La liebre es una de las especies más conocidas de la familia de las Leporidae de la que existen una buena cantidad de variedades y de las que, como otros animales de los que hemos hablado en este espacio, existe una buena cantidad de información al respecto. En este artículo queremos hablar detenidamente acerca de todo lo que respecta a este animal y al tipo de costumbre que tiene en su vida diaria y formal por tanto, si quieres saber mucho más sobre él solo tienes que leernos a continuación.
¿Cuáles son las características principales de la liebre?
La liebre es un animal bastante popular y del que sabemos muchos detalles al respecto en cambio, hay aspectos de esta especie que siguen entusiasmando y que por lo general, gustan a todas las personas que se interesan por saber sobre ella. De todas las características que podríamos destacar acerca de la liebre la primera podría ser la silueta bien estilizada con la que cuenta así como la rapidez de movimientos que sostiene.
Las patas son los elementos de la anatomía de la liebre más importantes que tiene porque estamos ante las extremidades que hace que este animal galope de un lado a otro tanto para encontrar su comida como para escapar de todos los peligros que se le acechen.
Además de las patas, la liebre es un animal que se caracteriza por tener unas orejas bastante largas y grandes y sobre todo, un oído de lo más desarrollado que, junto con las patas que ya hemos mencionado, le sirve para estar de un lado a otro escuchando con tranquilidad todo lo que hay a su alrededor y así, no caer en las garras de ningún depredador que esté tras de sí.
El pelaje de la liebre también resulta crucial a la hora de ejercer el camuflaje ante los depredadores que se puedan encontrar a su paso. Estas tres características (patas, rapidez y pelaje) son las que hacen que la liebre pueda defenderse y sobrevivir en un ambiente a menudo hostil y hacer su vida de la mejor de las maneras.
El hábitat de la liebre
La distribución de la liebre está por todas las regiones que podamos imaginar. La cantidad de modalidad que hay de esta misma especie es lo que hace que la encontremos por cada uno de los espacios. En España la liebre ibérica es bastante popular y las zonas de montaña son las grandes preferidas de este lepus.
Sabido es por todos que la liebre vive en madrigueras que ellas mismas han realizado y las forman de diferentes tamaños, dimensiones y profundidad dependiendo del tipo de especie que sea o de la cantidad de tiempo que va a estar en ella.
Por norma general, lo habitual es que encontremos estas madrigueras hechas en el momento en que van a nacer las crías y son las mismas hembras las que las construyen para que cuando den a luz, sus pequeños tengan un espacio dónde refugiarse. Las crías no obstante, no tardan mucho en abandonar el lugar de nacimiento y separarse de la madre.
¿Qué es lo que comen las liebres?
La alimentación de las liebres es completamente vegetariana y es que lo único que se les ve comer son hierbas y otras plantas. En ningún caso ha habido índices de que la liebre haya comido restos de animales muertos y mucho menos haya atacado a otras especies con el fin de tener algo que llevarse a la boca. En este sentido se puede decir que la comida que come es bastante similar a la de los conejos. El alimento de las liebres sin duda es sencillo de encontrar, ya que está por todas partes de dónde éstas habitan.
La liebre: Un animal de lo más independiente
Al margen de las características generales con las que sabemos que cuenta la liebre (patas, pelaje y rapidez) uno de los detalles que más gusta de este animal es el sentido de la independencia que tiene desde muy pequeño. Durante años se ha estudiado el comportamiento de la liebre para saber de esta forma, por qué efectúan el abandono de su madriguera a una edad tan temprana.
Desde muy pequeños la madre está incitando a sus crías a la defensa que tienen que llevar sobre sí mismos, ya que el ambiente en el que se mueven en algunos casos, no es nada favorable para un animal que no sepa cómo defenderse y de qué manera actuar ante un peligro que puede ser inmediato y nada calculado.
La caza de la liebre también ha hecho que las madres estén atentas a dar una educación temprana a sus hijos y por ello, es pronta la edad en la que se marchan para brindar su independencia y poder de esta forma, vivir su vida y sobre todo, enseñar a sus futuras crías.
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