Aphididae es el nombre científico de una de las especies que amenazan los jardines. Se le conoce popularmente como pulgón, y es un insecto perteneciente a la familia de los hemípteros. Se le puede hallar en cualquier parte del mundo, y se alimenta de las plantas, ocasionándoles grandes daños.
Posiblemente, se le relacione erróneamente con la pulga, pero no tienen nada que ver. La pulga es un parásito, mientras que el pulgón es un vector del suborden Sternorrhyncha.
El pulgón es un animal legendario. Sus orígenes se remontan a 100 millones de años, cuando aparecieron las primeras variedades en el Cretácico. En la actualidad, se conocen más de cuatro mil tipos.
Características del pulgón
Si tienes plantas, más vale que estés atento y las revises constantemente, para chequear si hay pulgón en ellas. Tiene un tamaño milimétrico (de uno a seis milímetros), puede ser negro, amarillo, verde o blanco, y es similar a una mota de algodón. Su forma es oval y consta de unas diminutas alas.
Cuando se ubica en las ramas o flores, segrega-desde su ano-una sustancia azucarada que fluye después de hacer la digestión, tras alimentarse. Es ese líquido perjudica a las plantas, pero también su «comportamiento» sobre ellas.
El pulgón prefiere los lugares donde hay mucho calor y poca humedad, por lo que suele aparecer en verano, especialmente. Los campos que se fertilizan con productos de jardinería, también son su zona predilecta.
¿Qué saca de las plantas?
El pulgón suele consumir la savia presente en los arbustos. Por estar pegado todo el tiempo de sus ramas y tallos, hace que éstos mueran. Comienzan a lucir pálidos, con una coloración marrón, deformes, y con orificios en hojas y flores. Luego terminan por desfallecer. Y es que la melaza que expulsa el pulgón, atrae hormigas que también impiden el desarrollo de las matas. Asimismo, se crea el llamado hongo negrilla, que acelera el fruncimiento del arbusto.
Su reproducción
Hay un tipo de pulgón que se aparea como los mamíferos, y otro que pone huevos. Su período de vida es muy corto, pero por su fácil reproducción, siempre habrá presencia de ellos en la planta, a menos que se apliquen los cuidados necesarios. Una particularidad, es que se acopla de planta en planta, para nutrirse y así poder mantenerse por más tiempo.
Eliminación del pulgón
Si el pulgón se ha convertido en el principal enemigo de tu jardín, te damos algunas recomendaciones para que lo elimines de las macetas o del suelo. Estas «recetas «caseras han sido muy eficaces, pero en caso de que no veas resultados con prontitud, puedes dirigirte a un establecimiento especializado y solicitar asesoría para adquirir el producto más adecuado.
En un litro de agua agrega unas cucharadas de jabón (puede ser el que utilizas para lavar los platos). Al añadirlo a las plantas directamente, los pulgones se irán rápidamente. Otra opción es hervir dos tazas de agua con cáscara de naranja, dejar reposar el líquido al menos un día, colar e incorporar jabón para luego vaciar esta mezcla en la maceta donde estén los pulgones.
Puedes sustituir la naranja por la cebolla, que también es una excelente alternativa. Pero si hay un producto que es el rey de la eficacia, es el ajo. Tritura unos dientes y entiérralos cerca de los tallos de las plantas. Los insectos desaparecerán y no volverán. Asimismo, se puede hervir agua con dientes de ajo y emplearla para regar los arbustos.
animales Muy dañinos
Aunque no existe aún evidencia de que el pulgón sea transmisor de enfermedades en el ser humano, sí es cierto que es el responsable de que hectáreas enteras de cosechas se pierdan cada año.
Lo ideal cuando hay una plaga tan extensa, es eliminar todas las plantas y resembrar. Posteriormente, hay que tomar las medidas adecuadas para evitar que el insecto regrese. Si es preciso emplear insecticidas, hay que tener especial cuidado con la variedad a seleccionar, pues hay químicos que son letales para el medioambiente.
Lo más recomendable es revisar frecuentemente el estado de las plantas y tomar correctivos lo más pronto posible. El pulgón suele expandirse con mucha rapidez a otros arbustos cercanos.
Cada día, científicos trabajan en el descubrimiento de más especies y las maneras de combatirlas, ya que se ha certificado que el pulgón es altamente dañino para las plantaciones. De hecho, un estudio reciente realizado en Estados Unidos, determinó que algunos pulgones eran capaces de transmitir un tipo de virus llamado enanismo amarillo. Éste ataca principalmente a la cebada, genera un sistema radicular reducido, granos sumidos, pequeños y de mala calidad, y sequedad de las hojas que, a su vez, se tornan enanas.
La buena noticia es que se puede erradicar si se toman los correctivos oportunos e inmediatos. Considera que puede aparecer tanto en las plantas de interior como las de exterior. Así podrás tomar precauciones.
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