Para las personas que se están iniciando en la creación de acuarios, el pez Betta puede ser una excelente opción. Una pecera de 10 litros, escondites, plantas naturales y arena fina, le proporcionarán un ambiente idóneo a este ejemplar.
Científicamente denominado Betta splenders, es un pez de agua dulce perteneciente a la familia de los Laberíntidos. Se le conoce también como el Luchador de Siam o pez combatiente, por su agresividad, pero lo que más destaca de él son sus llamativas tonalidades. Su esperanza de vida de dos a cinco años con los cuidados necesarios.
Este animal es famoso a nivel mundial por su territorialidad. Tan arraigada es, que al verse al espejo se alista para “defender” su terreno. Por ello, se desaconseja tener dos machos de la especie en el mismo lugar.
CAracterísticas del pez betta
Contrario a lo sucedido con muchos otros especímenes, la hembra es más grande que el macho, superando sus 6 cm de longitud. Sin embargo, éste desarrolla en mayor proporción sus aletas y, por ende, resulta más atractivo a la vista. La diferencia de sexo se percibe además en los colores. Los de ella son más apagados u oscuros.
Los matices añiles, verdosos y rojos caracterizan al pez Betta. No obstante, la cría selectiva amplió la gama de tonos incorporando morado, turquesa, naranja, negro y azul rey, entre otros.
La cola ayuda a distinguir ejemplares salvajes y de acuarios.La del pez Betta «casero» es más alargada que la de uno criado en la naturaleza. Su apariencia puede semejar a una media luna o a una vela.
Esta especie nativa del sureste asiático, presenta una complexión estirada, aunque se comprime en los lados. Sus aletas dorsal y anal son más extensas que la caudal.
Tiene la fascinante capacidad de respirar y almacenar aire en su organismo, para sobrevivir en condiciones desfavorables.
¿Cómo es su carácter?
En plena naturaleza, se le puede encontrar en aguas estancadas o de movimiento pausado. En especial, arrozales o llanuras desbordadas. Necesita una temperatura que oscile entre los 24ºC y los 30ºC para mantenerse sano.
Si se enfrenta a una época de sequía desmesurada, suele “enterrarse” en la tierra humedecida para superarla. El pez Betta macho es muy violento. De hecho, cuando nota la presencia de otro macho en el acuario, ambos comienzan una danza para desafiarse mutuamente.
Por lo general extienden sus colas y embisten al otro pez. Como resultado, pueden acabar con las aletas destrozadas y heridas graves. Incluso pueden llegar a morir. Por eso, la principal recomendación es tener a un solo macho por pecera.
En cuanto a las hembras, se aconseja tener mínimo tres por cada pez Betta macho. Si la proporción es menor, es probable que fallezca alguna de ellas.
Alimentación para un Pez Betta sano
El luchador de Siam o pez Betta se caracteriza por ser una raza omnívora. No obstante, suele inclinarse por una dieta carnívora rica en larvas, diminutos insectos, así como zooplancton. Esta clase de alimentación puede influir en la vivacidad de los colores de su cuerpo. Por otra parte, debe descartarse un “menú” netamente de escamas, porque podría limitar sus capacidades de apareo o derivar en trastornos nutricionales.
Se sugiere darle de comer una o dos veces al día, siempre en pequeñas cantidades.
Tiende a comer poco y el excedente se acumulará en el fondo de la pecera. Por lo tanto, terminará ensuciándose con rapidez. Si se humedece su comida previamente, se prevendrá que sufra estreñimiento.
Reproducción del Pez Betta
Al encontrar a la hembra, el pez macho extiende sus aletas y baila para atraer su atención. La hembra le “contesta” oscureciendo su piel, así como creando en ella unas líneas verticales o breending bars.
Ante esta señal, el macho hace un nido de espumas en la parte superior del agua y la fecunda. Sin embargo, el pez Betta macho hace con regularidad el nido aunque no haya ninguna hembra. Esto constituye un indicio de que considera apto el acuario para aparearse.
Las hembras se encargan de depositar los huevecillos. Después de esto se recomienda sacarla, puesto que el macho se encarga del resto. Con unos sencillos pasos, se puede preparar el ambiente para el ritual.
Será esencial que los peces cuenten con una zona pequeña y recubierta de algas. Así el nido de burbujas estará afianzado. De igual modo, se deben retirar todas las piedras de la pecera, ya que los huevecillos tienen una tonalidad pedregosa que podría hacer que se confundan con éstas. Se debe velar para que el agua posea pocos nitritos. Además, es importante mantener su quietud para no disolver el nido.
Elementos para una buena pecera
Antes de introducir una nueva pieza en la pecera, será indispensable comprobar que sea inofensiva para el pez Betta. Así, por ejemplo, la grava o arena tendrá que ser suave al tacto y fina.
Respecto a las plantas, nada mejor que algas naturales. Estas prevendrán que el ejemplar se desgarre la cola o alguna parte del cuerpo. Puede haber rocas en el acuario, pero tendrán que ser lisas, y sólo unas pocas.
Una iluminación led es muy decorativa, y puede hallarse gran variedad en establecimientos especializados. Como complementos están los escondites, que le permitirán al pez refugiarse de la luz cuando guste.
Es fundamental estar atento a cualquier cambio de comportamiento o de estado físico. En la actualidad, el pez Betta está catalogado como vulnerable por la UICN (International Union for Conversation of Nature), debido a su profusa comercialización y a la destrucción de su hábitat.
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