Hace, aproximadamente, 2500 años las civilizaciones que vivían en Europa domesticaron un pequeño animal llamado turón. De este proceso de domesticación nació una subespecie que hoy se conoce con el nombre de hurón. Es un animal de la familia de los Mustélidos y se lo utilizó para la caza de conejos debido a su conformación física que les permitía penetrar en madrigueras. Si bien en la actualidad, los hurones no son animales que cuenten con la predilección de vivir en un hogar se los sigue considerando como domésticos. El nombre científico con el cual se los conoce es Mustela putorius furo.
¿Cómo es el hurón doméstico? SUS CARACTERÍSTICAS
El hurón es un mamífero carnívoro. Su cuerpo es alargado y de una gran flexibilidad, esto le permite desplazarse con gran rapidez y penetrar con agilidad en las madrigueras de conejos y roedores. Sus patas son cortas, la cabeza es pequeña y aplastada como todo el resto de su cuerpo. Las orejas, redondeadas apenas se pueden distinguir.
Un hurón puede llegar a medir 50 centímetros de longitud y su cola, que cuenta con un abundante pelaje mide, al menos, 20 centímetros. Existe, en estos animales, un marcado dimorfismo sexual, siendo el macho de un tamaño mayor que las hembras. Los machos llegan a pesar más de 1 kilogramo mientras que las hembras, rara vez, alcanzan los 700 a 800 gramos. Como muchas de las especies de Mustélidos, los hurones cuentan con glándulas odoríferas cerca del ano, las que utiliza para marcar su territorio. En el macho, el orificio anal y el urinario se encuentran más separados que en las hembras. Por su parte las hembras disponen de 8 glándulas mamarias.
El cuerpo del hurón se encuentra totalmente recubierto de pelos. El color puede variar entre gris, marrón y hasta amarillo en el dorso, mientras que en el vientre y en las patas es negro. Los ojos están rodeados por un pelaje blanco que le otorga la particular característica que asemeja un antifaz.
¿Cómo se reproduce un hurón?
El celo en las hembras puede presentarse cada 7 meses, generalmente esto ocurre en primavera. En el proceso de reproducción de los hurones cobra gran preponderancia las glándulas odoríferas, ya que cuando la hembra se encuentra en celo, además de un aumento considerable del tamaño de su vulva, comienza a emanar un olor más fuerte de lo habitual.
El apareamiento puede llegar a tener ribetes bastante violentos, ya que le macho toma del cuello y muerde a la hembra, a veces provocándole lesiones. Una vez producida la cópula comienza un período de gestación que dura unas 7 semanas, al cabo del cual nacen las crías que apenas llegan a pesar entre 10 y 20 gramos. Estas crías nacen cubiertas de pelo muy fino y suave de color blanco. El período de lactancia se extenderá por 12 semanas y luego las crías se independizarán de su madre y comenzarán a procurarse su propio alimento.
¿Dónde podemos encontrar hurones? Su hábitat
El hurón en estado salvaje, es un animal originario de las zonas boscosas de Europa, es de hábitos nocturnos y vive en madrigueras que él mismo construyen o que usurpa a sus presas. Suele agruparse en pequeñas colonias donde todos los ejemplares duermen juntos y juegan entre ellos.
Debido a que se ha convertido en un animal doméstico, hoy es posible encontrar hurones extendidos por todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos de América.
Estos animales necesitan consumir una gran cantidad de proteínas, por eso cuando ha sido domesticado, la dieta basada en carne es insustituible.
El hurón en el hogar
Estos animales, aunque no cuentan con el favoritismo que tiene perros y gatos como mascotas, puede ser una excelente compañía en el hogar, ya que son muy juguetones y divertidos. Establecen profundos lazos sociales con los miembros de la casa y con otras mascotas.
Con mucha facilidad, el hurón aprende a utilizar literas, al igual que los gatos. Les agrada interactuar con las personas, subiendo a sus hombros o viajando con ellas. Pasan una importante parte del día durmiendo, pero necesitan dedicar algunas horas a correr y a jugar.
Tener un hurón como mascota requiere de ciertos cuidados ya que, si bien no es un animal destructivo, su instintiva tendencia a introducirse en lugares pequeños e incómodos puede ocasionar que sufra algún tipo de accidente, sobre todo los vinculados a aparatos eléctrico o desagües.
Para evitar el fuerte olor que emana el hurón, es conveniente someterlos a castración, tanto a hembras como a los machos. Esto obliga a quienes tienen hurones castrados a poner gran atención sobre la alimentación de estos animales ya que pueden comenzar a subir de peso. Además, las glándulas del hurón sirven para lubricar sus heces, su ausencia puede provocar un prolapso rectal. La consulta periódica al veterinario es fundamental cuando tenemos como mascota a un hurón, que puede llegar a vivir hasta 10 años.
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