Aunque todos hemos oído hablar del él, lo conocemos y, hasta creemos poder definirlo, pero el toro es un animal que debe ser considerado de manera exacta para evitar cualquier tipo de confusión. El toro es el macho de una especie de mamíferos artiodáctilo, de la familia de los Bóvidos. El ejemplar femenino, de esta especie es la vaca. Cuando nos referimos al toro y decimos que es un ejemplar macho, también debemos aclarar que estamos hablando de los ejemplares no castrados y aptos para cumplir funciones reproductivas. Estos animales fueron domesticados hace más de 10 mil años, en la zona de Medio Oriente. Posteriormente, la actividad ganadera se extendió a todo el mundo.
El toro: Descripción y características
El nombre científico de este animal es Bos primigenius Taurus. El toro es un animal cuadrúpedo, es decir que se alza, montándose sobre sus 4 patas. Su cuerpo es robusto, llegando a pesar hasta 750 kilogramos. La longitud del toro llega hasta los 2,5 metros y si medimos su altura en cruz, llega hasta 1,5 metros.
El toro es herbívoro y rumiante. Es decir que su sistema digestivo posee diversas secciones que le permiten regurgitar el alimento una y otra vez, hasta su completa digestión. Para ello, también dispone de un sistema de dentición adaptado. Su mandíbula permite un movimiento circular que facilita la trituración de la hierba que consume.
La cabeza es gruesa y está coronada con dos cuernos cortos, huecos, que se ubican a cada lado de su cráneo. La frente es ancha y toda la cabeza está cubierta de un pelo corto y duro. El hocico es ancho y da muestras de mucha fortaleza.
Luego de la cabeza, el toro está provisto de un cuello corto, ancho y según la variedad, provisto de una papada que puede caer hasta deba del pecho. Su espalda es recta y levemente arqueada. En algunas especies como el cebú, aparece una joroba luego del cuello. La cola se inicia en una zona superior, entre dos huesos de la pelvis, es larga y en su extremo cuenta con un mechón de pelos muy característico.
Posee todo su cuerpo cubierto de pelos cortos y duros, al igual que en su cabeza. Según la raza que se trate el color y las formas y motivos, pueden variar. Entre los colores más destacados están el blanco, el marrón – en sus diversas tonalidades – y hasta negro.
El aparato reproductor del toro, está compuesto en primer lugar por los testículos. En el caso de los ejemplares jóvenes, estos no serán visibles ya que se encuentran en posición abdominal. Con la madurez sexual, estos bajan hasta el saco escrotal. Por medio del epidídimo, los testículos se unen al resto del aparto reproductivo.
El toro y su comportamiento
En estas especies de bóvidos, el toro ejerce una suerte de dominación dentro del grupo, ya que se trata de animales de costumbres gregarias. Pero es necesario señalar que está dominación también debe obtenerse luego del combate con otros ejemplares masculinos en disputa. Dentro de la manada, el toro que ejerce el liderazgo, se destaca por poseer una mejor visión periférica y del espacio superior al resto y una buena memoria del entorno.
En general, es un animal dócil, pero existen razas cuyas características son de una mayor agresividad, esto los hace aptos para actividades como la tauromaquia – corridas de toros – muy populares en España, pero que lentamente van siendo prohibidas en distintos lugares por la crueldad que conlleva para con los animales.
Los bóvidos, independientemente de su género, se comunican entre sí por medio de olores y por la acción de las feromonas. A partir de ellos, pueden establecerse estados de ánimo, niveles de estrés, etc. también transmiten todo esto a sus congéneres, de acuerdo a la postura de sus cabezas.
Los sonidos emitidos por los bóvidos, llamados mugidos, es otra de las formas que el toro y otros ejemplares de su especie tienen para comunicarse. Mediante ellos, expresan diversas situaciones como el hambre, la sed o llamados de precaución ante posibles peligros.
Reproducción del toro
El toro juega el papel masculino en la reproducción de la especie. Como todo mamífero, es un animal vivíparo, es decir que el embrión se desarrolla totalmente en el útero de la hembra – la vaca – hasta alcanzar un estado de desarrollo completo.
Los toros con mejores condiciones genéticas son utilizados, dentro de la ganadería, para la reproducción de las diversas razas, utilizando en muchos casos la inseminación artificial. Para ello se obtiene del toro su esperma y se insemina a varias hembras.
Los ejemplares que no van a ser utilizados para reproducción son castrados y su denominación cambia a la de buey, los animales se vuelven más dóciles y se los utiliza como ejemplares de labranza o para actividades cárnicas.
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