El mandril es uno de los primates más reconocidos y fácil de distinguir por las características tan particulares de su aspecto físico. Antiguo habitante de las zonas tropicales de África, el mandril es uno de los simios de mayor envergadura conocidos. Su nombre científico es Mandrillus sphinix y se lo clasifica dentro del género de los mandrillus, aunque durante muchos años se lo consideraba parte del género de los Papio, pero estudios posteriores concluyeron que el mandril posee cualidades distintivas a las de este género, por lo que se decidió que conformaran un género propio.
Principales características del mandril
Este animal es fácilmente reconocible. Es un primate de los denominados catarrino, esto significa que posee sus orificios nasales hacia abajo. Su pelaje es largo y de color amarronado y verde oliva. Uno de los aspectos más destacados son los colores rojizos y azulados de su rostro, donde también sobresalen profundas estrías en el macho, que se encuentran resaltadas por el abundante pelaje blanco que rodea su cabeza. Los colores del rostro del macho se replican en su trasero, el cual carece de una cola prensil, a diferencia de otros simios. Cuando el macho se excita, en épocas de apareamiento estos colores se tornan más vivos.
El mandril mide entre 50 y 100 cm y puede llegar a pesar hasta 50 kg, pero las hembras poseen una envergadura mucho menor al macho. Esto nos indica que existe un dimorfismo sexual muy marcado en esta especie.
En los machos se destacan sus largos colmillos que pueden llegar a medir hasta 12 cm. los mandriles son animales omnívoros y obtienen su alimento en el suelo, pese a que pasa una parte importante de su tiempo trepado a los árboles. Su dieta se integra con plantas, insectos y animales pequeños. Se ha podido ver al mandril cazando y comiendo pequeños ejemplares de antílopes, para lo cual utiliza su poderosa dentadura.
¿Cómo es el comportamiento de los mandriles?
Estos animales son muy sociables y llegan a conformar grupos de hasta 250 ejemplares. Dentro de estos grandes grupos suelen formarse subgrupos integrados por una veintena de mandriles, la mayoría hembras y jóvenes con un macho dominante.
Su desplazamiento es por el suelo de los bosques tropicales de África y llegan a producir grandes daños a los cultivos, por lo cual en algunas zonas de Camerún son considerados una plaga.
Mediante gestos el mandril puede expresar sus estados de ánimo. La manera de demostrar amistad es poniendo a la vista sus dientes, levantando su labio superior y emitiendo estridentes sonidos, en cambio cuando el mandril comienza a golpear el suelo y saca a relucir sus colmillos, es señal de profundo disgusto.
El mandril es un animal de hábitos diurnos y en esos momentos permanece en el suelo, durante la noche duerme en los árboles.
La reproducción del mandril
Aunque la hembra habrá completado su total desarrollo a los 10 años de vida, a los 5 años ya puede comenzar a procrear. El macho puede hacerlo a partir de los 5 años, pero una condición indispensable es que se hayan desarrollado sus aspectos secundarios, nos estamos refiriendo a los colores y estrías de su carta. Los machos que no forman parte de la jerarquía del grupo, a pesar de estar en condiciones físicas no podrá procrear.
Cuando comienza la época de apareamiento, los colores del macho se intensificarán y éste comenzará a emitir sonidos de cortejo, si la hembra acepta al macho se irá acercando de espaldas hasta que comienza la cópula.
El período de gestación del mandril puede variar entre los 168 y 220 días. Las hembras sólo parirán una cría por vez. El intervalo entre una reproducción y otra es de aproximadamente 400 días.
Al nacer, las crías de los mandriles pesan unos 600 gr y nacen con pelaje y los ojos abiertos, algo poco común en la mayoría de las especies. Inmediatamente después del nacimiento, la cría se prende fuertemente del vientre de su madre y comienza el período de amamantamiento. As hembras crean fuertes lazos con sus crías, que se mantienen durante casi toda la vida, en el caso de las crías hembras y hasta la madurez sexual en el caso de los machos.
Los fuertes lazos entre la madre y su cría pueden apreciarse en una actividad muy llamativa que es el desparasitado social, donde la madre y su cría se quitan los parásitos de entre el pelaje, sentados en el suelo.
el hábitat del mandril
Los mandriles se encuentran en la zona conocida como África ecuatorial y se extiende desde Guinea Ecuatorial hasta el Congo. El mandril elige para vivir los bosques tropicales de estas zonas, donde puede encontrar una vegetación alta, las áreas más lluviosas son las preferidas por los mandriles.
La población de mandriles sufre las consecuencias de la destrucción de su hábitat, disminuyendo la población. A pesar de estar prohibida su comercialización, la carne del mandril es muy apreciada por lo que sufre el ataque constante de los cazadores.
Sólo aquellos ejemplares que habitan en el interior de los parques nacionales se encuentran más protegidos, pero igualmente, hoy, el mandril es una especie en riesgo.
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