La gineta es un mamífero salvaje, pequeño en estatura, pero de cuerpo largo y ágil. Es nativo de África y Europa, continentes donde aparentemente se criaba como mascota doméstica, por su parecido con el gato. Su nombre científico es Genetta genetta, pero se le conoce comúnmente como gineta o gato almizclero. Este último «apodo» obedece a la sustancia que libera cuando se excita.
Este espécimen es miembro de la familia Viverridae, y hasta ahora se identifican unas cinco subespecies. En general es un animal de hábitos nocturnos, muy rápido y silencioso, al momento de cazar a su presa. Tanto su vista como su olfato están bien desarrollados, por lo que ubica a sus alimentos hasta en la copa de los árboles. Va tras ellos saltando de rama en rama con mucha facilidad, equilibrándose siempre con su larga cola.
Las ginetas suelen andar libres, en campos abiertos, bosques y praderas, donde pueden vivir unos 10 años. Sin embargo, hay quienes las mantienen en cautiverio, logrando alargar su existencia por cinco años más.
Hay regiones de África donde domestican a las ginetas, para evitar la invasión de roedores en las granjas. El inconveniente de conservarlas en estas condiciones, es que pueden volverse ariscas con el paso del tiempo. Incluso, pueden tornarse un tanto agresivas.
Características de la gineta
Como se mencionó antes, la gineta se parece a un felino, por las manchas que lleva en su piel, pero muestra unas dimensiones más reducidas. Mide entre 50 y 60 centímetros aproximadamente de largo, sin incluir el rabo (éste puede alcanzar la misma longitud).
Su altura es de unos 20 centímetros, y su peso de tres kilogramos. La coloración de su pelaje es entre gris y amarilla. Posee pintas negras (que simulan anillos) en su elástico cuerpo y en el rabo, donde el pelaje luce más extenso. Gracias a esta peculiaridad, puede estabilizarse cuando emprende la carrera.
La gineta es de cabeza delgada y alargada. Tiene ojos grandes y sobresalientes, de pupilas verticales, con una línea blanca a su alrededor. Sus orejas son redondeadas y firmes. Las extremidades de adelante son más recortadas y gruesas que las de atrás. Sus pies son macizos y con pezuñas, las cuales pueden guardar para ser usadas a la hora de comer.
Origen y hábitat de la gineta
Se ha dicho que la gineta proviene de África y el sur de Europa. Actualmente está presente en la Península Ibérica, en España, y en las regiones baleares, donde fue introducida por el hombre en 1894. En España se ha identificado una subespecie llamada Gineta de Ibiza, la cual es un poco más pequeña que la común, con un peso no superior al kilo y medio.
Con regularidad la gineta habita en bosques, matorrales, olivares, cerca de los arroyos, praderas yen cualquier zona donde haya arbustos y puedan trepar. Esta acción la realizan con mucha agilidad, sin importar el clima, ya que es un animal que soporta tanto el frío como el calor.
Reproducción
La hembra pare una sola vez durante el año, cuando arranca la temporada de lluvias. Al entrar en celo se reúne con su pareja para copular. Protagonizan una especie de cortejo, con movimientos y sonidos, que puede tardar hasta una hora. Al juntarse, ambos maúllan como indicativo de que han compaginado.
La gestación en la gineta tarda alrededor de 60 días, tiempo durante el cual cavan un hueco en los cimientos de los árboles, lugar que escogen parir. Cuando les toca, expulsan entre uno y tres ejemplares, que nacen ciegos y débiles. Pasados unos 50 días son destetados y comienzan a desprenderse de su mamá. A partir de los dos años ya son activos sexualmente.
Alimentación de la gineta
La gineta es muy audaz para cazar, y es considerada un depredador activo. Le gusta comer aves, roedores, anfibios, lagartos, conejos y mamíferos de tamaño medio, para morder fácilmente.
Igualmente, se alimenta de una gran variedad de frutos silvestres, especialmente de higos, moras y manzanas. Básicamente su dieta es omnívora, pero también incluye carne. Debido a esto, no suele sufrir por la ausencia de comestibles. Donde se encuentre halla algo para cubrir sus necesidades y saciar el hambre.
Conducta animal
La gineta acostumbra a demarcar su territorio, ya sea con el orine, las heces o con el almizcle que expulsa a través de sus glándulas anales. Lo hace principalmente cuando está excitada.
Tiene un estilo de vida muy enérgico y es un cazador nato nocturno. Localiza a sus presas muy fácilmente, por su agudeza visual y olfativa. Por lo general anda sola, pero puede aceptar de vez en cuando a otros ejemplares de su misma familia.
Gracias a su velocidad y dinamismo para desplazarse por las diferentes superficies, y a la ligereza con la que se sube a los árboles, la gineta puede escapar de sus principales depredadores. Entre su larga lista de «enemigos» se mencionan al zorro, lobo, lince, búho real y águila real.
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