El puercoespín es un roedor herbívoro, pero todos aquellos que lo conocen, seguramente lo recordarán por las enormes púas y espinas que recubren su cuerpo y que le sirven como arma de defensa ante los diferentes depredadores. Estos roedores pertenecen al suborden de los histricomorfos y bajo la denominación puercoespín existen 2 familias diferentes y que también cuentan con un hábitat diferente. Existen puercoespines tanto en Europa, África y América.
Las 2 familias de puercoespín
Cada una de estas 2 familias de roedores herbívoros, conocidos como puercoespín, tienen ambientes geográficos distintos.
La familia de los Histrycidae – conocidos como del Viejo Mundo – nuclea a los puercoespines que habitan en Europa, Asia y África. Son 4 los géneros que componen la familia y el más conocido de todos Hystrix cristata. Se trata de un puercoespín de 15 kilogramos de peso, 60 centímetros de longitud y 25 centímetros de longitud. Este animal es el que podemos divisar en algunos países europeos.
El continente americano también tiene su propia familia de puercoespines, se la denomina Erethizontidae – del Nuevo Mundo. Dentro de esta familia existen 5 géneros. Cada uno de ellos ocupa distintas regiones de América, extendiéndose la familia desde Alaska hasta Argentina.
Descripción del puercoespín, sus características
La parte superior del puercoespín, o como se suele denominar: el dorso del animal, está cubierto por una espinas y púas muy fuertes. Son fáciles de identificar ya que la mayoría de ellas presentan bandas tricolores en blanco, negro y amarillo, tanto en la base como en las puntas de las púas. Estas bandas, generalmente poseen el mismo ancho, brindándole cierta armonía y na llamativa presencia para advertir a los posibles atacantes. Las púas de la cola, de la cabeza y de las patas, son cortas, a diferencia de las del resto del dorso que son largas y de mayor grosor. Un puercoespín adulto puede llegar a disponer de 30 mil púas que hasta pueden ser lanzadas al agresor, provocando severos daños.
La cabeza es redonda y se destaca la cara por tener un pelaje blanco donde sobresalen la nariz y los labios carnosos y de un color rosado. Estos animales cuentan con una suerte de bigotes, conocidos como vibrisas, que cumplen funciones sensoriales y que son de gran tamaño, ya que llegan hasta sus hombros.
El puercoespín puede llegar a tener una longitud de hasta 56 centímetros, sin contar la cola que alcanza los 20 centímetros. Esta cola es prensil y fuerte. Su peso ronda los 13 kilogramos y su sistema dentario posee 20 dientes.
En las 4 patas del animal hay garras de gran fortaleza y dobladas hacia adentro. Esto le permite escarbar en la tierra y trepar en los árboles. Algunas de las especies americanas son arborícolas y pasan gran parte de vida trepados a los árboles en un hábitat de selva tropical.
Reproducción del puercoespín
Poco se conoce sobre los hábitos reproductivos de estos animales. Esto debido a su comportamiento solitario y sus hábitos nocturnos. Lo cierto es que luego de producido el apareamiento entre el macho y la hembra, el período de gestación dura, aproximadamente, 203 días, luego del cual nace una sola cría.
Al momento de nacer, la cría solo pesa 400 gramos, pero comienza a subir rápidamente de peso durante el amamantamiento. El destete se produce a las 10 semanas de vida y en menos de un año, el puercoespín habrá adquirido su tamaño definitivo. A los 19 meses alcanzan la madurez sexual.
Alimentación
Si bien todas las especies de puercoespín son herbívoras, su dieta se distingue según se trate de los del Viejo Mundo o los del Nuevo Mundo. Las especies que viven en Europa, África y Asia componen su dieta con raíces, frutas, cortezas, bayas, cacahuates, papas, calabazas, etc. Mientras que los que habitan en América prefieren las agujas de pino, cortezas, granos, frutas flores y en ocasiones, vegetación acuática. Esta dieta está condicionada por el carácter arborícola de los ejemplares americanos.
Comportamiento
La mayor parte de las especies de puercoespín prefiere desarrollar sus actividades de proveerse de alimentos durante la noche. Esto le permite estar a salvo de la mayoría de los animales depredadores y estos hábitos nocturnos no le presentan dificultades ya que está provisto de un olfato que le permite detectar el alimento a mucha distancia.
Salvo algunas especies de América, que mora en los árboles, el puercoespín es un animal terrestre y durante el día descansa, buscando un lugar protegido. Sus movimientos son lentos, pero ante la presencia del peligro deja ver su enorme agilidad para trepar.
A pesar de sus similitudes, no debe confundirse con el erizo. Ambos tienen su cuerpo cubierto de espinas, pero las del erizo son más cortas y de contextura más débil que las del puercoespín. No existen erizos en América y difieren sustancialmente en tamaño, siendo el puercoespín más grande.
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