso, por ello es tan importante que realice ejercicios, aunque sin exagerar en la cantidad. Aunque es muy inteligente y adiestrable, puede ser un poco testarudo.
Además de su alegre temperamento, su cola permanece en constante movimiento, por lo que se debe prestar especial atención a los objetos con los que pueda tropezar. Sus manchas, por supuesto, resaltan entre lo más llamativo de esta raza, pero no es lo único cautivador. El dálmata es un excelente compañero para jóvenes y un fiel defensor de su territorio.
Origen distinto
El dálmata siente un profundo amor por su cuidador, aunque en el pasado fue empleado como perro de trabajo y eso le dotó de cierta independencia. Este punto en particular, puede notarse cuando decide “explorar” el entorno si se le deja sin supervisión. Sin embargo, no se confunda, la lealtad de esta raza es muy fuerte.
Debido a que estaba entrenado para acompañar a los carruajes de su amo, no era necesario darle demasiadas órdenes, conocía muy bien sus funciones. Por ello, el dálmata puede resultar agresivo con otros perros, ya que su instinto lo incita a proteger. Si un perro vagabundo se acercaba al transporte, espantarlo era su cometido.
Esta actitud combativa puede corregirse fácilmente si exponemos a nuestros perros a la sociabilización desde muy temprana edad. Aún cuando se acostumbre a otros seres, el dálmata no comprime su impulso de guardián, lo que en casa puede ser beneficioso, pues ladrará para avisar si algo no está bien.
Este can parece tener el talento de la empatía, adaptándose rápidamente a los cambios de humor de quienes le rodean. Si usted quiere jugar, él correrá a su lado rápidamente para seguirle, pero si por el contrario, no está de ánimo, el dálmata se sentirá feliz sentándose a su lado para darle apoyo.
En Estados Unidos integra varios equipos de bomberos. También suele ser adiestrado para la caza. Es muy inteligente y sobre eso no hay dudas.
Reconocer a un dálmata, veamos sus características
El dálmata es un perro repleto de manchas negras y pelaje corto, algo que puede variar de un ejemplar a otro, pero que sin duda facilita considerablemente las labores de su limpieza y cepillado. No obstante, su propietario debe considerar que mudan el pelo con regularidad y esto puede ser un inconveniente.
El color blanco del fondo siempre es puro. Sus manchas no sólo pueden ser negras, también pueden ser marrones y están distribuidas de forma simétrica por todo su cuerpo. Deben lucir bien definidas sin entremezclarse con el blanco. Por lo general miden hasta 3 cm de diámetro cuando son negras. Las marrones suelen ser más pequeñas.
Los lunares ubicados en su cabeza y patas deben ser proporcionales, pero más pequeños que los que están en el resto de su pelaje. Su cola, por otro lado, no debe estar totalmente manchada y al igual que en su cara, sus pecas son mucho más chicas. Fundamentalmente en las orejas se notan más.
Perro saludable, dueño feliz
La sordera es común en esta raza y no es una enfermedad que adquiere con el tiempo. Más bien nace o no con ella. Lo ideal es que se cerciore de la reputación del criador y de si realizó la prueba de Respuesta Auditiva Provocada por el Tallo Cerebral (RAPTC) a los padres de la camada.
Los dálmatas tienen además, una condición conocida como Metabolismo Uricotélico, es decir, excretan exceso de ácido úrico. Infortunadamente, esto los hace proclives a desarrollar cálculos renales o urinarios, especialmente a los machos. Esto podría afectar su calidad de vida permanentemente.
Las alergias e irritaciones de la piel pueden ser frecuentes por su delicadeza. Con los cuidados adecuados, su dálmata tendrá tendencia a gozar de una vida larga y saludable.
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