Las tierras neozelandesas son el hábitat de un ave bastante particular: el kiwi (Apteryx). Su nombre coloquial deriva del sonido que produce, y se escucha como “kee wii”. Este animal pertenece a la familia Apterygidae, específicamente al género “Apteryx”, que engloba a cinco especies de variados tamaños y tonos de plumas.
Aunque el vocablo hace referencia a la ausencia de alas, este ejemplar sí las tiene, pero muy diminutas. Se dice que es el único «representante» de la orden Apterygiforme, y algunos científicos lo han emparentado con el enorme pájaro elefante, oriundo de Madagascar.
Características físicas del Kiwi
El kiwi tiene un esternón chato, carente de quilla, por lo que no puede reposar sus alas en esa zona. Éstas miden 3 cm y están ocultas bajo las plumas que se asemejan a unas cerdas de gran suavidad.
Cuando llega a la adultez alcanza un tamaño de 24 a 45 cm, siendo la hembra más grande que el macho. Pesa unos 3.3 kg y desarrolla una médula, como si fuera un mamífero, distinto al esqueleto ahuecado característico de las aves.
Tiene patas atléticas y poderosas, equipadas con cuatro dedos, con sus respectivas almohadillas. Las usa para desplazarse de forma silenciosa, para cuidar de su territorio y protegerse de sus depredadores. Su auge de actividad se da por la noche. Su olfato, su oído agudo y la sensibilidad de sus bigotes le permiten moverse con soltura en la oscuridad. Mientras, los patrones de sus plumas le ayudan a camuflarse en el entorno.
Comportamiento del kiwi
Se le conoce por ser tímido y noctámbulo. Sin embargo, varios estudios demuestran que también sale en las horas diurnas. La diferencia radica en que suele descansar de día para cazar a la luz de la luna. Vale destacar que puede ser tan agresivo como territorial.
El kiwi es monógamo y como pareja son muy unidos, aunque siempre es ella la que «lleva la batuta». Suelen acurrucarse tiernamente en su madriguera por el día. De noche, cazan juntos o vigilan su cueva. Pueden construirla en cerros nevados o boscajes abundantes en capa vegetal. De igual manera, frecuentan las aéreas costeras o pastizales sin discriminar entre unos u otros. De noche dejan escuchar su peculiar y agudo canto.
Alimentación
El kiwi es omnívoro. En su menú destacan bichos, lombrices, semillas, gusanos y bayas. Entierra su pico en la tierra para extraer su comida. Anguilas, sapos, ranas, diminutos cangrejos fluviales e incluso coco, son otras opciones que se le antojan deliciosas. Caza de noche para salvaguardarse de las aves depredadores y porque su cena está más cercana a la superficie. Come aspirando el fruto o al insecto atrapado.
Reproducción del kiwi
Los kiwis suelen tener una única pareja en su vida. Sin embargo, en ocasiones la hembra deja al kiwi macho para buscar a otro. El macho es quien inicia el cortejo siguiendo a la hembra hasta ser aceptado por ella.
El grueso de los pájaros posee únicamente un ovario, pero éste cuente con dos. Al término de la época invernal o a inicios de la veraniega, ella pondrá un huevo, máximo dos. Si es uno, puede pesar 450 g, representando el 20% de su talla de adulto. El macho lo empollará por unas 10 semanas u 80 días. Al eclosionar, se ve a un ave totalmente independiente, que no necesitará de sus padres para alimentarse. Escasamente permanecerá una semana dentro del nido.
¿Qué peligros enfrenta la especie?
Tiene una esperanza de vida que oscila desde los 10 y los 15 años. Actualmente se halla en peligro de extinción, por lo que goza de protección en determinados países del mundo. Conforme fueron mermando las amenazas, el kiwi se fue convirtiendo en un animal terrestre. Los cambios en el equilibrio de la naturaleza también contribuyeron a esto, pero poco a poco fueron poblando los islotes y esto trajo consigo una ola de nuevos depredadores, como los halcones, águilas, hurones, perros y gatos.
Las zonas que comprenden su hábitat también se han ido reduciendo. De forma tal que el kiwi acabó acorralado entre las nuevas amenazas y la escasez de territorio. En determinados lugares se han controlado las acciones de sus «enemigos», con lo cual se ha elevado la tasa de supervivencia a un 50%. No obstante, en las zonas sin protección, 95% de estas aves mueren sin poder reproducirse.
Símbolo de los neozelandeses
El kiwi fue declarado símbolo nacional de Nueva Zelanda. En la Primera Guerra Mundial se referían a los soldados de esta nación como kiwis. El logo de la Real Fuerza Aérea encierra en un círculo azul la silueta de un kiwi escarlata.
En su moneda también aparece. Bastará con voltearlo para encontrarse con la imagen del pintoresco animal. Cuando se trata de divisas, es recurrente que se haga alusión al dólar neozelandés como “el kiwi”. De igual manera, son incontables los clubes, asociaciones o comercios que apelan a este animal para diseñar su imagen gráfica. Todo esto demuestra cuán arraigado está su simbolismo en la cultura nacional.
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