Por su extensión a lo largo de todo el planeta y por su imponente organización social, la hormiga es uno de los animales más interesantes que pueblan la tierra. Estos insectos evolucionaron a partir de un tronco único de donde provienen, también, las avispas y habitan el planeta desde hace 130 millones de años, durante el período Cretáceo. La hormiga pertenece a la familia de los formícidos y se cree que existen unas 22 mil especies, aunque en la actualidad hay 14 mil reconocidas. Salvo en la Antártida, no hay lugar sobre la tierra donde las hormigas no se hayan extendido.
Descripción de la hormiga, sus características
La hormiga cuenta con características morfológicas que la diferencian de otros insectos. Las antenas acodadas es una de esas características diferenciadoras. Las hormigas cuentan con una conformación corporal dividida en segmentos. La cabeza, donde se encuentran la mayor parte de los órganos sensoriales de este insecto, se distingue con facilidad. En ella están ubicadas dos antenas que cumplen una importante función ya que pueden detectar sustancias químicas, corrientes de aire y vibraciones. Las antenas sirven de comunicación al tacto con otros ejemplares. Al igual que muchos otros insectos, la hormiga cuenta con ojos compuestos, integrados por lentes muy pequeñas, que le permite detectar movimiento, pero carecen de resolución. Además, en la parte superior de la cabeza, existen 3 ojos simples – llamados ocelos – que permiten establecer la intensidad de la luz y la polarización de la misma. La cabeza de la hormiga dispone de 2 potentes mandíbulas que le permiten tomar objetos, transportarlos y triturar la comida.
Un segundo segmento es el mesosoma o también llamado tórax, allí se ubican sus 6 patas que cuentan, cada una de ellas, con una garra muy poderosa y en forma de gancho, que le permite a la hormiga trepar sin ningún tipo de dificultades. En las hormigas que cumplen funciones reproductoras, se ubican en este segmento las alas, que se pierden luego del vuelo nupcial.
El mesosoma se encuentra unido por un tercer segmento llamado pecíolo al abdomen o gáster. En el abdomen se encuentran los principales órganos internos de la hormiga: el sistema reproductor, el respiratorio y el excretor. Algunas especies existe la presencia, en las hormigas obreras, de un aguijón que se utiliza para defensa
La organización social de las hormigas
Las hormigas conforman colonias que pueden variar en su número de integrantes, desde algunas decenas hasta cientos de miles de ellas. Construyen sus nidos en un intrincado sistema de túneles y cámaras que han sido dignas de estudio por parte de la ciencia.
Los ejemplares reproductores están conformados por las hembras – reinas – que son quienes ponen los huevos y por los machos, encargados de copular con las hembras. Una colonia puede contar con más de una reina con la función de poner huevos. Los machos, en su mayoría, mueren luego de copular. Generalmente, los ejemplares reproductores cuentan con alas.
La mayor parte de los integrantes de las colonias, son las denominadas hormigas obreras. Las hormigas obreras poseen, dentro de la colonia, un llamativo sistema de promoción y división del trabajo. Las obreras comienzan su ciclo vital cuidando de la reina y de sus crías. Luego es promovida a tareas de excavación y mantenimiento del nido, y, por último, es destinada a la recolección y defensa de la colonia.
Reproducción de la hormiga
El proceso de reproducción de la hormiga está íntimamente vinculado a la estructura social. De los huevos fecundados, nacerán exclusivamente hembras, se llama a estos huevos, diploides. En cambio, de los huevos sin fecundar, nacerán machos, estos huevos son conocidos como haploides. Como se puede ver de las formas de reproducción se puede derivar el orden social que tendrán cada uno de los ejemplares.
Luego de la eclosión de los huevos, la hormiga se transformará en una larva, que permanecerá inmóvil, al cuidado de las hormigas obreras, quienes las alimentarán por medio de lo que se denomina “estómago social”, donde las obreras regurgitan la comida y la transfieren a las larvas en forma líquida. Que una hembra se transforme en reina u obrera, depende, en gran medida de la alimentación que reciba en su fase larvaria.
Luego de la etapa larvaria, las hormigas pasan al estadio pupal donde comienzan a adquirir las características morfológicas clásicas de la hormiga. Los machos fértiles y las hembras fértiles, ambos alados, emergen de su estado de pupa en el mismo momento, para facilitar la fecundación.
A diferencia de otras especies de insectos sociales que sólo tienen una reina, en las colonias de hormigas pueden existir varias reinas y hasta colonias sin reinas, donde las obreras tienen la capacidad de reproducirse.
Luego de la fecundación, muchos machos mueren o pierden las alas, mientras que las reinas tienen la capacidad de almacenar el esperma recibido de los diferentes machos para realizar una selección antes de fecundar los huevos. Luego del vuelo nupcial, la reina pierde las alas y es el momento en que comenzará a levantar su propia colonia.
En aquellas colonias de hormigas, donde existen más de una reina, ésta puede trasladarse con un grupo de obreras y fundar una nueva colonia. Como vemos, esta intrincada organización social le ha permitido a la hormiga extenderse a casi todo nuestro planeta, adaptándose a los cambios de ecosistemas.