Una contextura ovalada y plana distingue al lenguado común. De nombre científico Solea solea, es un pleuronectiforme (pez plano), perteneciente a la familia Soleidae, compuesta por unas cien especies que viven en las profundidades de los cursos de aguas dulces y saladas. Mide aproximadamente un metro de largo y pesa alrededor de 3 kilos.
Su cuerpo posee diminutas escamas dentadas de tonalidades pardas y verdosas, y su carne es muy demandada en la gastronomía mundial.
Características del Lenguado
Al nacer el lenguado muestra una simetría bilateral, pero cuando empieza a desarrollarse, el ojo zurdo se desplaza al lateral derecho, hasta que ambos globos oculares se posicionan en ese costado. Quizás por ello pasa buena parte del tiempo suspendido en el lecho acuático sobre el lado ciego, que es de color blanco. Este pez posee la cualidad de variar sus matices para camuflarse y así mejorar la caza.
El lenguado tiene labios protuberantes en una boca «equipada» con dientes concentrados en los márgenes de sus maxilares, y bordeada por diminutas verrugas. Su testa es compacta y redonda, al igual que sus ojos.
Su nado es totalmente vertical. Al reposar sobre la arena atrapa a diversidad de presas, valiéndose de los miembros táctiles que posee en su lado zurdo. Con frecuencia se refugia en lo profundo del mar.
Hábitat y alimentación del Lenguado
Es habitual encontrar al lenguado en las zonas costeras, preferentemente las del trópico. Los ejemplares menores están a 300 metros, pero los pescadores de oficio buscan los especímenes que nadan entre 10 y 80 metros de profundidad.
También se les consigue en bahías o zonas portuarias. Su mayor actividad es al caer la noche, pues se “entierra” a plena luz del día. Tolera con facilidad su vida en un acuario.
En cuanto a su nutrición, se sabe que es de apetito insaciable. Por ello, atrapa a cualquier presa que pase desprevenida cerca de él. El menú del lenguado contiene peces diminutos, langostinos, camarones, cangrejos y los invertebrados que abundan en las profundidades.
Reproducción del lenguado
El desove se realiza en el fondo del mar, entre mayo y agosto. Las hembras ponen miles de huevecillos en el interior del lecho, para que los machos se encarguen de fecundarlos.
Se estima que la hembra del lenguado desova alrededor de 3 millones de huevecillos anualmente. Después de ser fecundados flotan en el agua, pero se van hundiendo con el crecimiento.
A los 15 días los huevecillos se rompen, y una larva sale de cada uno de ellos. Éstas se mantendrán florando en el mar, hasta pasadas 6 semanas. Posteriormente su cuerpo se achica, los ojos se trasladan al lado izquierdo, y su dentadura se “muda” a la zona blanca del cuerpo. En la aleta de su pecho cuenta con una mota negra, que lo diferencia de otros peces soleidos.
lenguado En cautiverio
El lenguado es el gran protagonista de múltiples platillos en el mundo gastronómico. Debido a la alta demanda de su carne, especialistas chilenos, ecuatorianos, españoles, peruanos y mexicanos se han dedicado a criarlo en cautividad.
La medida surgió para permitir su crecimiento y posterior venta. Los resultados varían de un país a otro. Sin embargo, han surgido múltiples inconvenientes en el proceso.
Tales dificultades incluyen su adaptación, nutrición y desove. Además, deben considerarse aspectos como la temperatura, salinidad del agua y, finalmente, las bacterias que se asocian a la cautividad. Sólo así es posible obtener una buena cría para el uso culinario.
Datos relevantes
Al 30 días de la larva haber abandonado el huevo, los especialistas en cría de lenguado sustituyen la comida viva por una alimentación seca. Esta dieta consiste en harina de crustáceos, calamares, soya, minerales, harina de pescado y vitaminas.
El proceso para engordar al pez lenguado se realiza al igual en estanques ubicados en tierra firme o en cajas inmensas en el agua marítima. Entre el nacimiento de la larva, hasta que logra alcanzar las dimensiones deseables, transcurren alrededor de 2 años y medio.
Según cálculos realizados en 2007 existen más de 40 estructuras en suelo español destinadas a la crianza del lenguado. Sólo en la región andaluza se hallan 36 de ellas. Los galicianos cuentan con otras seis, mientras que los valencianos disponen de una, pero sin producir. Seis emplean tanques terrestres, 19 estanques, y el resto están en salineras.
Amenazas del lenguado
El lenguado es blanco de una pesca excesiva por el alto valor de su carne. Los pescadores acostumbran a capturar a los ejemplares por el rabillo.
Durante años, la pesca ha superado en sobremanera el índice recomendado por la comunidad científica.
En las aguas irlandesas los cardúmenes de lenguado han disminuido considerablemente. Debido a ello, los especialistas han hecho varios llamados para que se detenga por algunos años su pesca. No obstante, los entes gubernamentales han desestimado la recomendación, facilitando incluso ciertos procesos para la captura del animal. Justamente por tales realidades, el lenguado corre el riesgo de colapso en dicha zona.
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