El pingüino africano (Spheniscus demersus) es llamado pingüino de anteojos o pingüino del Cabo. Forma parte del género Spheniscus, junto a otras tres especies (Magallanes, Galápagos y Humboldt). Se caracteriza por tener un listón negro longitudinal y otro blanco alrededor del pico.
Contrario a lo establecido en la cultura popular, ningún miembro de la familia Spheniscus se ha desarrollado en la Antártida. Son aves marinas, no voladoras, que prefieren los climas templados. Son comunes en Sudamérica, África y las islas Galápagos.
Tristemente, el pingüino africano está bajo amenaza. Según datos revelados por la Lista Roja de Animales en Peligro de Extinción, a comienzos del siglo XX habían más de 1.5 millones de estos individuos en el mundo, pero actualmente sobreviven sólo 55.000 mil. Todo indica que podrían desaparecer en unos 15 años.
Características del Pingüino Africano
Los machos generalmente tienen máculas negras en su torso, que son distintas en cada ave, como una «huella digital». Suelen tener franjas de color blanco y negro en su cuerpo, por lo que reciben el nombre de pingüinos anillados. Siempre son más grandes que las hembras, y pueden llegar a medir 70 centímetros de altura.
Sin importar el género, los pingüinos africanos llevan manchas rosas en los ojos, para evitar el calor por el contacto con el sol, pues suelen crecer en ecosistemas cálidos y tropicales.
Son de apariencia robusta, pero no pesan más de cindo kilos. A simple vista, destaca su color ébano en las patas, alas y dorso. En los primeros meses de vida, el plumaje tiende a reflejar matices grises o azules. Les toma tres años oscurecerse.
Hábitat del Pingüino Africano
Los entusiastas de los pingüinos conocen bastante bien el hábitat de estas encantadoras aves: las Islas Pingüino. Se trata de al menos 24 islas ubicadas alrededor de Sudáfrica, donde viven en colonias. Las más conocidas son puerto Elizabeth, Bahía Algoa y Namibia. En Ciudad del Cabo hay grandes centros de atracción para extranjeros, donde los pingüinos pueden ser admirados en su hábitat natural.
En Latinoamérica, los pingüinos se ubican en países como Chile y Argentina. Las parejas escogen como hogar espacios localizados a 40 kilómetros de la costa, donde pueden ubicar fácilmente su comida.
Alimentación
La dieta de los pingüinos africanos se constituye de sardinas, calamares, anchoas, crustáceos y boquerones, entre otros. Comen como mucho 540 kilos de alimento por día. Si tienen que mantener a sus crías, cargan hasta 1 kilo. Consiguen sus presas en mar abierto, donde nadan a 20 kilómetros por hora. Por sus colores, son ignorados por depredadores mientras cazan.
Lo inquietante de estos pingüinos es que, a diferencia de otros animales, no anteponen la alimentación de sus crías a la suya. Es decir, en temporadas de escasez dejan morir a los polluelos.
Reproducción del Pingüino Africano
Lo primero que debes saber del proceso de reproducción de los pingüinos africanos, es que tienen una sola pareja de por vida (son monógamos). Todos los años retornan al punto de “nidificación” (donde construyen el nido) entre marzo y mayo (Sudáfrica) o de noviembre a diciembre (Namibia).
La primera vez se establecen en colonias y emprenden un proceso de cortejo. Es común que el macho haga ciertos movimientos combinados con algunos sonidos que encantan a las hembras.
Cuando ya escogen a “su chica”, cavan un nido en la arena o buscan un lugar apropiado para colocar sus huevos (que generalmente son dos). Puede ser bajo piedras o en lugares con poca vegetación. Allí ambos padres protegen a los futuros polluelos, durante 40 días.
Al nacer los nuevos miembros, deben ser alimentados por otros 30 días. En ese tiempo se quedan con otros polluelos para crear un ambiente cálido, pues su plumaje no aparece sino hasta cuatro meses después.
Tras el primer mes, los padres vuelven a priorizar su propia alimentación, por lo que muchas crías suelen morir. Otras fallecen por la acción de animales como gatos y mangostas. Los que sobreviven a ello, pueden alcanzar los 27 años.
Comportamiento
Estos pingüinos se caracterizan por ser tranquilos y pacíficos. Pocas veces se pelean con sus semejantes, pero cuando ocurre, se valen de sus picos para defenderse de cualquier ataque.
Se preocupan mucho por mantener sus plumas limpias. Es común verles aseándose cerca de las costas, para quitarse los bichos y residuos. Ocupan sus picos para restregarse una especie de aceite que obtienen de su cola. También ayudan a otros durante este proceso.
En ciertas épocas del año, los pingüinos africanos se trasladan a otras regiones en busca de alimento. Así acumulan gran cantidad de grasas para sobrevivir cuando llegue el periodo de muda y anidación, en el que difícilmente podrán cazar.
La “muda” ocurre cuando nuevas plumas reemplazan a las viejas. Este proceso dura más de 20 días y les obliga a quedarse fuera del agua. Por lo general, el periodo de muda se da entre abril y mayo (Namibia) o noviembre y enero (Sudáfrica).
En relación a su capacidad de comunicarse, hacen sonidos parecidos a los de un burro. De este modo cortejan a las hembras y advierten a la colonia de amenazas. Los pingüinos africanos son muy sociales, es usual que interactúen con los de su grupo a menudo.
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