También conocido como ovejero alemán, el pastor alemán es una raza de perro que data de 1899, y es oriunda de tierras alemanas. Durante mucho tiempo reforzó las labores de pastoreo (congregar y velar de las ovejas), pero con el transcurso de los años se ha involucrado en otras tareas, debido-principalmente- a su inteligencia, docilidad de entrenamiento, sumisión y fortaleza. De allí que se ha usado como perro guía, guardián, policía o salvamento. Según estudios, su esperanza de vida oscila entre los 11 y 15 años.
Características del Pastor alemán
El tamaño promedio del pastor alemán macho varía de 60 a 65 cm de altura a la cruz. Su peso tope es de 40 kg. En cambio, las hembras son más pequeñas, alcanzando un máximo de 60 cm y un peso de 32 kg. Este can cuenta con un pelaje espeso, pudiendo ser totalmente negruzco, negruzco con pardo, rojizo o negro. Por la constante del negro, algunos se refieren a él como manto negro. Hay ejemplares del todo negros e incluso albinos, pero tales colores son más una excepción que una regla.
Posee un par de capas, una breve y delgada que lo abriga. Y otra más extensa que está a plena vista. Sus orejas son erguidas y ligeramente puntiagudas. Entretanto, tiene una complexión fuerte y robusta, pero flexible. Su boca cierra en forma de tijera.
Temperamento
El pastor alemán tiene nervios de acero, gran seguridad en sí mismo y un carácter equilibrado. Es mundialmente conocido por ser leal, fiable, perseverante y valiente. Tiende a proteger a su familia humana y mostrarse atento con ella. En cambio, con los desconocidos se mantiene vigilante, sin ser agresivo. Con el entrenamiento adecuado serán canes muy bondadosos. Además, amarán los juegos aún de adultos. Lo recomendable es mantenerlo en espacios abiertos, para que pueda estirar las piernas y quemar energía.
Alimentación del pastor alemán
Algunos dueños comparten su comida con el pastor alemán. Sin embargo, esta costumbre puede desequilibrar su nutrición. Uno de sus riesgos, es el cúmulo de grasa en el organismo del can. Será complicado quemarla a pesar del ejercicio y la dieta idónea.
Una sana alimentación puede alargar su vida. Hay quienes optan por piensos húmedos acordes a la dieta BARF, en cambio otros se inclinan por opciones secas. Una buena alternativa es alternar ambos piensos. De manera que la alimentación sea más completa.
Problemas de salud
Es fundamental mantenerse al día con sus vacunas, porque el pastor alemán puede sufrir moquillo. De igual manera, es común que padezca displasia de cadera siendo una raza grande.
A los cachorros se les examinan las caderas con rayos X para detectar este mal. Pueden desarrollar anomalías en la coagulación de la sangre, denominada Enfermedad de Von Willebrand. Problemas pancreáticos, síndrome de cauda equina, hinchazón de la córnea y panosteitis son otras enfermedades que puede padecer.
¡Cuidado con la sobrealimentación! Tiene un apetito desaforado que puede derivar en complicaciones gástricas, hasta tornarse en diarrea crónica. Para prevenir que sufra trastornos de su temperamento o inclusive neurosis, precisan de ejercicio constante. Así se mantendrán sanos física y psicológicamente.
Cuidados
- Llevarlo cada 15 días a la playa, montaña o campo para que corra es una excelente opción. El resto del tiempo bastará con una hora de ejercicio.
- El primer baño se dará cuando tenga un trimestre cumplido, en un ambiente cálido y con productos neutros.
- Los adultos de pelaje corto necesitarán un baño al mes. Mientras aquellos de pelaje largo tendrán que ser bañados cada 21 días. Estos últimos también son vulnerables a contraer garrapatas y pulgas. Será idóneo revisarlos de forma manual semanalmente.
- Debe cepillarse diariamente para retirar el pelaje muerto. Así el manto estará brilloso, sano y bonito. El castrarlo minimiza los ademanes territoriales del pastor alemán. Puede prevenir algunas clases de cáncer. Con entrenamiento podrá relacionarse de forma sana con los niños.
Convivencia
Hay que educarlo desde que es un cachorro. Desde los tres meses empiezan a memorizar las órdenes elementales y aprenden con rapidez. También será indispensable fomentar la socialización desde pequeños. Así podrá congeniar bien con la familia, otros canes y hasta con gatos. En caso contrario, el aislarlo lo hace tan inestable como peligroso. No es recomendable tenerlo en apartamentos, porque será complicado cubrir sus necesidades.
Es muy apegado a su dueño. Le gusta ser parte de la dinámica familiar, puede pasear en el coche porque es sumamente tranquilo. Puede acompañar en actividades como correr o trotar. Es esencial que se sienta realizado y valorado.
Pautas para su entrenamiento
Entre los 3 y 4 meses se le pueden dar órdenes, como tumbarse o sentarse. Siempre enfocados en un entrenamiento positivo, con recompensas como cariños, mimos o galletas de premio.
Partiendo de estas pautas, el pastor alemán crecerá siendo pacífico. También se le motivará a aprender nuevos trucos o reglas con más rapidez. El entrenador deberá ser paciente porque le llevará un poco de tiempo asimilar las normas. Sin embargo, le fascina aprender.
Consejos para adoptar
Antes de considerar la compra de un pastor alemán, conviene consultar con perreras u organizaciones protectoras. Porque abundan los cachorros o adultos que esperan un dueño responsable y afectuoso.
Habrá que analizar si se prefiere un ejemplar de pelaje breve o extenso. Dado que sus cuidados difieren, como se explica en un apartado anterior. La pureza del can se comprueba fácilmente revisando su certificado de pedigrí.
En caso de escogerse una hembra, se debe tener espacio suficiente para las crías. Porque sus camadas constan de 4 a 8 cachorros. En ciertos casos, pueden llegar a 9.
Los machos tienen un carácter más independiente. En cambio, las hembras son más cariñosas, obedientes y forman lazos más estrechos con los dueños.
Curiosidades sobre el Pastor alemán
No se trata de un perro violento. De igual forma, responde únicamente a las órdenes que recibe de su dueño. Está emparentado a lo lejos con el lobo, esto explica la semejanza de ciertos rasgos.
Existen 3 clases diferentes acordes a su pelaje. Los primeros tienen un pelaje muy duro. Los segundos lo tienen suelto tan alargado como duro. Los últimos lo tienen largo, pero con más sedoso.
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