A la familia de insectos coleópteros coccinéllidae y coccinélidos, se le conoce comúnmente como mariquita. Este animal adopta otros nombres según su variedad o hábitat, siendo los más habituales catita, vaquita de San Antonio y vaquita de San Antón. Pertenece al grupo de los artrópodos, mide de 5 a 10 mm, y en algunos países se le considera una especie de buena suerte.
Las mariquitas tienen una apariencia muy singular. Son de color negro, con una película brillante de llamativos tonos como amarillo, naranja y rojo, que resultan muy atractivos a la vista, pero que además tienen una función particular: alejar a los depredadores que suelen relacionar esas tonalidades con seres venenosos.
Esa película que aparenta estar divida en dos, y albergar unos caparazones, forma parte de unas gruesas alas que recubren a las alas funcionales, para protegerlas. Sobre ella, se dibujan también pequeñas manchas negras redondeadas que contrastan con sus vibrantes matices, creando una imagen que a los niños les fascina. Sus patas son cortas y la parte baja de su cuerpo es plana.
Existen especies de este grupo que no son tan coloridas, sino negras o marrones en su totalidad, por lo que se hace difíciles reconocerlas como coccinélidos.
Otras características de las mariquitas
Las mariquitas poseen un par de antenas sensoriales, dos ojos compuestos y una boca expuesta. Tienen una estructura que preserva la cabeza, conocida como pronotum.
Como mencionamos, no tienen carapacho, pero sí esas gruesas alas evolucionadas y coloridas llamadas élitros, que resguardan a las verdaderas alas para su vuelo. Exhiben tres pares de patas que están unidas al tórax, y que usan también como receptores del sistema olfativo.
Comportamiento de las Mariquitas
Las mariquitas son animales invertebrados muy laboriosos en el día. Un aspecto importante de su comportamiento es la tendencia a unirse durante el invierno, formando grupos de 10 a 15 individuos, que se aglomeran en pastizales o rocas. Se trata de una fase de inactividad y supervivencia, en la que se apoyan unas a otras para salvaguardarse del frío. En este proceso, las mariquitas secretan señales químicas para atraer a otros animales de su especie, para garantizar la seguridad y reunir la población suficiente para poder aparearse al culminar la temporada. Acostumbran a a salir en marzo y abril.
Hábitat
Las mariquitas pueden vivir en cualquier lugar. Se encuentran en sitios tan disímiles como ciudades, campos, jardines, playas, montañas, hierbas, arbustos y, ocasionalmente, en árboles o césped. Prefieren los climas templados y pueden pasar el invierno escondidos debajo de cortezas o en hendiduras. Generalmente habitan donde puedan hallar comida, son nómadas hasta cierto punto. Se pueden establecer en un mismo territorio por largos períodos de tiempo si existe suficiente alimento. Cuando éste comience a agotarse, saltarán a localizar uno más próspero.
Alimentación de las Mariquitas
Aunque no lo parezca, las mariquitas son grandes cazadoras y se nutren de hemípteros como áfidos o concoideos, por eso son muy útiles para eliminar las plagas de las plantas tales como áfidos (pulgones), cocos, pulgas, ácaros y cochinillas.
Reproducción
No hay mucha referencia sobre el cortejo de las mariquitas. Se sabe que una vez que se han apareado dejarán de estar juntas. Se unen en primavera-verano y pueden colocar muchísimos huevos sobre las hojas de las plantas, lo más cerca posible a un asentamiento de áfidos, para tener alimento extra para cuando nazcan las crías.
Las mariquitas pasan por mutaciones completas. A la semana de colocados los huevos emergen las larvas de un color amarillo, muy diferentes a los adultos, revestidos de protuberancias gruesas llenas de pelo, muy precoces, ya con 6 patas y gran movilidad, comienzan a alimentarse rápidamente. Hacia el final de su vida han podido acabar aproximadamente con 5.000 pulgones. Seguidamente, se da comienzo a un estado inactivo llamado pupa, en el cual se adhieren a hojas, tallos o rocas; y finalmente emergen los adultos, que aún no tienen definido los colores; pero en unas pocas horas logran concretarlos.
Defensa de las mariquitas
Los pájaros son su enemigo natural, sin embargo no llegan a ingerirlas, ya que las mariquitas cuando se sienten amenazadas, aparentan estar muertas y segregan un fluido por las articulaciones de las patas, de sabor muy desagradable. Como no son animales rápidos y no tienen ningún elemento de defensa que les permita luchar, esta es su habilidad para sobrevivir.
El colorido y contraste con sus puntos negros, sirve de advertenciaa a los animales que han tratado de ingerir mariquitas, parece decirles o recordarles que su gusto es repugnante.
Utilidad
En diversos lugares del mundo se aprovechan las costumbres alimenticias de estos insectos para el control biológico de las plagas; es decir, acaban con los animales nocivos para la agronomía, valiéndose de sus enemigos naturales, en sustitución de los productos químicos.
Las mariquitas pueden detectar señales, a través del olfato, producidas por las plantas como respuesta a la presencia de áfidos, y así localizan especies contaminadas por estos insectos.
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