En la naturaleza conviven infinidad de seres vivos, algunos tan pequeños que sólo pueden verse con un microscopio. Ese es el caso de los protozoos, entidades de una sola célula que habitan en lugares húmedos o acuáticos. Son organismos independientes, pero pueden formar colonias.
A la célula que forma los protozoos se le denomina eucariota y posee un núcleo. Las características de ese núcleo (que puede ser más de uno) sirven para clasificar a estos seres. Alrededor del núcleo se halla el citoplasma, contentivo de organela, donde se llevan a cabo funciones destacadas.
A través de una membrana de plasma se separan del exterior. Esta capa les es útil para adaptarse al ambiente y para reconocer a un huésped. Las formas en la que se desplazan varían según los tipos de protozoos. Sus cuerpos adquieren formas diversas.
Alimentación de los protozoos
Estas clases de parásitos son heterótrofos, es decir que dependen de otros seres vivos para nutrirse. A menudo obtienen su energía de bacterias y ciertos desechos orgánicos. Esta situación hace que proliferen en lugares donde hay elementos descompuestos. Asimismo, existen variedades de protozoos que son saprótrofos, autótrofos o parasitan.
Los protozoos digieren los alimentos gracias a una “vacuola digestiva” y lo que no necesita lo desecha también por esa vacuola. Por un proceso de ósmosis los restos pasan a ser una vacuola u órgano fecal. El sistema es complicado.
Ambiente
Pueden vivir en espacios acuosos, tanto de agua salada como dulce, y en cualquier lugar del mundo. Aunque la mayoría son acuáticos, existen algunas especies que sobreviven en la tierra. Esto dependerá de la abundancia o no de alimentos. Es por ello que en la humedad está su hábitat natural.
Igualmente, los protozoos pueden desenvolverse como parásitos, comensales o simbiontes. Es entonces cuando vemos algunos que contribuyen en la evolución de patologías, por ejemplo el paludismo. Pueden vivir sobre plantas, animales y humanos.
Los que habitan directamente en ríos o mares se mantienen flotando y se cohesionan con el zooplancton. Esta situación les da a los protozoos relevancia biológica. ¿La razón? sirven de comida a otras especies animales.
Reproducción de los protozoos
La mayoría de los protozoos se reproducen asexualmente. Es decir, se multiplican a través de divisiones binarias (mitosis). Cuando ocurre la fisión se originan células hijas similares o no. La endodiogenia es otra manera de reproducción asexual de los protozoos. También puede ocurrir una división celular masiva que origina formas vegetativas denominadas “trofozoitos”.
Aunque con menos frecuencia, ciertos protozoos se reproducen sexualmente. Durante el proceso los gametos se fusionan y se crea un cigoto. Los gametos que participan son células íntegras que unen sus núcleos y citoplasmas. Este paso se llama Singamia. Otro método es el llamado Conjugación. Aquí solo se involucran los núcleos de los gametos.
La esporulación es otra vía para que las células se reproduzcan. Esta ocurre por enquistamiento. Se da generalmente en los parásitos y es un proceso complejo. Se requiere de un huésped para completar el ciclo.
Fases por las que atraviesan los protozoos
Biológicamente los protozoos pasan por tres fases durante su vida. La primera es denominada “trofocito”. Aquí los protozoos están activos, se nutren, multiplica, se desplazan y es vehículo para enfermedades.
La segunda etapa es la “quiste”. En ella crean resistencia, transmiten patógenos, infectan y además se reproducen. La tercera no ocurre en todos. Se llama “ooquiste” y se da luego de fusionarse los gametos. Atañe a la reproducción sexuada.
Clasificación de los protozoos
Estos organismos se agrupan en Phylum o Clases. Para dividirlos se toma en cuenta el desplazamiento del “trofozoito”. Igualmente, se analiza la organela contentiva en el citoplasma. Es así como se clasifican en Zoomastigophora, Apicomplexa, Rhizopoda, Microspora y Ciliophora.
Los Zoomastigophora tienen uno o varios flagelos que le ayudan a moverse. También pueden tener membranas con las que ondulan. Entre ellos están los protozoos Giardia intestinalis, Tripanosoma cruzi y Trichomonas vaginalis.
Los de Clase Apicomplexa no poseen organelas diseñadas para el desplazamiento. Casi no se mueven y viven del ser que parasitan. Algunos ejemplos son el Toxoplasma gondii, Isospora belli y el Plasmodium responsable de la Malaria.
Amebas
Los tipificados como Rhizopoda son los catalogados como amebas. Su locomoción se da porque emiten pseudópodos. Destacan en el grupo la Entamoeba histolytica, Foraminíferos y la Entamoeba coli. Suelen habitar en charcos y en el mar.
En la Clase Ciliophora se hallan los protozoarios que se valen de cilios para su desplazamiento. Tal es el caso del Balantidium coli. Su composición es compleja, pues ostentan dos núcleos. Generalmente son independientes.
Los Phylum Microspora son un grupo que se añadió a la taxonomía de protozoos hace poco. Aquí se encuentran los llamados “patógenos oportunistas”. Son muchísimas las especies de protozoos. Se calcula que hay unas 50 mil. No todas están tipificadas biológicamente. Su estructura es complicada, por lo que aún queda mucho por aprender sobre ellas.
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