Este esbelto y elegante animal se destaca por sus extraordinarios y ágiles saltos, que pueden alcanzar una longitud de más de 10 metros de largo y 3 metros de altura. Es un mamífero artiodáctilo de la familia de los bóvidos, específicamente al género Aepyceros. Su nombre común, impala, tiene su origen en el idioma Zulú, la principal lengua materna de Sudáfrica.
Su denominación científica, Aepyceros melampus, nace del griego y significa, pies negros de cuernos altos (aipos: alto, keras: cuerno, melas: negro y pus: pie.) Por un tiempo el impala fue considerado una especie de gacela, dado su parecido con estos mamíferos, pero estudios recientes lo ubicaron en el grupo de los antílopes africanos.
Existen seis subespecies: Impala sudafricano (Aepyceros melampus melampus), Impala de Malaui (Aepyceros melampus johnstonii), Impala de Uganda (Aepyceros melampus katangae), Impala de cara negra (Aepyceros melampus petersi), Impala de Kenia (Aepyceros melampus rendilis) e Impala de Tanzania (Aepyceros melampus suara)
Características Físicas del impala
El impala es un antílope que vive aproximadamente 15 años. Tiene una longitud de 130 a 180 cm y una altura de 75 a 100 cm. Las hembras son un poco más pequeñas que los machos. Ellas pesan alrededor de 30-40 kg y ellos entre 65 y 80 kg.
Los machos destacan por tener unos llamativos cuernos delgados y curvados, que se asemejan a una lira. Son lisos en la punta y-en ocasiones- están provistos de anillos. Llegan a medir 80 cm en los impala de Sudáfrica y 90 cm en los de África Oriental.
Sus ojos son grandes, y muestran una mancha blanca de forma alargada cerca de ellos. Las orejas son delgadas, extensas y con puntas negras. Resalta una mancha negra en su frente, y el pelaje de su cabeza y cuello, que es de un color amarillo claro. Ese tono se torna pardo rojizo en la parte del dorso y va aclarando hacia los laterales. El abdomen también es claro, generalmente blanco.
Este espécimen posee largas patas que suelen ser blancas, delgadas y con pezuñas cortas. Se caracteriza por tener en la parte superior de las patas traseras, una línea negra vertical y un penacho de pelo negro en el borde inferior de las mismas, sobre los talones. La cola mide entre 30 y 45 cm. La parte inferior es blanca y la superior de marrón claro, con una fina raya negra en el medio.
Naturaleza del impala
Esta especie gregaria vive en grupos de 6 a 20 individuos. No obstante, en época de sequía pueden agruparse en manadas de 100. La mayoría del grupo está conformado por hembras con sus crías, 3 o 4 machos jóvenes y un macho dominante, que controla la manada. Los machos que no tienen un harén se reúnen y se apoyan entre ellos.
Durante la época de celo, los machos son muy territoriales y ruidosos. Delimitan su espacio con orina y heces, y lo defienden de otros machos. El varón dominante pretende controlar todo el rebaño de la hembra que se encuentre dentro de sus «linderos». Está siempre vigilante, con la cabeza erguida, y con los ojos y oídos siempre atentos ante cualquier peligro. Al descubrir una amenaza avisa a los demás miembros, golpeando con una pata el suelo. Ante este aviso todos levantan la mirada y huyen despavoridos.
otros comportamientos
Los impalas machos de un mismo grupo establecen vínculos, frotándose las cabezas entre ellos. También «intercambiando» la sustancia que produce la glándula odorífera, para reconocerse entre sí. De igual modo, los miembros de una manada se asean solidariamente con la lengua. Esta acción los ayuda a eliminar los ectoparásitos que producen daños en su piel y organismo.
Existe un ritual en la lucha de los machos por su harén, conformado por tres fases. En la primera el macho que desafía muestra la parte clara de su abdomen, bosteza, saca la lengua y niega con la cabeza. En la segunda los rivales-ubicados frente a frente-se acercan y alejan con la cabeza erguida, y en la tercera usan sus cuernos empujándose con ellos hasta que uno de lo dos se dé por vencido. Estos combates no suelen dejar heridas, ya que los cuernos están diseñados para entrelazarse y solo empujar.
El impala tiene un corto ciclo de sueño, de apenas tres horas. No acostumbran a movilizarse por grandes distancias, ni a alejarse de los cursos de agua.
Alimentación
Su alimentación es netamente herbívora. Se basa en hojas de acacia, arbustos, hierbas, flores y frutas. Por lo general pastan y ramonean. Comen de día y de noche, un 40% del tiempo están alimentándose y otro 40% están haciendo la rumia. Sienten necesidad de agua con frecuencia. Sacian su sed al menos una vez al día, por menos de 30 segundos. Sin embargo, pueden resistir varios días solo con el rocío.
En época de escasez de alimentos, los grupos de impala deciden seguir a otros grupos de herbívoros como los papiones, para comer de los restos de alimentos que van dejando a su paso. También se les puede ver siguiendo a los elefantes, para comer de los frutos que estos van tumbando de los árboles y no alcanzan a recoger.
Reproducción del impala
La época de apareamiento del impala se desarrolla entre abril y mayo. La gestación dura entre 180 y 200 días. Los partos son de una sola cría, que pesa alrededor de 5 kg. En raras ocasiones nacen dos crías por parto. Los nacimientos ocurren en noviembre o diciembre. Los impalas bebé son destetadas entre los 4 y 6 meses de edad.
En la época de parto es común que se creen las llamadas manadas de guardería o jardín de infancia, donde un número reducido de hembras se encargan de cuidar a las crías, mientras las otras pastan.
Distribución y depredadores
El impala habita en la sabana, en los bordes de los bosques, cerca de los ríos. Se distribuye principalmente en Sudáfrica y África oriental (Kenia, Uganda,Tanzania, Zambia, Mozambique, Zimbabue, Botsuana y cerca de Angola y el norte de Namibia.)
Este animal forma parte de la dieta de cualquier depredador de gran tamaño de África, entre los que destacan los guepardos, leopardos, licaón o perro salvaje africano, leones, hienas, cocodrilos y pitones. Las crías además tienen como depredadores a las águilas, papiones o babuinos, chacales, rateles y caracales
Sistemas de defensa
Este mamífero ante una situación de peligro envía una serie de señales visuales, acústicas y olfativas a sus compañeros para alertarlos. Las más destacadas son las señales visuales. Levantan la cola mostrando el intenso blanco de su parte inferior. Dan grandes saltos que permiten que este color pueda ser visualizado a grandes distancias por los demás impalas.
Como señal acústica emiten fuertes resoplidos similares al disparo de un rifle, estos sonidos tienen gran alcance en la sabana. Las señales olfativas comprenden la liberación de feromonas, que despiden las glándulas de sus patas al saltar, con esa característica sacudida violenta, haciendo que el olor se expanda y alerte al resto de la manada.
conservación y curiosidades del impala
Este elegante animal es considerado por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) como especie de bajo riesgo, dependiente de la conservación. La subesespecie de cara negra (Aepyceros melampus petersi) está clasificada como vulnerable, aunque su población va en aumento.
La mayoría de los Impalas nacen alrededor del mediodía. La sabia naturaleza reconoce que es el momento más seguro para el parto, pues la mayoría de los depredadores están reposando.
El automóvil Chevrolet Impala toma el nombre de este animal.
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