En esta oportunidad, vamos a conocer un animalito que, que pese a tener una imagen simpática y agradable, provoca pánico con su cercanía. Estamos hablando de la mofeta, o más conocida como zorrino, zorrillo.
La mofeta es un animal mamífero de la familia de los mephitidae – de allí su nombre vulgar. Este animal es un habitante de las tierras americanas y se ha construido su fama debido al pestilente olor que emanan sus glándulas anales cuando se ve amenazado.
Las características de la mofeta
La mofeta es un animal pequeño a mediano, cuyo largo – cola incluida – va desde los 40 cm hasta los 90 cm y llega a pesar 8 kg. Su característico pelaje bicolor es un rasgo distintivo. Sobre un pelaje negro, dos rayas blancas recorren todo su cuerpo. El zorrillo es un animal omnívoro y su dieta se compone básicamente de insectos, roedores, frutas, huevos y miel. La mofeta cumple un rol de importancia al controlar, por medio de su alimentación, la población de roedores.
Ya hemos señalado que el rasgo que ha hecho de la mofeta un animal muy conocido, es su sistema de defensa constituido por glándulas anales que segregan una sustancia con un olor fétido que sirve para ahuyentar a sus atacantes, en caso que se sienta amenazado. Según la especie de que se trate, adoptará distintas posiciones para protegerse, algunas lo hacen levantando la cola y otras parándose sobe sus patas delanteras y levantado las traseras. La eficacia de esta sustancia, emanada por la mofeta, puede llegar hasta los dos metros de distancia y llega a producir una ceguera temporal, por otra parte, este olor es muy difícil de quitar de la piel. Su sistema de defensa se completa con un agudo sonido que emite cuando adopta su posición defensiva.
Las patas delanteras se caracterizan por sus fuertes garras que le permiten escarbar en la tierra, en busca de insectos y huevos, como así también para construir sus madrigueras.
Reproducción de la mofeta
Los hábitos de las mofetas son bastante particulares. El macho de la especie es un animal solitario, que sólo busca a la hembra al momento de aparearse. Se reproduce desde finales del inverno hasta el comienzo de la primavera. Luego del apareamiento, la hembra tiene un período de gestación de, aproximadamente, 55 días, luego de los cuales puede dar a luz entre una y 10 crías. Las crías serán amamantadas por la hembra de la mofeta durante diez semanas, luego de las cuales, saldrán, junto a su madre, a cazar.
Durante el invierno, la mofeta y sus crías, permanecerán en su madriguera, en una suerte de letargo y en algunas ocasiones, con la presencia del macho.
La mofeta y sus especies
Según la zona de América que habite, presenta diversas especies: En América el Norte y Centroamérica podemos encontrar a la mofeta de cola larga, y la denominada mofeta de mancha blanca, ya que cuenta con una sola mancha blanca que cubre su lomo.
El zorrillo moteado de frente estrecha, podemos ubicarlo en varios países de Centroamérica y su distribución se extiende hasta los países más al norte de América del Sur – Venezuela, Colombia y Brasil.
En Argentina la más común es el zorrino castaño.
Aquí un breve listado de las distintas especies de mofetas
- Género Mephitis
- Mephitis mephitis – Mofeta común o rayada
- Mephitis macroura – Mofeta de capucha
- Género Spilogale
- Spilogale gracilis – Mofeta moteada occidental
- Spilogale putorius – Mofeta moteada oriental
- Spilogale pygmaea – Mofeta manchada pigmea
- Género Conepatus
- Conepatus mesoleucus – mofeta de nariz porcina
- Conepatus leuconotus – mofeta oriental de nariz porcina
- Conepatus semistriatus – Zorrino amazónico
- Conepatus chinga – mofeta
- Conepatus castereus – mofeta argentino
- Conepatus humboldtii – mofeta de la Patagonia
- Conepatus rex – mofeta de los Andes
- Género Mydaus
- Mydaus javanensis – Teledu o Tejón-fetido malayo
- Mydaus marchei – Tejón-fétido de Palawan
La situación actual de la especie
Pese a la mala fama con la que cuenta la mofeta, los agricultores la consideran una aliada en el control de plagas de insectos y de roedores. Si bien su pelaje ha sido muy apreciado para la confección de tapados y mantas, en la actualidad esta especie no se considera en riesgo de extinción. Aunque algunos productores la responsabilizan de arruinar los sembradíos con sus profundas madrigueras. Pero lo que es cierto, es el enorme servicio que la mofeta presta al equilibrio ecológico de las zonas donde está presente.
En algunas regiones es adoptada como mascota, para lo cual hay que operarla para extirparle sus glándulas anales, de lo contrario sería imposible conservarla en el hogar. Cuando la mofeta es criada desde pequeña en un hábitat familiar, es muy cariñosa y tiene comportamientos similares a un gato doméstico.
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