La procesionaria del pino es un insecto del orden de los Lepidópteros, es decir que cuenta con varias fases metamórficas que incluye su etapa de oruga hasta convertirse en mariposa cuando es adulta. Habita en los pinares de las zonas mediterráneas de Europa y a pesar de su nombre, es posible encontrarlas también en cedros y abetos. En algunas regiones es considerada una plaga y puede llegar producir importantes daños en las plantaciones de pinos.
Descripción y características de la procesionaria del pino
Este insecto, cuyo nombre científico es Thaumetopoea pityocampa transita por diversas fases: huevo, larva u oruga, pupa y mariposa. Este tipo de desarrollo en los lepidópteros es conocido como holometabólico.
Durante el verano, más precisamente en el mes de julio – en el hemisferio norte – la procesionaria del pino adquiere su forma adulta como mariposa es la época en la que se aparea. En esta fase, este insecto es de un color pardo que le permite mimetizarse en el medio donde habita. Sus hábitos son nocturnos, de esta manera evitan el ataque de las aves diurnas.
Una vez producido el apareamiento, la procesionaria del pino pone sus huevos y lo hace de una forma muy particular, en forma de espiral en las acículas – nombre con el que se conoce a las hojas del pino -.
A los 30 o 40 días de puestos los huevos, la procesionaria del pino entra en su fase larvaria o de oruga, que puede durar hasta 8 meses.
Cuando su fase de oruga está por llegar a su fin, las procesionarias del pino comienzan el descenso de los árboles y lo hacen de una manera muy particular ya que se agrupan en hileras, una detrás de otra. De allí el nombre tan llamativo de este insecto que al bajar del árbol parece estar siguiendo una especie de procesión.
Comendadas por una oruga que luego será una mariposa hembra, la larga fila de procesionarias del pino llegan al suelo donde se enterrarán para entrar en su fase de crisálida o pupa. Esta fase durará aproximadamente 2 meses para, luego dar lugar a una mariposa adulta que sólo vivirá uno o dos días.
La temida fase de la oruga
En su fase de oruga, la procesionaria del pino transitará por 5 estadios en los que se convierte en un insecto muy temido. Su característica principal es que está recubierto todo su cuerpo por unas pilosidades sumamente tóxicas, debido a la presencia de una toxina llamada thamatopina. Los pelos de la oruga pueden provocar reacciones alérgicas severas, tanto en animales como en seres humanos, ya que cuando la procesionaria del pino se siente amenazada puede liberar sus pelos que se expanden por el aire.
En el tercer estadio larvario, la oruga construye una suerte de bolsones donde se protege del frío invernal, sin embargo, la actividad de la larva no se suspende ya que sigue saliendo de noche en busca del alimento.
En su quinto estado larvario, las orugas se vuelven muy voraces y comienzan a consumir las acículas de los pinos. En muchos casos, la oruga no consume totalmente las acículas, sino que las deja a medio roer y eso va provocando, lentamente, la muerte de esas hojas que van adquiriendo una tonalidad amarronada, dándole al pino un aspecto desagradable.
¿Cómo se combate a la procesionaria del pino? el tratamiento
Si bien muchos especialistas coinciden en que los daños que llegan a provocar estos insectos no pueden ser catalogados como graves, en aquellas plantaciones de pinos destinadas a la producción maderera constituyen todo un problema. Por eso se han desarrollado numerosos métodos para morigerar los efectos de los ataques de la procesionaria del pino.
El más efectivo, aunque a la vez rudimentario, consiste en la eliminación de los bolsones que se encuentran en las acículas de los pinos. Este método no es aplicable para aquellos bolsones que se encuentra ubicados en las acículas terminales, ya que esto provocaría daños al crecimiento del árbol. Siempre es conveniente regar previamente las ramas donde se encuentran los bolsones para evitar los efectos tóxicos de los pelos de la oruga.
Otro método consiste en colocar un plástico duro, a manera de embudo en la base del árbol y llenarlo de agua. Esto debe ser hecho en las épocas previas a la procesión de las orugas. Cuando esto ocurre, indefectiblemente, las orugas caerán al agua y morirán.
Finalmente, en algunas plantaciones se han desarrollado métodos biológicos más sofisticados para combatir la procesionaria del pino, que consiste en colocar “trampas” provistas con feromonas para atraer a los machos y de esta manera, reducir el impacto de la reproducción de este insecto.
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