En aguas tropicales y subtropicales, con temperaturas de 18ºC a 27ºC, habita un animal conocido científicamente como Coryphaena hippurus. La población general le ha dado multitud de nombres, entre ellos lirio, dorado, pez limón y lampuga. Tiene una esperanza de vida de cuatro años y es un gran nadador. Supera los 90 km/h.
Este espécimen pertenece a la familia Coryphaenidae y se distribuye por todos los océanos del mundo. Hay quienes lo llaman pez-delfín, aunque no guarda ningún parecido con ese mamífero. Para los expertos gourmet, la carne de este pescado es excelente. Tanto por su sabor, como por su alta composición de proteínas saludables.
Características de la lampuga
Se estima que la lampuga mide dos metros, y pesa unos 30 kg. Su carne es entre rosa y blanca, siendo de textura firme. La carencia de espinas en las aletas anales y dorsales, facilita la limpieza para fines culinarios. Posee una boca amplia con numerosas piezas dentales compactas y ovaladas. Éstas bordean a una lengua igual de ovalada y pequeña. Su cuerpo está cubierto por delicadas escamas que parecen plumas.
El macho adulto cuenta con una protuberancia ósea en su frente. Muestra atractivos tonos dorados en los flancos y líneas verticales cuando se trata de un ejemplar joven. Es azul-verdoso en la parte de arriba y en el flanco alto, y pajizo o blanco en el abdomen. Se distingue además por su aspecto aplanado en los lados. La hembra, en tanto, tiene una cabeza circular y es de menor tamaño.
Hábitat
La lampuga se halla a escasos 5-10 metros de profundidad. Es decir, que se mantiene muy cerca de la superficie. Forma cardúmenes en altamar, pero ocasionalmente se acercan hasta la región costera. Prefieren las áreas en que la corriente congrega desperdicios a la deriva. Los pescadores utilizan calamares o peces muertos para atraparlos.
Alimentación de la lampuga
Este animal puede comer zooplancton, pececillos, calamares y crustáceos. Su platillo predilecto es el pez volador, que persigue con especial vehemencia. El macho precisa más alimento que la hembra porque su complexión es diferente y su metabolismo más acelerado.
Reproducción
Bastan escasos cinco meses y 45 cm de longitud, para que logre su madurez sexual. La lampuga escoge el mar abierto para aparearse. Con la subida de las temperaturas se acerca a las costas para facilitar la tarea. Los huevecillos y larvas también son pelágicos, es decir, que viven en aguas medias o cercanos a la superficie.
La pareja comparte los roles de la paternidad. La hembra desova y el macho fecunda a los huevecillos externamente. Se conoce que son altamente fecundos. De hecho, se estima que una hembra desove máximo tres veces al año, poniendo hasta un millón de huevos por vez. Gracias a ello su población es bastante extensa.
Comportamiento
Los hábitos migratorios de la lampuga se ponen de manifiesto, pues recorre grandes distancias buscando aguas cálidas, con mayor concentración de sal y oxigeno, así como mayor cantidad de comida. Los ejemplares jóvenes prefieren moverse en cardúmenes numerosos. El adulto es más quisquilloso, optando por cardúmenes más pequeños o simplemente grupos de dos.
¿Enfrenta alguna amenaza?
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) integra a la lampuga en la lista de animales de preocupación menor. Será suficiente una pesca consciente para que la especie sobreviva a largo plazo. Su deliciosa carne ha fascinado a humanos y a peces por igual. Por ello, tiene una mortalidad que supera al 98%. Sin importar qué tan joven sea, pájaros marinos y peces disfrutan de él como comida. El pez vela, el pez espada, el atún aleta amarilla, el albácora y el tiburón lo depredan.
En la mesa
La lampuga joven está calificada como especie grasa o azul. En cambio, la adulta es blanca o magra, manifestando la variación de las grasas en su cuerpo. Se estima que 100 gramos contienen apenas 85 kcal. Está claro que apenas contiene 0.7% de grasa. No obstante, en la región costera del Mediterráneo abundan los ejemplares jóvenes que cuentan con 5% de grasas. Por ende, se catalogan como semigrasos, a diferencia de los adultos.
La grasa que posee la lampuga es poliinsaturada, destacando en ella el ácido docosahexaenoico. Es decir, un omega 3 que hará maravillas por el organismo. Cuando de proteínas se trata, tiene una concentración de 18.5%, incluyendo en ellas cada aminoácido vital. También aporta vitaminas B1, B2, B3 y B12, a la par de fósforo, potasio y magnesio.
Aplican para la lampuga las mismas recetas que se usan para cocinar pez espada o atún. También se puede cocinar a la plancha, guisado, en fideuá o adobada.
Datos curiosos sobre la lampuga
Su coloración es un básico para reconocerlo. Sin embargo, sus tonos se “apagan” al morir. Sucede de forma casi instantánea, tomándose esos tonos vibrantes de la lampuga en un gris opaco.
En Hawaii lo llaman mahi-mahi. El vocablo mahi significa tanto fuerza como macho. Se cuenta que los nativos lo bautizaron así por lo duro que se torna sacar a la superficie a un ejemplar maduro.
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