La foca es un mamífero marino, perteneciente a la familia de los fócidos, que habita en espacios acuáticos y está en riesgo de extinción. Su cuerpo es largo y plenamente apto para el nado. Sus extremidades delanteras son cortas y chatas, ideales para fungir como “remos”. Algunas especies se desplazan a buen ritmo arrastrándose por la superficie.
Características de la Foca
Las extremidades traseras de la foca se mantienen fijas en la parte posterior, y un rasgo que la diferencia de los leones marinos, es su carencia de orejas. Su pelaje es corto, pero de gran densidad cuando alcanzan la adultez. No obstante, su termorregulación proviene del tupido revestimiento subcutáneo de grasa, que representa una cuarta parte de su peso total.
La foca común puede medir entre 1,50 cm y 2 metros. Si es macho su peso rondará por los 100 kg, mientras que si es hembra sólo alcanzará los 80 kg. Sus dimensiones también serán más reducidas. La longevidad depende del género. Se dice que los machos pueden vivir 30 años, y las hembras 40.
Se dice que pueden existen unas 33 variedades de focas, siendo la foca gris una de las más comunes. Su inteligencia es innegable. Por ello, han sido usadas para espectáculos marinos. En general son animales tiernos, pero cuando se ven amenazados son capaces de morder. Son muy curiosas, por lo que acostumbran a seguir a las embarcaciones que transitan en las cercanías de su morada.
Algunos estudios hablan de existencia de una población de entre 300 mil y 500 mil focas. No es una cifra comprobada recientemente, pero se sabe que existe una promulgada en 1972 que insta a cuidar a este y otros mamíferos marinos como los delfines, las marsopas y las ballenas.
El hábitat de la foca
Pueden hallarse focas en diversos espacios. Aunque algunas especies pueden habitar en zonas cálidas con abundancia de sol, la mayoría se hallan en las regiones frías de la Antártida. Es precisamente su capa de grasa corporal lo que les permite mantenerse a salvo en el hielo. Son más grandes que las que se desarrollan en latitudes bajas y necesariamente deben comer mucho más para garantizar sus depósitos de grasa, pero lamentablemente la intervención de sus ecosistemas y los cambios climáticos han incidido en esta situación, hasta el punto de que no siempre son capaces de encontrar el alimento necesario para su subsistencia.
El calentamiento global ha sido una gran amenaza, porque mientras más cálido es su entorno mayor riesgo tienen de convertirse en presa para sus depredadores, principalmente los tiburones y los osos polares.
El agua salada es la favorita de ellas. Disfrutan el buceo, pues así como encuentran el mejor sustento. Viven alejadas del hombre y pasan el 80% de su tiempo dentro del agua. El resto permanecen en la tierra, especialmente en superficies rocosas, cercanas al agua.
Alimentación de la Foca
La foca es una especie carnívora. Su menú es a base de carnes. Mientras los ejemplares más jóvenes comen primeramente crustáceos, loa adultos prefieren pulpo, calamar y diversidad de peces como caballas, lenguados y arenque. Sus enormes dientes le permiten consumir entera a su presa. Su potente vista, su aguda adición y sus bigotes, le permiten ubicar fácilmente su alimento. Un dato curioso, es que beben poca agua.
Conducta
Bajo el agua tienen un comportamiento solitario e independiente. Sin embargo, al salir a tierra se agrupan en pequeñas manadas conformadas por individuos de diferentes edades y géneros.
Les gusta mantener un espacio individual. Por ello, propinan golpes con la testa, gruñen o hacen ademanes con sus aletas. Mientras dura la lactancia, madre y cría se muestran muy unidas.
Las focas bebés nadan apenas nacen y dos días después empiezan a bucear. Si advierten el peligro, su mamá las roma con las aletas o la boca y se sumergen juntas para mantenerse seguras.
Mudan el pelaje de forma gradual, empezando en la zona de la cara. Prosiguen las extremidades delanteras, nuca y abdomen, para terminar en el dorso. El proceso ocurre anualmente, iniciando durante la reproducción y el trimestre posterior. Por lo general dura dos meses. Primero lo experimentan las focas jóvenes y luego las adultas.
Reproducción de la foca
El macho despierta el interés de la hembra andando en círculos y segregando hormonas para atraerla. El macho dominante podrá aparear a cuanta hembra pueda. Algunos renuncian a comer para evitar que otros machos se apareen con una hembra de su territorio.
La gestación de la foca dura poco menos de un año y pare una sola cría, en la tierra. Los primeros 30 días la alimenta con leche materna. Al separarse de la madre, las focas bebés pueden estar medio mes sin alimentarse. Aprenden a cazar al observar a las focas mayores. Influye también su sensación de hambre y al instinto que las hará independientes.
Peligros
Mayormente las focas de climas fríos carecen de depredadores a causa de su gran tamaño, pero las focas de regiones cálidas poseen múltiples enemigos, entre ellos la ballena y el tiburón blanco.
Es usual que se mantengan juntas mientras estén fuera del agua. Resulta atípico que un animal terrestre arremeta contra las focas. Las excepciones se presentan cuando animales como el oso polar, por ejemplo, están muy hambrientos y las atacan para sobrevivir.
El peligro más contundente que enfrentan las focas es el ser humano, quien destruye su hábitat, dejándolas sin alimento y, en ocasiones, heridas. También las cazan para obtener sus pieles.