Los lepidópteros conforman uno de los órdenes más grandes de insectos, con aproximadamente 180.000 especies descritas hasta la fecha. Actualmente hay identificadas unas 64 superfamilias, divididas en 126 familias. Estos animales han evolucionado de tal manera, que han generado muchas variaciones en cuanto a su morfología y estructura básica. El más conocido es la mariposa diurna, pero la mayoría son nocturnas.
La palabra lepidóptera fue acuñada por primera vez por el científico, zoólogo y naturalista sueco Carlos Linneo en 1735. Se extrae de dos vocablos griegos: “λεπίδος”, que se traduce como “lepís o lepidos” (escamas) y “πτέρον” que significa ala. De allí que se sintetiza como “alas escamosas”, evidenciando una de sus características.
Hoy en día los científicos hablan de la existente de cuatro subórdenes: Aglossata, Heterobathmiina, Zeugloptera y Glossata. Los tres primeros cuentan con unas pocas especies, mientras que el Glossata alberga el 99% de los lepidópteros que se ven en la actualidad.
Hábitat y distribución de los lepidópteros
Los lepidópteros se han adaptado para habitar en casi todo el planeta, con excepción de la Antártida. Son más diversos y abundantes en las zonas tropicales, aunque hay muchas especies que permanecen en las fronteras vegetales de los casquetes polares.
Son capaces de adaptarse a ecosistemas áridos, montañosos, marinos, húmedos y hasta boscosos. En algunos textos se les distribuye de la siguiente manera: región paleártica (22,465 especies), región neoártica (22,465), región neotrópica (44,791), región afrotropical (20,491), y región indomalaya-australiana (47,287 especies). En esta última es donde se hallan con mayor abundancia.
Morfología
Las especies de este orden de insectos varían en tamaño. Se puede hallar desde un minúsculo microlepidoptero de tan solo dos milímetros, hasta animales de más de 25 centímetros. Sus características también pueden variar, pero a continuación algunos rasgos que los caracterizan.
Cabeza
La cabeza de los lepidópteros en sus dos etapas motoras (larva e imago), posee una cápsula endurecida para proteger los órganos sensoriales que se encuentran en ella. Poseen un par de ojos compuestos y un par de antenas con variados tamaños y formas, según la especie y el sexo.
El aparato bucal contiene maxilares que usan para cortar hojas en estado larval, luego en su fase de imago se modifican para formar una trompa alargada denominada estilete.
El estilete está segmentado de una a cinco veces. Generalmente se enrolla debajo de la cabeza cuando no se está utilizando. Es usado para extraer el néctar de las flores y el agua. Algunas especies del orden, específicamente las polillas, mantienen los maxilares cortadores.
Tórax
El tórax de los lepidópteros está formado por tres estructuras fusionadas, el protórax, el mesotórax y el metatórax, y en cada una hay un par de patas. Todos ellos están revestidos de escamas.
En las patas de las lepidópteras hay un órgano olfativo que le da la capacidad a la mariposa de oler su alimento tan sólo con pararse sobre él. En estado larval, poseen hasta 11 pares de patas abdominales denominadas ganchos apicales.
El conjunto de alas (4 en total) se encuentra ubicado entre el mesotórax y el metatórax. Los géneros que han evolucionado más recientemente tienen el segundo par de alas más grande, mientras que los géneros menos evolucionados tienen las alas de igual tamaño.
Las alas están protegidas por con conjunto de escamas dispuestas en forma de tejas, formando una gran variedad de colores y patrones. Las alas ubicadas en el mesotórax tienen músculos más desarrollados, con la capacidad de impulsar a estos insectos por el aire.
Abdomen
El abdomen de los lepidópteros está menos endurecido que el tórax y se conforma de 10 secciones con membranas entre ellas. Esto le permite realizar movimientos articulados.
Los genitales son diversos, y pudieran ser la única característica distintiva entre especies. Los machos poseen una valva, que sirve para agarrar a la hembra durante el acto de apareamiento. El aparato reproductivo de las hembras está dividido en tres secciones.
Escamas
El cuerpo de los lepidópteros está cubierto por escamas diminutas, característica fundamental del orden. La mayoría de ellas son en forma de cuchilla y están unidas por un pedicelo.
Las escamas están compuestas por una serie de láminas con una compleja estructura. Estas son las responsables de dar color a las alas, gracias a una serie de pigmentos coloreados o a un mecanismo de cristales fotónicos (generación de color de acuerdo a la luz) y rejillas de difracción.
Las escamas en estos insectos sirven como un aislante, para regular temperatura, segregación de feromonas (solo en los machos). También ayudan a planear durante el vuelo, pero su función más importante es proteger al organismo mediante el camuflaje con el entorno.
Ciclo de vida de los lepidópteros
Las especies de lepidopteras son holometábolas, es decir tienen una metamorfosis completa. Su ciclo de vida empieza en el huevo, luego pasan a pupa y finalmente se convierten en imago o adulto.
A las larvas generalmente se les conoce como orugas. Por su parte las pupas tienen diferentes nombres, de acuerdo al tipo de metamorfosis que tengan. Las que son encapsuladas se llaman capullos, y a las que son cristalizadas se les conoce como crisálidas.
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