Las mascotas son susceptibles a diversas afecciones, que pueden poner en riesgo su vida. Conocido como la “enfermedad de los mil síntomas”, característica que dificulta su diagnostico, el moquillo canino ataca los aparatos digestivo y respiratorio, y, en el peor de los casos, el sistema nervioso.
El moquillo canino, también conocido como distemper canino, es altamente contagioso entre animales. Es provocado por un virus del género Morbillivirus, de la familia Paramyxoviridae, que guarda ciertas similitudes con el sarampión humano. Daña especialmente a cachorros, pero un perro anciano también puede resultar afectado y sufrir mucho más con los síntomas.
El moquillo canino no sólo aqueja a los perros. Otras especies de animales pueden complicarse gravemente a causa de esta condición. Algunos son el perro salvaje australiano, el coyote, el chacal, el zorro y el lobo. Es posible que mustélidos también puedan contraerlo, como comadrejas, zorrillos y nutrias. Asimismo, prociónidos como el mapache, panda rojo y coatí.
Formas de contagio del Moquillo canino
El moquillo canino se transmite por vía aérea. Un animal sano debe estar cerca del enfermo o en una zona donde éste haya permanecido. Aunque cualquier perro puede contraer la enfermedad, corren mayor riesgo los que no han recibido vacunas, y los cachorros que aún no cumplen los cuatro meses de vida.
Los perros más jóvenes, que aún se alimentan por lactancia materna, están protegidos del moquillo canino. Sin embargo, la madre debe tener la vacuna. Es importante recalcar que no porque el animal esté ingiriendo leche materna, se deben ignorar las recomendaciones de prevención dadas por los veterinarios.
El moquillo canino se transmite además al compartir alimentos o fluidos, como agua. El periodo de incubación del virus es de 14 a 18 días en el organismo del perro. Eventualmente aparecerán los síntomas.
Síntomas del moquillo canino
La primera señal de moquillo canino en un can es una secreción similar al pus, que sale desde los ojos. A medida que la enfermedad avanza, se evidenciará fiebre, fluidos nasales, tos, ralentización de sus movimientos, inapetencia, vómitos y diarrea. Probablemente se observe un ensanchamiento de las almohadillas, ubicadas en la planta de la pata del perro.
Cuando la enfermedad alcanza su punto máximo, el sistema nervioso del perro puede sufrir daños irreversibles. Convulsiones, espasmos musculares o parálisis (parcial o completa) son las reacciones más frecuentes. La mayoría de los animales infectados mueren. Los que sobreviven padecerán trastornos del comportamiento.
Es difícil identificar a un perro que contrajo moquillo, debido a que los primeros síntomas no son evidentes. Preste atención si su mascota parece cansada, aunque no haya realizado ninguna actividad física, ni haya un clima demasiado caluroso.
Más indicios de la enfermedad
Si tiene un perro, es vital que no ignore los siguientes indicios. Ellos podrían sugerir la presencia de moquillo canino.
- Disminución de peso
- Deshidratación
- Dificultad para respirar
- Enrojecimiento en los ojos
- Queratitis seca
- Úlceras en la córnea
- Erupciones cutáneas
- Ataxia (descoordinación en los movimientos)
- Movimientos involuntarios de los músculos
- Apoplejía
Ante la sospecha de moquillo canino en su mascota, diríjase inmediatamente a un veterinario. El tiempo es fundamental para garantizar la supervivencia de su perro.
Tratamiento del Moquillo canino
Cumplir correctamente el calendario de vacunación de su perro es una de las medidas más importantes que debe seguir para que su perro no contraiga moquillo canino. No obstante es bueno que sepa que aunque existe la vacuna específica para contrarrestar los efectos del virus, su efectividad no es del 100%.
Vacunarlo cuando su perro ya ha contraído la enfermedad no surtirá ningún efecto. No existe un tratamiento indicado específicamente para erradicarla del cuerpo del animal. Tan sólo es posible administrarle medicamentos que disminuyan los síntomas.
El veterinario suele indicar el uso de antibióticos contra la condición infecciosa. Adicionalmente, se sugiere la ingesta de vitaminas que puedan aliviar ciertas molestias y permitir que el perro se sienta mejor. Durante el proceso evolutivo del moquillo canino, el perro debe mantenerse bien hidratado, y su veterinario debe prevenir la aparición de otras infecciones secundarias.
Usted debe prepararse para lo peor. El médico puede sugerirle aplicar eutanasia para evitarle mayor sufrimiento a su mascota.
Prevención del moquillo canino
Hasta el momento no existe medida posible para evitar el contagio de moquillo canino entre canes. Sin embargo, colocarle la vacuna es un inicio, incluso si no es 100% efectiva, como se dijo anteriormente.
Es posible que la leche materna disminuya la inmunidad otorgada por la vacuna, si la madre no está vacunada. De allí que el cachorro terminará sin protección.
La colocación de la vacuna por primera vez, se realiza entre las seis y ocho semanas de nacido el cachorro. El refuerzo debe ponerse anualmente para garantizar la mayor efectividad. Durante el periodo de gestación de la perra, es el mejor momento para prestar atención a su vacunación, ya que podrá crear anticuerpos, que transferirá a sus bebés durante la lactancia.
No es prudente que su perro salga a la calle si no ha recibido la vacuna correspondiente. Es un riesgo innecesario para su vida.
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