La cobaya o cobayo como se lo conoce en algunos países – también, popularmente conocida como conejito de indias -, es un roedor hibrido, es decir que es el resultado de la cruze de varias especies similares. El origen de estos animales tan simpáticos, se sitúa en Sudamérica, más específicamente en Argentina, Chile, Perú y Ecuador. Desde las épocas de las civilizaciones precolombinas, la cobaya fue domesticada por distintas culturas americanas. El objetivo de esta domesticación era aprovechar su piel y su carne. En la actualidad, estos animalitos son comercializados también como mascotas, generando un importante vínculo afectivo con sus dueños.
Características de la cobaya
Cavia porcellus, tal el nombre científico de la cobaya, es un roedor que mide unos 20 centímetros de longitud y pesa entre 800 gramos y un kilo, esto, dependiendo de la raza que se trate. Existen diferentes variedades con distinto tipo de pelo, en algunos casos pueden largo, en otros cortos y hasta rizados. Sus colores pueden variar y en general, presentan más de una tonalidad de pelo.
A la cobaya se la identifica como un animal gregario, es decir que prefiere la vida en grupos. En los casos en que estén destinados como mascotas, los veterinarios recomiendan que, si no se puede tener varios ejemplares, es conveniente brindarles atención y cariño.
Las cobayas utilizan un particular sistema de emisión de sonidos para comunicarse entre ellas o para demostrar emociones ante la presencia de sus dueños.
Para determinar el sexo de estos animales, a partir de la tercera semana de vida, se la toma con mucho cuidado y se presiona su zona genital, si se trata de un macho, esta presión hará que el pene saga hacia afuera. Las cobayas viven de 6 a 10 años.
Reproducción de la cobaya
El macho de cobaya es polígamo y le gusta tener varias hembras a su disposición. Aunque el apareamiento por parejas también es posible.
Luego del apareamiento, la hembra de la cobaya tiene un período de gestación que va desde los 59, hasta los 72 días. A diferencia de otros roedores, la cobaya es menos prolífica y la hembra llega a parir de 1 a 7 crías. Las crías, al nacer, pesan de 50 a 100 gramos. Una particularidad de las crías de la cobaya es que éstas nacen completamente formadas, los ojos abiertos y con abundante pelo. A las pocas horas de nacer, las crías manifiestan una increíble autonomía, juegan y se desplazan de manera totalmente independiente. Al segundo día de vida ya puede alternar la leche materna con hierba fresca. La lactancia de las crías de cobaya dura aproximadamente 3 a 4 semanas.
A las tres semanas del parto las hembras ya estarán en condiciones de aparearse nuevamente, de hecho, existe un celo post parto que aparee a los 15 días de haber parido. Debido a esto, las crías deben abandonar rápidamente a sus madres, alcanzando la madurez sexual entre los 35 y los 70 días de edad.
Para aquellos dedicados a la cría de cobaya, un dato que resulta interesante es que se debe procurar que las hembras tengan su primera camada a las 7 semanas de vida. Esto debido a que, si se produce antes, las hembras aún no están debidamente desarrolladas y las crías, posiblemente tengan problemas en su desarrollo. Si, por el contrario, la primera camada excede este tiempo se corre riesgos que los huesos de la pelvis se solidifiquen demasiado, provocando partos dolorosos y riesgosos.
¿Cómo alimentar una cobaya?
La alimentación de estos animales requiere de ciertas atenciones. La cobaya es un animal herbívoro, que requiere, en su dieta, un gran aporte de vitamina C debido a que las cobayas, del mismo modo que los primates y los murciélagos, no sintetizan esta vitamina y su carencia puede llegar a provocarles escorbuto y morir.
Para proporcionarle una dieta variada a la cobaya es importante incorporar el heno, que cubrirá los requerimientos de fibras e hidratos de carbono, la alfalfa aporta calcio y las frutas y verduras brinda los requerimientos de vitaminas. La alimentación de la cobaya siempre debe estar acompañada por agua fresca, por lo que se recomienda limpiar sus recipientes de manera permanente. Un detalle a tener en cuenta es que estos animales tienen un excesivo crecimiento de sus dientes por lo que siempre deben disponer de alimentos que les permitan desgastarlo.
Como parte de sus prácticas alimentarias, las cobayas practican la cecotrofia, una suerte de coprofagia, mediante la cual estos animales se alimentan de sus propias heces que toman de manera directa desde el ano, donde acumulan pequeñas bolitas, esto les permite tomar los nutrientes que no han sido absorbidos por su sistema digestivo.
En los países del norte de Sudamérica, la cobaya es parte de una importante industria cárnica para la elaboración de platos muy populares en estos países, pero también, ha sido definitivamente adoptada como mascota.
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